Cap. 29 No puedo dejarte ir

1.9K 100 2
                                    


Evelyn

―Este pequeño idiota. ―Escuché murmurar a Jesse desde el asiento del conductor, mientras se mantenía observándonos a Zavier y a mí en el espejo retrovisor.

También se veía un poco decepcionado. Pero, probablemente, sólo estaba enojado por el hecho de que Zavier había vomitado por todo el piso del asiento trasero de su "hermoso" jeep. Habíamos abierto las ventanas para deshacernos del olor, pero había dejado que Zavier se acostara y pusiera su cabeza en mi regazo para que se relajara y tomara una siesta. Todo esto era mi culpa, después de todo.

Realmente no tenía idea de qué estaba mal conmigo. ¿Por qué estaba tratando de convertir a un dulce, inocente chico en alguien malo como yo? Aunque... ¿por qué siquiera lo hizo? No tenía sentido. Estaba tan segura de que me habría detenido y me habría llevado a casa para que no nos metiéramos en más problemas. Estaba empezando a creer que algo estaba ocurriendo. Pero ahora que en realidad todo esto había sucedido, iba a enfrentarlo todo. Stormy estaría en casa temprano esta noche, estaba segura de ello. Tal vez de esta manera, me metería en problemas y tendría que quedarme por más tiempo.

Sí, no quería irme. La terapia estaba bien; pero, honestamente, no importa cuántas veces Stormy me dijo que las cosas que hacía estaban arruinando mi vida, iba a hacerlas de igual manera. Así que, ¿qué pensaría si su pequeño hijo "bueno" estuviese consumiendo drogas y bebiendo? Sólo no quería que estuviera en problemas. Tomaría toda la culpa por esto. Lo haría, por él. Porque, honestamente, no podía tan sólo irme. No podía dejarlo ir tan pronto. Había tantas cosas que necesitábamos hacer y aprender el uno del otro. Sólo necesitábamos hacer esto. Simplemente no creo que fuese capaz de admitírselo a nadie.

―Muy bien, estamos aquí. Ahora sácalo de mi automóvil. ¡Por favor! ―suplicó Jesse cuando se estacionó justo fuera de la casa.

Aún se veía bastante fastidiado, con su pequeña nariz toda arrugada con disgusto. ¿Pero no podía siquiera molestarse en salir y ayudarme a cargar Zavier dentro de la casa? Quiero decir, yo no era lo suficientemente fuerte para esto.

Ethan, por otro lado, sólo se veía como si no le importara una mierda mientras miraba por la ventana hacia la casa. Me gustaba el chico, sólo era tan calmado con respecto a todo, sabes... a menos que justo sucediera que hubiese una araña o algo en su hombro. Ahí es cuando realmente empieza a enloquecer. Nunca conoces a alguien realmente.

―Bueno, está bien, ¿te importaría ayudarme? ―pregunté, gentilmente agarrando la cabeza de Zavier para hacer que se sentara un poco.

Estaba muy segura de que sólo estaba desmayado, ya que aún estaba respirando. Tan agradecida de que no se nos murió.

Jesse se pausó por unos pocos segundos, probablemente para tomar unas pocas inhalaciones profundas, antes de ayudarme a cargar al chico a su habitación. Zavier probablemente era el único que levantaba pesas en el grupo. Pero obtener ayuda de alguien era mejor que hacerlo solo.

―¿Todo el camino hasta arriba? ―cuestionó Jesse sin aliento cuando finalmente llegamos a las escaleras.

Los brazos de Zavier estaban envueltos alrededor de su cuello y del de Ethan, juro que se veían como si acabaran de correr una maratón.

―Creo que ya estoy probando sangre. ¿Dónde demonios está Stormy?

―Stormy, ―al escuchar el tono frío y duro de Stormy, mi corazón casi se detuvo y todos nos quedamos de pie, tensos―, está justo aquí.

Cerré los ojos con fuerza y apreté los labios.

Mientras tanto, ambos chicos probablemente, seguramente, habían olvidado todo acerca de sostener a Zavier; así que cuando se voltearon para enfrentar a Stormy en la puerta delantera, también terminaron dejándolo caer al suelo. Un fuerte golpe se escuchó e inmediatamente me apresuré hacia él a medida que empezó a abrir los ojos, mientras agarraba su adolorida cabeza. Afortunadamente, no se golpeó la cabeza por la caída. Sólo era por la ebriedad.

The bad girl and the good boyWhere stories live. Discover now