CAPÍTULO 25

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Con los labios, le mostró lo exquisita que ella era para él. Se detuvo especialmente sobre los pechos y con dedos y dientes los acarició hasta que estuvieron coronados por rosados y erectos pezones. Entonces, volvió a tomarlos entre sus labios, haciendo que _____ gimiera.

—¿Te gusta?

—Es... por favor, vuelve a hacerlo.

Acarició los pechos de nuevo, como había soñado tantas veces que lo haría, desde el primer abrazo en el ascensor. Ella gimió y se aferró a su cabeza, tensándose contra él y haciéndole sentir que era el hombre más poderoso de la tierra.

Poco a poco, fue empujándola hasta que cayó suavemente en la cama. Entonces, se despojó de la chaqueta y la camisa con una rapidez poco propia de un hombre de su edad.

Una parte de él reconocía que temía que ella cambiara de opinión, que se marchara. Sin embargo, se tranquilizó al pensar que ____ no estaría allí a menos que no lo deseara. Decidió tomarse su tiempo. Quería que la primera vez que ella hiciera el amor fuera memorable.

—Deslízate hasta que estés sobre la almohada.

Algo nerviosa, ____ se cubrió los pechos, lo que hizo que él se diera cuenta de que, aunque estaba muy caliente, no estaba lista todavía para hacer el amor.

Entonces, Louis tomó la rosa y le acarició el rostro con los suaves pétalos. Luego, bajó la rosa hacia los hombros, por el brazo, hasta llegar a las manos que cubrían los senos. Al sentir la caricia de la flor, los pezones se irguieron de nuevo.

Empezó a agitar las piernas, juntándolas y separándolas frenéticamente, buscando el placer. Louis le puso la mano en el muslo y se las separó un poco. Al ver el centro de su feminidad cubierto solo por el encaje del tanga, se sintió al borde del precipicio.

Movió la rosa por el abdomen, hasta llegar al ombligo, haciendo que ____ levantara las caderas.

—¿Qué me estás haciendo, Louis?

—Cumpliendo tus fantasías.

—Mi príncipe azul debería estar desnudo, para que yo pudiera tocarlo.

Rápidamente, se puso de pie y se quitó los pantalones y calzoncillos al mismo tiempo.

—¿Estoy así mejor?

—Sí —dijo ella, extendiendo una temblorosa mano para acariciarlo.

El miembro viril se flexionó como respuesta y ____ apartó la mano. Sin embargo, él se la tomó de nuevo y la familiarizó con la parte de su cuerpo que más ansiaba conocerla.

Aquellas caricias lo inflamaron, empujándole hasta los límites de su autocontrol, pero se negó a ceder al deseo. Entonces, le tocó el turno a ____ y notó el calor que latía bajo la tela del tanga. Lentamente, fue bajándoselo y lo tiró al suelo.

—Preciosa.

Ella se sonrojó, pero extendió las manos para acariciarle el pecho. Al sentir aquel contacto, Louis sintió unas deliciosas sensaciones por todo su cuerpo. No sabía cuánto tiempo más podría esperar para poseerla.

Concentró de nuevo sus caricias sobre la palpitante feminidad de ____ y peinó con los dedos el rizado vello que la cubría. Luego, inclinó la cabeza y saboreó la cálida humedad de su deseo. Ella gimió y trató de retirarse.

—Déjame...

Ella se mordió los labios y asintió, dejando que él volviera a besarla una y otra vez hasta que casi la condujo al climax. ____ clavó los talones en el colchón, ofreciéndosele aún más. Él la sujetó por el trasero, acariciándole la dulce separación entre los dos músculos. Las manos de ella iban de la cama a la cabeza de Louis y volvían a empezar otra vez. Entonces, agarró una almohada y se cubrió la cara mientras gemía sonoramente. Finalmente, Louis sintió que alcanzaba el orgasmo.
Sonrió y entonces le quitó la almohada de la cara. Ella se tumbó de costado, pero él la obligó a mirarlo. Aquella era la ____ que quería ver, con el rostro ruborizado por la satisfacción sexual, con los ojos abiertos de par en par y una picara sonrisa en el rostro.

Louis le colocó la almohada bajo las caderas y sacó un pequeño envoltorio de aluminio de la mesilla de noche. Antes de volver a su lado, se colocó el preservativo.

—¿Estás lista?

—Sí.

Louis la penetró muy lentamente, empujando la dulce barrera de su virginidad y la hizo suya. Se movió con un ritmo que ella pudiera seguir. La pasión volvió a apoderarse de ___ y poco a poco, Louis incrementó la cadencia de sus movimientos.

Le agarró por las caderas y empezó a empujar más rápido y más fuerte hasta que sintió que su cuerpo se tensaba y el placer le sacudía por completo. Se dejó caer desde las alturas que había encontrado entre sus brazos y descansó sobre sus pechos. Aunque no quiso reconocerlo, supo que había encontrado lo que había estado buscando... Y para siempre.

____ se despertó con la deliciosa sensación de haberse descubierto. Aquella noche se había transformado en una cenicienta. Había coordinado con éxito un evento de bastante importancia, se había enfrentado a sus temores como mujer y había salido victoriosa. Había hecho el amor con el hombre del que estaba enamorada y había sido una experiencia gloriosa.

Al ponerse de costado, ____ vio que las puertas del balcón seguían abiertas y la brisa del mar hacía ondear las cortinas. ¿Dónde estaba Louis? Tras escuchar con cuidado, se dio cuenta de que el agua de la ducha no estaba corriendo. Tras envolverse en una sábana, recorrió la habitación. El peinador de encaje que había sobre la butaca le hizo contener el aliento.

Otro hermoso regalo de Louis. ¿Por qué no se lo habría dado la noche anterior? Sonrió y recordó que no lo había necesitado.

Louis le había hecho olvidar todas las fantasías de adolescente y le había hecho experimentar la realidad de ser mujer. Lo deseaba de nuevo. Quería su cuerpo encima del de ella, pero, ¿dónde estaba? El balcón estaba vacío y la playa ya estaba empezándose a llenar de turistas.

Al regresar a la habitación, lo llamó. Solo el silencio la respondió. Estaba vacía. Louis la había dejado, mientras ella dormía y soñaba con que él volviera a hacerle el amor.

Las lágrimas se agolparon en sus ojos, pero ella se negó a derramarlas. Tenía que encontrar su dignidad y hacer planes. Tenía que encontrar a aquel cobarde y hacerle pagar por lo que había hecho.

BELLA POR PRIMERA VEZTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon