BELLA POR PRIMERA VEZ

CAPÍTULO 22

Cuando ____ entró en la sala, parecía el sueño hecho realidad de Louis. La sala de recepciones había sido transformada en un mundo mítico para la gala y era el lugar perfecto para la etérea ____ Jones. La bola de espejos que habían colgado del centro del techo llenaba la sala de pequeños reflejos que parecían estrellas. ____ encajaba en aquella elegante sala, decorada en blanco y plata de un modo que a Louis le hubiera resultado imposible imaginar. Las columnas y las largas mesas de buffet daban la bienvenida a los empleados de Pryce y a las personalidades de las plataformas televisivas. Solo la extremada seguridad parecía estar algo fuera de lugar.

Louis había elegido el vestido que ella llevaba puesto y se lo había enviado a su habitación. Sin embargo, ____ avergonzaba a la modelo que lo llevaba puesto en el catálogo. La seda se le ceñía a las curvas, revelando el espléndido cuerpo que siempre había ocultado, menos a él. La noche del partido de los Braves, había visto la mayor parte.

También estaba seguro de que había avergonzado a la modelo de la ropa interior. Se la imaginó con medias hasta el muslo y el tanga que había incluido en el paquete. No podía esperar a verla más tarde aquella noche, con solo aquellas prendas.

Había otros hombres que no dejaban de mirarla. Cuando se dirigía hacia ella, tuvo que detenerse a requerimiento de uno de sus hombres. Mientras se ocupaba del problema, vio cómo aquellos lobos se dirigían a devorar su pequeño cordero.

Se sentía furioso porque los hombres se hubieran fijado en ella de un modo en que no lo habían hecho antes. Sabía que llevaba cuatro años en Pryce y, en ese tiempo, ninguno de ellos había sido lo suficientemente listo como para ver más allá de la fachada que ella les presentaba. No habían sido capaces de ver a la verdadera mujer que ____ llevaba dentro, la mujer de fuego y pasión que había empezado a florecer cuando ellos se habían conocido y que estaba en todo su esplendor aquella noche. Aquellos hombres querían recoger lo que él había sembrado.

No la consentiría. Aunque no le prometía estar con ella para siempre, sabía que el vínculo que tenía con ___ era muy fuerte. Era la unión más fuerte que había tenido con una mujer. Ni siquiera Ashley, a la que había considerado su pareja perfecta, no le había completado del modo en que lo había hecho ___.

Ella era su opuesto.

Y precisamente por eso, era imposible para él. Louis no era un hombre que pudiera amarla y protegerla, que pudiera darle hijos y que supiera cómo criar a esos niños.

Tras terminar con su subordinado, se dirigió rápidamente hacia ella. Como la huelga había terminado el día anterior, Louis sabía que aquella noche podría divertirse. Sin embargo, en lo único que podía pensar era en tener a ____ entre sus brazos.

Varias mujeres trataron de reclamarle, pero él las rechazó. Cuando finalmente llegó a su lado, ____ estaba hablando con su jefe y dos de los ejecutivos de recursos humanos. Louis se sentía incómodo con aquel esmoquin. Había tratado de convertirse en su príncipe azul y se había vestido de acuerdo con el papel. Mientras escuchaba cómo hablaba, no dejaba de pensar en lo que ocurriría en su suite unas horas más tarde. El ejecutivo de recursos humanos la devoraba con la mirada.

Louis dio un paso atrás y se chocó con uno de los camareros. Recordó que la última vez que había tratado de proteger a alguien, solo había conseguido provocar dolor. ¿Merecía la pena correr el riesgo una vez más?

De repente, todos los argumentos físicos que había utilizado para convencerse de que necesitaba meter a ___ en su cama aquella noche, dejaron de parecerle suficientes. Ya no era el hombre que había sido. Había aprendido una lección muy dura de su última relación, una relación que le había dejado al pie de la tumba de su esposa. Sabía que lo que sentía por ____ era mucho más intenso.

En aquel momento, ella lo miró y sonrió. Louis pensó en devolverle la sonrisa, pero quería que le viera sonreír por primera vez cuando estuvieran solos.

—____ ha hecho un gran trabajo con la organización de la gala, Louis. ¿La has ayudado tú?
Liam Payne se acercó a él con un vaso de cerveza en cada mano, uno de los cuales ofreció a Louis, que tomó un gran sorbo.

—Según dicen ciertas personas, mi intervención en todo esto ha sido mínima.

—¿De verdad?

—Sí, pero conseguí que los de seguridad estuvieran bien alerta.

Liam le sonrió. En realidad, no había muchas personas que sonrieran delante de él. Louis se imaginaba como una especie de agujero negro que absorbía sentimientos para luego destrozarlos. Sin embargo, Liam estaba bromeando con él de un modo en que no lo había hecho antes.

Louis se dio cuenta de que ___ era también la responsable de aquella nueva actitud. No se había convertido en un hombre alegre, pero el lado oscuro de su personalidad había ido desapareciendo, aunque no estaba seguro de que aquello le gustara.

En aquel momento, Liam interrumpió lo que estaba diciendo y, al levantar la vista, Louis vio que ____ se acercaba a él. Caminaba como si fuera la personificación de pecado. Caderas cadenciosas, el cabello moviéndose de un lado a otro y una sonrisa que incitaba a la lujuria.

¿Dónde había aprendido a moverse de aquel modo?

Bajo el escote del vestido, los pechos se balanceaban de arriba abajo. Cada vez que daba un paso, la tela del vestido se estiraba hasta el máximo. Durante un momento, todo pareció detenerse.

—Buenas noches, señorita Jones. Ha realizado un excelente trabajo en la Gala.

—Gracias, señor —respondió ella, sonrojándose.

Al mirarle a los ojos, Louis sintió que ella le llegaba al corazón, superando las barreras que él siempre había puesto en el camino. Sintió que tocaba al niño perdido que todavía se escondía en su interior, el niño que había pasado de casa en casa, esperando ser adoptado, para acabar en el orfanato. El niño que, el día de Navidad, había estado con la cara pegada al cristal de la ventana preguntándose por qué Papá Noel no le habría traído una madre. Entonces, le reconfortó. Y él quiso hacer lo mismo con ella.