CAPÍTULO 11

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Aquella noche Louis no cenó para poder terminar un informe que tenía que estar en el escritorio de Liam a primera hora de la mañana. El despacho estaba tranquilo, justo como a Louis le gustaba. Aunque ____ había llamado dos veces para hablar sobre el equipo de seguridad y del servicio de restauración, no había tenido mucho tiempo para charlar con ella. En realidad, seguía evitándola.

Implicarse sentimentalmente con _____ había sido lo peor que hubiera podido hacer. Tras su comportamiento no sabía cómo ella iba a tratarle. Después de la energía y la pasión de aquel beso...

____ le había llegado al corazón. Empezó a recordar las cosas que anhelaba de niño, cosas que creía que el dinero y el prestigio habían sustituido. Sin embargo, mientras contemplaba el cielo de Atlanta, se dio cuenta de que no había sido así.

Seguía anhelando el respeto, la aceptación y una familia. Se metió la mano en el bolsillo y sacó el anillo de Ashley. Ella formaba todavía una parte muy importante del niño que había sido y del hombre en el que se había convertido.

Su muerte le había enseñado que estaba demasiado dedicado a su trabajo para tener una vida familiar. Su muerte le había hecho comprender que estaba hecho para vivir solo. Volvió a leer la inscripción que había en el interior de la alianza. Dos en contra del mundo. Habían sido el uno la familia del otro, pero Louis la había perdido. La oscuridad que había en su interior le había asegurado que nunca tendría nada duradero con la encantadora ____ Jones. Era ella demasiado dulce para la amargura que había dentro de él.

La noche anterior había visto las lágrimas que ella tenía en los ojos. Verla tan triste había dejado una marca en la armadura con la que protegía su corazón. Ver su energía reemplazada por aquel aire solemne resultaba descorazonador.

Le recordaba al orfanato. Primero, no había hablado durante los seis primeros años. Luego, se había ensimismado tanto en su mundo que los posibles padres adoptivos se habían sentido intimidados por él y por su silencio. A primera vista, el orfanato parecía un lugar acogedor y agradable, pero en el interior solo había frías habitaciones y silenciosos pasillos. Ni padres, ni hermanos con los que compartir sus recuerdos.

Aunque hubiera tenido una pequeña esperanza de tener una relación con ____ Jones, había muerto con aquellos recuerdos. No quería arrebatarle su creencia en el mundo que se había creado a través de los libros. Sabía que su realidad y la de ella no se mezclarían bien. Eran completamente opuestas y _____ se merecía algo mejor.

A pesar de que, desde el principio, siempre había sabido que ella no era para él, se había sentido tentado, tal vez por el sentimiento hogareño que _____ evocaba en su corazón.

De repente, alguien llamó a la puerta. Se metió el anillo de Ashley en el bolsillo rápidamente.

—Entre.

Era ____, pero tenía un aspecto diferente. El vestido rojo pasión hacía que la piel pareciera muy pálida. El hecho de que no llevara sus alocados diseños de siempre le turbó. Además, tenía su rizada melena recogida con un clip. Sin embargo, no era eso lo que le preocupaba. La energía de ____, que siempre había estado por las nubes, parecía estar muy controlada.

—¿_____?

—¿Has cenado?

Louis negó con la cabeza. No quería pensar en comida porque lo único que veía eran aquellos labios de fresa y la cremosa suavidad de su piel.

—He traído un poco de sushi y la distribución de las salas de celebración de Seashore Mansión. Pensé que podríamos trabajar y preparar un plan para tus hombres y concretar los detalles del menú. No quiero que se coman terreno unos a otros.

Entonces, se acercó a la mesa de conferencias y extendió un plano diseñado por ordenador del salón de baile del hotel. Se comportaba con gran confianza, pero su energía había desaparecido. ¿Dónde se habría marchado?

Mientras cenaban, hablaron sobre la gala. Aquella comida le recordaba la vida que había llevado en Japón, sumergiéndose tanto en la cultura y el idioma que acabó por aislarse de los demás. Recordó también todas las cosas de las que había prescindido desde la muerte de Ashley.

—Veo que has decorado tu despacho —comentó ella.

—O lo hacía yo o estaba a tu merced.

—¿Es que no te gusta mi modo de decorar?

—Es demasiado femenino para mí.

—¿Y ese póster también?

Estaba provocándolo. Louis lo sabía y le encantaba. Aquella era la verdadera ___, no la fría desconocida que había estado repasando los datos con él.

—No, pero estoy seguro de que lo que hubieras traído a continuación sí lo sería.

—Bueno, todo esto es muy bonito... muy masculino.

_____ recorrió el despacho examinando los objetos que él había traído de Japón. Una catana estaba colgada en un lugar de honor. El biombo, el pequeño jardín Zen que utilizaba para mantener su genio a raya...

—Veo que tienes muchas cosas de Japón.

—Viví cuatro años allí.

—¿De verdad? ¿Y qué hacías?

—Trabajaba protegiendo a ejecutivos.

—¿Para Pryce?

—Sí. Liam y yo nos conocemos hace mucho tiempo.

A _____ le hubiera gustado hacer más preguntas, pero Louis no quiso hablar más sobre su pasado. Por ello, le mostró una lámina del Templo del Pabellón de la Plata, en Kioto.

—Pasé algún tiempo en ese templo.

—Es muy bonito. ¿No tienes fotografías?

—¿Qué fotografías?

—De tu familia y de tus amigos.

—No tengo —dijo él, poniéndose a recoger la mesa.

—¿Fotos o amigos? —bromeó ella

—Ninguna de las dos cosas —respondió él, secamente.

—¿Y familia? —preguntó _____, más seria.

—Tampoco.

—¿Cómo puede ser eso?

—¿Y cómo te parece a ti, ____? Soy huérfano.

_____ guardó silencio. A Louis le molestó porque sabía perfectamente lo que ella estaba pensando. Se sentía expuesto, como solo se sentía cuando hablaba de su pasado. No quería hablar de ello con _____, contarle todo lo que había echado de menos a lo largo de los años. Ella podría verlo todo, hasta el fondo de su alma. _____ estaba empezando a significar más para él que ninguna otra mujer que recordara.

BELLA POR PRIMERA VEZWhere stories live. Discover now