CAPÍTULO 19

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—¿Y Lucy?

—Yo no tengo el atractivo que ella tenía.

Louis se dio la vuelta y sonrió. La personalidad de _____, su alegría de vivir, brillaban por sí solas.
Aquello era algo que él nunca había tenido y le dolía que, en cierto modo, aquello le alejara de _____ porque ella se estaba convirtiendo en casi una obsesión para él.
—¿Te he hecho daño? —preguntó ella, cuando él volvió a colocarla sobre la manta.
—No.
No le gustaba el modo tan serio en que ella lo miraba. Aquellos ojos, como el chocolate, le hacían querer confesar sus deseos más secretos. Aquellos ojos lo miraban como si entendieran lo que él no quería decir.
Con aquel vestido, parecía más etérea que nunca. Quería darle algo que ella nunca había tenido, algo que no le había dado nunca a ninguna mujer. Sin embargo, no sabía si era el tipo de hombre que _____ necesitaba. El instinto se adueñó de él, dejando a un lado la cautela.
—Con esta luz, pareces una princesa.
Ella se echó a reír y entrelazó los dedos con los de él. Cuando se inclinó a darle un ligero beso sobre la mejilla, sus senos rozaron el pecho de él. A través de la fina tela, Louis notó la firme carne y quiso tocarla, deslizar la mano y estrecharla contra él, frotar su tórax contra aquella ardiente carne hasta que ella gimiera y temblara al borde del precipicio del deseo.
—Oh, Louis, en esta tarde tan mágica me pareces el amante de mis sueños.
Estaba anocheciendo y la luz era muy tenue. La música rugía en los altavoces y el espectáculo de fuegos artificiales estaba a punto de comenzar.
—Descríbelo —susurró él, acurrucándola contra su cuerpo.
—Bueno... —dijo ella, mirando a todas las personas que les rodeaban.
—Nadie te oye.
—Pues ese hombre debe ser como un caballero andante de los de antes. Ha luchado muy duro en la batalla y lo ha perdido todo, pero añora tener vínculos con la tierra y con el futuro. Y él cree que su futuro soy yo. Sabe ver la mujer apasionada que hay en mí, la mujer que siempre he deseado ser. Y es capaz de despertarme de mi sopor como el Príncipe Azul lo hizo con la Bella Durmiente, con un beso de amor puro.
Louis la miró. Tenía los ojos cerrados. En aquel momento, Louis comprendió que probablemente era virgen. Solo una mujer que nunca hubiera compartido su cuerpo con un hombre podía soñar con que un beso de amor puro despertara su deseo. Solo una mujer tan dulce como ______ compartiría aquella fantasía con él, y aquello le conmovió.
Los sueños de Louis se habían esfumado mucho tiempo atrás. Se había olvidado de cómo la vida podría ser una gran atracción. Sin embargo, ____ era capaz de recordarle los recuerdos que había escondido tanto tiempo, los buenos tiempos, la época de felicidad antes de que la tragedia se hubiera cebado en él.
Suavemente, acarició la frente de ella con los labios. Cuando _____ trató de volver a abrir los ojos, él se lo impidió.
—Yo no soy el Príncipe Azul, ____.
—Claro que lo eres —replicó ella, consiguiendo por fin abrir los ojos.
—No.
—Eres un hombre que ha luchado valientemente y lo ha perdido todo. Yo soy una mujer cuyos deseos más profundos han permanecido dormidos durante más años de lo que es habitual. Tú eres el hombre de mis sueños.
Louis quería creerla, pero sabía algo que ella no había dicho. El hombre de sus sueños no era solo un amante apasionado con el que arder entre las sábanas. Su hombre ideal también tendría que adorarla y amarla.
—_____, yo no puedo amarte.
—Yo no te he pedido que me ames —dijo ella, apartándose bruscamente de él.
—Eso ya lo sé, ____, pero estoy haciendo todo lo posible por no hacerte daño. Ayúdame —respondió él, sujetándola de nuevo.
—Por favor, suéltame.
—No puedo.
La voz de Louis había sonado muy ronca y sugerente e hizo que ella quisiera estrecharlo entre sus brazos, acunarlo contra su pecho y reconfortarle.
Sin embargo, él hizo que ambos se tumbaran sobre la manta. Se tumbó de costado y la tomó entre sus brazos. Ella estaba de espaldas a Louis, que descansaba la barbilla sobre la cabeza de ____. Sentirse así con ella era una sensación de lo más agradable. Su erección chocaba contra el trasero de ____, aunque ella seguía sin poder imaginarse por qué la había rechazado.
Cerró los ojos y se aferró a los fuertes antebrazos de Louis. No iba a permitir que volviera a escapársele. Los fuegos artificiales seguían iluminando el cielo. Aunque ____ quería contemplarlos, se sentía abrumada por su presencia. No quería reconocer el hecho de que él iba a dejarla, probablemente muy pronto.
Sin poder evitarlo, frotó las caderas contra la erección de Louis. Nunca en toda su vida había sentido que un hombre se hubiera excitado tanto por ella, un hombre al que ella deseaba tanto que tomaría lo que él le ofreciera sin pararse a pensar en las consecuencias.
De repente, toda aquella situación cristalizó en su cabeza. Reconoció que quería que Louis formara parte de su vida. Quería una relación continua con él después de que la vida laboral les llevara por caminos diferentes. Quería llevarle a su casa y presentarle a su familia, para que tuviera todo lo que siempre había deseado.
—No te estoy pidiendo amor —dijo ella, por fin, a pesar de que aquello era lo que más deseaba. Pensó que si le convencía de que empezara una relación con ella, podría al final mostrarle lo que realmente necesitaba.
—Te mereces tener amor.
—Toda mi vida he estado esperando a un hombre que viera algo más que una chica intelectual con gafas. Por fin, he encontrado a ese hombre y no quiere tener nada que ver conmigo.
—Te deseo como el fuego quiere al aire. Te deseo como no he deseado nada más que tener familia, así que no menosprecies el efecto que has causado en mí —confesó, dándole la vuelta para que pudiera verle los ojos.
—¿Por qué tratas de alejarme de ti?
—Nunca antes me habían comparado con un caballero andante. Nunca he sido el héroe de una mujer,_____. No creo que eso forme parte de mí.
_____ se sintió dispuesta a tomar cualquier cosa que él pudiera ofrecerla. Sin embargo, no pudo decirlo en palabras porque entonces él sabría, sin duda, que ella estaba enamorada de él.
—Te deseo más que a ninguna mujer de las que he conocido antes.
—Entonces, dame lo que puedas darme. Soy una mujer hecha y derecha y puedo cuidarme sola —dijo ella, sabiendo que era una locura pero que, si no lo hacía, lo lamentaría más tarde.
Entonces, él la tomó entre sus brazos. ____ se dio cuenta en aquel momento de todo lo que se había perdido en su vida.

BELLA POR PRIMERA VEZWhere stories live. Discover now