CAPÍTULO 12

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-¿Te adoptaron?

-No.

-¿Por qué no?

-¿Y cómo diablos quieres que lo sepa? En parte fue porque no hablé hasta que tuve siete años.

-Debió de ser muy duro -susurró ella, con los ojos algo brillantes.

-Solo lo puede comprender alguien que haya pasado lo mismo.

_____ asintió y luego sonrió como solía hacerlo al principio.

-Supongo que no eras un huérfano que se pasara el día cantando sobre la luz del sol.

-No, no lo era. Y no quería que Batman viniera a rescatarme. Yo quería ser Batman.

Louis pensó en el dinero que había ganado y en su trayectoria profesional. Se había aliado con Liam para salvar Pryce. Tenía más dinero que la mayoría de las personas. Vivía bien. Estaba seguro de que era mucho más de lo que hubiera conseguido como policía.

-Estoy más cerca que nunca.

____ asintió y se dio la vuelta para marcharse.

-¿Sabes lo que era para Batman un verdadero tesoro?

Louis lo sabía, pero no estaba dispuesto a admitirlo.

-La familia -añadió ella, antes de salir por la puerta.

Para cuando llegó a su despacho, _____ estaba temblando. Aunque estaban fuera del horario de trabajo, la mayoría de los despachos estaban ocupados. Todos los empleados de Pryce estaban entregados al éxito de su empresa.

_____ no podía imaginarse que Louis no tuviera familia. Su madre era italiana y ____ tenía tantos primos que algunas veces se olvidaba de alguno. Su padre, con uno de los más populares apellidos de los Estados Unidos, un grupo que siempre acogía a los tocayos con calor y amistad.

Sin embargo, Louis no tenía a nadie. ____ quería saber más. ¿Le habrían abandonado de niño o habría sido arrancado de familia por malos tratos? Al mirarle aquellos ojos grises, había sabido que no debía preguntar más.

A pesar de que sabía que Louis no era hombre para ella, se sentía completamente fascinada. No podía evitar querer saber más sobre él. En realidad, sabía que no tenía derecho alguno a saber nada.

El sentido común le decía que aquel hombre tan sofisticado no podía sentirse interesado por ella, pero el beso que habían compartido había convencido a su corazón de lo contrario, especialmente por el modo que se había comportado con ella después.

Como tenía el ordenador todavía encendido, comprobó su correo electrónico. Entonces, solo por curiosidad, comprobó el nombre de Louis y las palabras clave «accidente de coche» en las bases de datos a las que tenía acceso. Tuvo cuatro respuestas diferentes. La primera era de un periódico con el que tenía cuenta. Rápidamente compró el artículo y lo descargó.

Ray y Silvia Tomlinson de Dunwoody, Georgia, habían muerto en un accidente de coche, dejando huérfano a su hijo de dos años. El pequeño estaba en la parte trasera del coche y había sido el único superviviente del trágico accidente. Leyó la historia una y otra vez y por fin comprendió lo que Louis necesitaba.

En aquel instante, supo que el destino había cruzado sus caminos

Ella necesitaba compartir su familia con él. Serendipity era más que una oportunidad. Era la ventana ante la cual el mundo se presentaba si uno era valiente. Al ver el reflejo de su imagen en el ordenador, supo que ella no era valiente. Solo era una mujer con una capacidad innata de fantasear. ¿Podría ser lo suficientemente valiente como para ayudar a Louis e intentar labrar su suerte por primera vez con un hombre?

Necesitaba ir a casa. Imprimió el artículo y cerró el ordenador. No tenía tiempo para responder las preguntas que le daban vueltas en la cabeza.

-¿____?

Louis estaba en la puerta. A la tenue luz del vestíbulo, tenía el aspecto de un guerrero, un hombre maltratado que lucharía por el honor y la dignidad hasta las últimas consecuencias.

-¿Sí?

-Aquí tienes una copia del informe que le he mandado a Liam.

-Oh -dijo ella, sintiéndose algo decepcionada.

Cuando tomó el expediente que él le entregaba, sus dedos rozaron levemente los de Louis. Un ligero temblor le recorrió la espalda. Le gustaba lo que había tocado. Louis era un hombre cálido, sólido, aunque con un punto de peligro bajo la piel. Ella nunca había experimentado aquella clase de peligro porque los hombres siempre la habían considerado una amiga. ¿Y él?

-¿Qué es lo que piensas de mí? -preguntó ______, arrepintiéndose enseguida de haber hablado sin pensar-. Bueno, no hagas caso. Estoy cansada y no me funciona bien el cerebro.

Intentó salir por la puerta, pero Louis la agarró por los hombros y la miró fijamente. ____ no pudo evitar sentir ciertas emociones que él parecía no querer expresar. Además, sus labios presentaban el esbozo de una sonrisa. No era la verdadera sonrisa que ella le había pedido, pero era el comienzo de una.

-Creo...

-¿Sí?

Entonces, Louis se inclinó sobre ella y la besó. Fue una ligera caricia, igual que si unos labios de mariposa le hubieran rozado la piel.

-Creo que eres etérea -susurró él, antes de volver a besarla una vez más.

La tomó tan fuertemente entre sus brazos que sus senos chocaron contra el pecho de él. Los pezones se le irguieron como respuesta. El ligero sujetador de encaje y raso que llevaba puesto simplemente intensificó aquel contacto. A ____ le hubiera gustado rasgarse los botones de su camisa y de la de él y frotarle los pechos contra los duros músculos de su tórax, estar por primera vez piel sobre piel con un hombre. Con aquel hombre.

Solo Louis podía besarla de un modo que le hiciera olvidarse de todo. Con una mano le acarició el cuello y con la otra el trasero. No era un caballero galán tratando de conquistar a una dama sino un guerrero reclamando una pareja.

Durante un momento, ____ sintió verdadero miedo de no estar a la altura. Inclinó la cabeza y se acercó a él todo lo que pudo. Luego, tomó el rostro de Louis entre las manos y le dejó que le poseyera la boca. Le invitó tan dentro de ella que sabía que no podría detenerle, fuera lo que fuera lo que ocurriera.

____ gimió y se movió ligeramente, deseando sentirle por todo su cuerpo. Por primera vez en su vida, sentía hambre de un hombre. ¿Cómo iba a saciar aquella ansia?

Entonces, él se dio la vuelta y la aprisionó contra la pared. Empezó a mordisquearle la barbilla y el cuello. _____ sintió que se incendiaba por dentro. Lo necesitaba, lo deseaba...

BELLA POR PRIMERA VEZWhere stories live. Discover now