CAPÍTULO 5

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_____ estaba harta de que los hombres siempre sacaran a colación que era una chica del montón. ¿Por qué tenían que empezar siempre las frases con «una mujer como tú»? ¿Es que no entendían que ella era algo más de lo que estaba a la vista?

-Louis, nos llevaremos mucho mejor si dejas de señalar lo poco atractiva que soy.

-Cualquier mujer que tenga esas piernas está muy lejos de ser poco atractiva.

Ella levantó las cejas. Aquellas palabras le provocaron una oleada de deseo que fue a romper en el centro de su cuerpo. Se removió en la silla e intentó recordarse que estaban teniendo una reunión.

-Tal vez no seas una guapa oficial pero, con un poco de esfuerzo, resultarías bastante atractiva.

«Ya es suficiente. Voy a agarrar el pisapapeles y me lo voy a cargar», pensó ella. Sin embargo, vio en los ojos de Louis algo que le detuvo la mano.

No estaba disfrutando con aquello, como lo habían hecho los hombres que había conocido en el pasado. Parecía haber cierto dolor en sus ojos, tanto que ella deseó ser una guapa oficial en aquellos momentos.

-¿Estás intentando hacerme perder la paciencia?

-Sí.

-Pues tendrás que esforzarte -replicó ella. Louis estuvo a punto de sonreír, pero se contuvo y apartó la mirada-. Lo he visto. Casi has sonreído.

-Si me vuelves a enseñar las piernas, me pondré de pie y te dedicaré una ovación lleno de alegría.

____ se sonrojó. Tal vez pudiera ser rival de aquel hombre en el terreno del ingenio, pero estaba a años luz de él en la experiencia sexual.

Tres días después, Louis todavía estaba perplejo por el carisma de ____. Su vida se había quedado devastada por la muerte de su esposa, seis años atrás, pero perderla le había demostrado lo que él siempre había sospechado. El amor no era para él. Sin embargo, un rayo de luz había penetrado en aquella oscuridad, ____ Jones y su vibrante ansia de vivir.

Si la única mujer poseedora de aquella energía hubiera sido una mujer de poca moral, Louis la hubiera tentado para que tuvieran una aventura, hubiera tomado lo que hubiera querido y después la habría dejado marchar. Pero aquellos ojos eran tan inocentes... Y tampoco podía olvidar las piernas de ____. Solo deseaba verla acercarse a él, con nada puesto más que unas medias de seda y un par de zapatos de tacón alto.

Sin embargo, mientras contemplaba el panorama de la ruidosa cafetería para empleados de Pryce Enterprises, Louis llegó a la conclusión de que ___ era de las decentes. Era un oasis de tranquilidad en la bulliciosa metrópolis de humanidad que la rodeaba.

Louis recogió su almuerzo y se dispuso a salir por la puerta, sin estar del todo preparado para enfrentarse a ____. La habilidad que ella tenía para hacerle sonreír le recordaría que estaba vivo. Y solo. Le recordaría el tiempo que había pasado desde que había disfrutado de verdad la vida. Le recordaría que no era el hombre que siempre había esperado ser sino el hombre en el que la vida le había convertido.

Casi había alcanzado la puerta cuando ella levantó los ojos. Rápidamente se sonrojó y apartó la mirada. Louis sabía que hubiera debido marcharse, regresar a su despacho y tomarse el almuerzo mientras trabajaba, tal y como había planeado. Sin embargo, aquel rubor era como un faro. ¿Qué habría provocado aquella reacción?

Sin prestar atención a las mujeres que esperaban subir en la empresa cultivando su amistad todos los días por su amistad con Liam y su cargo, se dirigió a la mesa donde ella estaba sentada.

-____, ¿puedo sentarme contigo?

A ella le hubiera gustado negarse. Se le veía en la cara pero, a pesar de todo, asintió y señaló la silla que estaba enfrente de ella. Para turbarla un poco más, Louis se sentó al lado de ella. Ya había terminado de comer y tenía un libro boca abajo sobre la mesa.

-¿Qué estás leyendo?

-Solo es un libro que una amiga me recomendó.

-¿«Diez pasos para una presentación eficaz»? -bromeó él.

-No, es una novela -dijo _____, sonriendo-. ¿Has recibido ya los expedientes que le pedí a Sally que te enviara?

-Sí, pero todavía estoy esperando recibir los expedientes de los servicios de restauración. Me gustaría tenerlos antes de la reunión que tenemos hoy a las tres.

-No hay ningún problema. Mi secretaria está haciéndote copias. Siento haberme empecinado tanto sobre el lugar de celebración de la gala el otro día.

-No pasa nada. Yo también me excedí un poco.

-¿Por qué?

A Louis le hubiera gustado responderle que habían sido sus piernas lo que le habían afectado tanto pero, como no podía decirlo, se encogió de hombros y dio un bocado a la hamburguesa de beicon que llevaba en el pequeño envase de plástico.

Quería saber por qué ____ se había sonrojado. Ella trató de sonreír. El silencio que había en su mesa contrastaba con el bullicio de las mesas de alrededor. Cerca de ellos, una mujer se rió a carcajadas, lo que provocó que ____ se volviera hacia ella.

Louis aprovechó la oportunidad para arrebatarle el libro. En la cubierta, había un hombre y una mujer, sonriéndose, en una postura muy sugerente.

-¡Eh! Dame mi libro.

-Claro -respondió él, devolviéndoselo.

Louis dio un nuevo bocado a la hamburguesa y entonces se dio cuenta de que no había comprado nada para beber. Había pensado sacar una botella de agua del frigorífico que tenía en su despacho.

-¿Qué? ¿No vas a hacer ningún comentario jocoso, como que esto es lo más cerca que una mujer como yo va a estar de una relación entre hombre y mujer?

BELLA POR PRIMERA VEZWhere stories live. Discover now