CAPÍTULO 16

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chicas...... comenten yvoten por favor no les cuesta mucho.

por favor recomiendenla estoy segura que esta fic vale la pena.

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Louis quería escapar de la presencia de ____ después del ajetreo emocional al que se había visto sometido en el avión, pero su código de ética le impedía permitir que ella se fuera a casa sola desde el aeropuerto. Si fueran simplemente compañeros de trabajo, no hubiera habido ningún problema, pero eran mucho más. Mucho más. Necesitaba aclarar la situación entre ellos antes de que fuera más allá. Tenía que hacerle saber que él no era el tipo de hombre que ella quería. No era un hombre de costumbres fijas ni el héroe romántico de uno de sus libros. Era un hombre con cicatrices emocionales, distante, que solo podía ofrecerle una cosa: sexo.

—Gracias por traerme a casa —dijo ella, cuando llegaron a su piso—. Siento que hayas tenido que conducir hasta aquí.
—No hay de qué darlas.
—De acuerdo, pero te debo una. ¿Qué te parece si vienes a cenar mañana? Aunque no te lo creas, soy una gran cocinera.
Louis se lo creía. Cuanto más averiguaba sobre _____, más cuenta se daba de que era la mujer de sus sueños, no de los que había tenido de adolescente, sino de los que se trataban sobre tener un hogar. _____ era el tipo de mujer que convertiría una casa en un lugar cálido y acogedor.
—No es necesario.
Siempre había evitado ir a cenar a la casa de otra persona porque le recordaba las cosas que le faltaban a su vida. Además, le recordaba un comentario que había oído una vez. «Los huérfanos siempre están a la búsqueda de una obra de caridad».
—Insisto. Te haré algo muy pringoso y que engorde mucho.
—¿Por qué?
—Porque cuando tú eliges la comida, nunca es muy nutritiva.
—¿Y tú sí? No creo que los bombones estén en ninguna lista de buena nutrición.
—Touché—respondió ella, riendo a carcajada limpia.
En aquel momento, Louis la deseó tanto que no le importó en absoluto que estuvieran en la calle. Extendió una mano para acariciarle el cuello y luego la besó.
_____ se le entregó con facilidad, agarrándole para evitar que se alejara. Sin embargo, él no estaba dispuesto a hacerlo hasta que no conociera todos los matices de su personalidad.
Se dijo una y otra vez que debía marcharse, pero la deseaba tanto como había deseado una familia cuando era niño. Y, como aquel deseo, esa relación sentimental solo podía acabar en desastre.
En aquellos momentos, mientras saboreaba sus labios y notaba sus pechos contra su tórax, nada más le importaba.
Cuando profundizó el beso, sintió que los pezones de ____ se erguían contra el. Al notar como aquella carne de mujer se preparaba para él a través de la tela que los separaba, sintió que sus propios miembros se hacían pesados por el deseo.
El pulso de _____ empezó a latir más rápidamente. Gimió suavemente e inclinó la cabeza a un lado. Louis la agarró fuertemente por el pelo para asegurarse de que aquel abrazo no terminara.
De repente, el ruido de un coche le devolvió la consciencia de dónde estaba. _____ tenía los ojos cerrados, con un ligero rubor cubriéndole las mejillas, y los labios hinchados y húmedos por la pasión. Acercó un poco más las caderas contra la muy sensible masculinidad de Louis y abrió los ojos un poco, sonriendo de un modo que era demasiado sensual.
—Maldita sea, ______ — susurró él, empujando la puerta. Entonces, la empujó hacia dentro y luego la siguió.
—¿Tienes hambre? —preguntó ella, con voz temblorosa.
—_____, yo no soy el tipo de hombre que debieras estar besando.
—Lo sé, debería estar con Cari.
—¿Quién es Cari?
—Uno de los contables, que tiene gafas y lleva trajes de poliéster.
—¿Y esa es la clase de hombre con la que crees que deberías estar?
—No, pero eres tú el que piensa que...  
   —No me pongas en la boca palabras que yo no he dicho, cielo. Te deseo más que a ninguna otra mujer. Hubiera dado cualquier cosa para terminar lo que hemos empezado ahí fuera, pero no soy el adecuado para ti.
—¿Que quieres decir con eso?
—Estás a punto de descubrir tu poder como mujer, _____, y eso es muy emocionante, pero, a la larga, solo serás feliz con una familia. Yo soy tu hombre para una aventura apasionada, pero no para un marido.
—Louis, no necesito que me digas lo que quiero.
—Eso ya lo sé —susurró él, tocándole ligeramente el arco de la ceja, la mejilla y los labios—. Tú eres la clase de mujer que se merece todo lo que un hombre pueda darle, especialmente si se trata de su primer amante.
—¿Por qué tú no me lo puedes dar todo?
—Por mi pasado. Yo no sé amar, _____.
—Todo el mundo sabe amar.
—Eso no es cierto. Tienes que confiar y creer en la vida. Y ese no es mi caso.
—Pero si estuviste casado.
—Ashley era mi compañera, una mujer que había crecido del mismo modo que yo.
—¿Y ella tampoco creía en el amor?
—Nunca dijimos eso en palabras.
____ entornó los ojos. Louis sabía que ella había comprendido lo que no había dicho. Ella lo había amado, pero él nunca había sido capaz de corresponderla. Ashley, la mujer que se había merecido su amor y que, sin embargo, él no había podido dárselo. Ashley  había sido diez veces más fuerte que aquella criatura tan sensible y, a pesar de todo, había necesitado oír las palabras que él nunca había podido decirle.
—Tal vez no sea amor lo que yo deseo.
—Claro que lo es, señorita romántica.
Entonces, ____ se acercó a él y le rozó suavemente la mejilla con los labios.
—Te deseo más a ti.
 
____ pasó los siguientes días en un paraíso maravilloso, pensando en Louis. En el trabajo, había empezado a pulir los conocimientos que tenía sobre presentaciones al ver a Louis en acción. Sin embargo, mucho más importante era que había empezado a considerarse una mujer atractiva, algo que nunca había creído posible.
Gabriela llevaba años queriendo darle consejos sobre cómo vestirse, pero ____ nunca se lo había permitido. Le parecía ridículo que un patito feo se vistiera como un cisne. No obstante, ya no era así. Había llamado a su hermana para pedirle consejo y, con su ayuda, había realizado algunas compras por internet.
Quería darle a Louis algo comparable a lo que él le había dado a ella, seguridad en sí misma. La había tratado como a una igual delante del resto del equipo e incluso había alabado su trabajo delante de la junta de dirección. Pero, ¿qué podía darle ella?
Navegó en la red antes de marcharse a casa buscando un par de pantalones cortos de los que su hermana le había hablado. Tras adquirirlos, volvió al buscador y, de un modo ausente, escribió el nombre de Louis y las palabras «oficial de policía» y esperó que le diera alguna información sobre el hombre que deseaba como amante.
Encontró tres sitios que le interesaron. El primero, era un archivo de periódicos que utilizaba para hacer sus investigaciones. El artículo que encontró allí era sobre la muerte de Ashley y del muy condecorado oficial de policía que había dedicado su vida a proteger a los inocentes.

BELLA POR PRIMERA VEZWhere stories live. Discover now