Capítulo 17. Vestidos

1.4K 156 7
                                    

   NO NE HABÍA DADO CUENTA LO MUCHO QUE ME RELAJABA LA PRESENCIA DE ZU HASTA AHORA, que luego de unos quince minutos lejos de los chicos y los estúpidos Azules me pude serenar y pude disfrutar de la tranquilidad a nuestro alrededor mientras Ruby y...

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

NO NE HABÍA DADO CUENTA LO MUCHO QUE ME RELAJABA LA PRESENCIA DE ZU HASTA AHORA, que luego de unos quince minutos lejos de los chicos y los estúpidos Azules me pude serenar y pude disfrutar de la tranquilidad a nuestro alrededor mientras Ruby y yo estábamos agarradas de las manos de Zu y caminábamos sin rumbo por el Walmart abandonado.

Pasamos como cinco veces por tres estantes de peluches diferentes y en cada uno sentía la urgencia de correr y tomar cualquiera. Era más un impulso que siempre he tenido de niña... solo que no pensé que aún lo tenía. Pero ahí estaba mi pequeño y diminuto lado infantil quería correr de regreso a los pasillos de peluches increíblemente cómodos y tibios y por lo menos llevarme cinco y no compartirlos con nadie.

Bueno, tal vez con Zu. Tal vez.

—¿Qué sucede?

Salí de mis infantiles pensamientos y me concentré en Ruby y Zu, por quienes dejamos de caminar.

—¿Qué pasa? —quise saber yo.

Zu nos señaló con la mirada a nuestras manos unidas.

—¿No te gusta?

Zu bufó y rodó los ojos, frustrada porque no la entendíamos, y tal reacción me hizo sonreír. Luego, ella nos soltó las manos y caminó hacia un estante de donde cogió una tostadora y la sacó de su caja, mostrándonosla.

—Creo que aún no entendemos —dije con una sonrisa burlona. Zu me miró como diciendo que me callara y yo me reí.

Entonces ella se quitó un guante y pasó los dedos por la tostadora, y el aparato duró unos segundos en empezar a trabajar una vez que Zu cerró los ojos para concentrarse. Cinco segundos después, la tostadora comenzó a derretirse en algunas partes y a echar humo, por lo que Ruby le pidió que lo dejara.

Y lo entendí.

—¿Crees que pasará eso si te tocamos? —le pregunté suavemente mientras me le acercaba y volvía a tomarle la mano—. Sé lo que se siente tener miedo a tocar a alguien porque en el momento en que mis poderes aparecieron creó tal caos que hasta yo misma temía de tocarme. Y aunque parezca que confío en mis facultades, no lo hago, pero sé que no voy a herir a las personas que confío. —Le sonreí y le pasé los dedos por la mejilla en una linda caricia—. Y tú jamás podrías hacernos daño porque sabes que somos buenas y confías en nosotras.

Algo en la mirada de Zu se relajó y los labios se le tensaron en una diminuta sonrisa mientras un tierno color rosa le coloreaba las mejillas. Ruby pasó junto a mí y le dio un beso en la cabeza, guiñándome el ojo en el proceso, y seguimos deambulando por el mall.

Debo admitir que me sentía satisfecha. Zu era una pequeña que ha estado sufriendo desde antes que yo y siempre le ha tenido temor a sus poderes, tanto que era muy probable que las experiencias que ha sufrido la han llevado a callarse y nunca decir nada. Sin embargo, saber que mis palabras la hacían sentir mejor en cuanto a ella misma me hacía sentir bastante bien. Útil, para más decir.

Game of Survival | The Darkest Mindsحيث تعيش القصص. اكتشف الآن