Game of Survival | The Darkest Minds

Capítulo 3. Enfermería

       CUANDO DESPERTÉ TODAVÍA SENTÍA UN LEVE PITIDO EN LOS OÍDOS. Incluso, aún podía sentir el sabor amargo de mi sangre en la lengua, mi garganta estaba horriblemente seca y el cuerpo sumamente acalorado. Oh, y también que me tenían aferrada a la camilla con unas esposas de velcro.

Sí, me encontraba en la Enfermería de Thurmond, donde todo comenzó.

Era la tercera vez en dos semanas que terminaba aquí, siempre tras una simulación del Ruido Blanco, e incluso así me costaba horas regresar a la normalidad sin dejar de sentirme acalorada todo el tiempo, con fiebre y escalofríos, sintiendo espasmos en mi mano izquierda y un humor de perros. No sé qué hora era, estaba hambrienta y lo más probable era que me había perdido la cena. Sin embargo, no tenía idea de cuán hambrienta estaba pues de repente una mujer de piel clara y cabello rubio uniformada con un uniforme de cirujana color azul y una bata blanca apareció ante mí. Parpadeé un par de veces para dejar de verla doble y la descubrí mirándome con una sonrisa a medias.

No he tenido muchas visitas a la Enfermería, pero estaba segura que la mujer frente a mí era la doctora más joven he visto en Thurmond.

—Soy la doctora Begbie —se presentó—. Trabajo para Leda Corporation voluntariamente.

No hice más que mirarla, sin darle el lujo de detectar mis emociones por mi expresión corporal. Me mantuve impasible, a pesar de lo mareada y sedienta que me encontraba.

—Somos una gran empresa que se dedica a la investigación y a enviar médicos a los campamentos para cuidar de muchachos como tú. Si quieres, puedes llamarme Cate y olvidarte de toda la formalidad.

Entrecerré los ojos, tratando de averiguar sus intenciones luego de tal información que me acababa de dar. Era muy probable que no sea de fiar y que simplemente quiera de mi ADN para hacer sabrá Dios qué cosa. Aunque claro, no me importaba en lo más mínimo porque al final yo no iba a salir de aquí jamás.

—¿Sabes la razón por la que estás aquí, Vivianne? ¿Te acuerdas un poco de lo que pasó?

Arqueé una ceja cuando escuché mi nombre salir de su boca, pero tampoco contesté porque me beneficiaba si no hablaba con adultos cerca. Son tan chismoso, escuchan cualquier cosa y piensan lo contrario.

—Pusieron en marcha el Control Calmante por una pelea que hubo en la Cantina. Al parecer, la situación... se descontroló.

Control Calmante era como soldados y gente de rango más alto se referían al Ruido Blanco, cosa que utilizaban para "tranquilizarnos", sabiendo perfectamente que lo único que hacía era herirnos a tal punto de hacernos perder la conciencia. Ahora, activaron el Ruido Blanco por todo el campamento, lo que significa que algo sí que se descontroló porque sólo lo accionan en áreas específicas, dependiendo de dónde se encuentra el problema.

Éste, al parecer, era tan grave que debieron activarlo en el campamento completo.

Observé a la doctora liberarme de las ataduras de velcro. De forma inconsciente me llevé una mano a la nariz y lo siguiente que vi fue la yema de mis dedos índice y corazón manchados de sangre. Sin embargo, lo que me sorprendió fue el hecho de sentir mi piel tan caliente cuando mis dedos hicieron contacto con mi rostro. Estaba ardiendo, literalmente. El mareo que llevaba soportando empeoró cuando la doctora oprimió el botón que hacía que la camilla se acomodé sola y terminé sentada, sintiendo mi cabeza más pesada de lo normal y como si más sangre saliera de mi nariz.

Cerré los ojos y traté de calmar mi acelerada respiración, pero cuando sentí el contacto de una mano en mi brazo izquierdo, reaccioné rápidamente y aparté de un manotazo la mano de la doctora.