[HISTORIA BASADA EN LOS LIBROS, NO EN LA PELÍCULA]
Vivianne McClean era una chica que soñaba a lo grande, dispuesta a tener su propia compañía de revistas, siempre carismática y amable, de gran corazón y siempre ahí para ayudar a los demás. Claro, t...
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ESCUCHÉ CON ATENCIÓN —QUIZÁ DEMASIADA— A LOS CHICOS AZULES MIENTRAS SE PRESENTABAN Y NOS CONTABAN DE CUÁL CAMPAMENTO VENÍAN. El de cabello castaño, quien supuestamente era el líder, se llamaba Greg y era de Virginia, Mechanicsville; el pelirrojo, a quien le había quitado el arma, no se quiso presentar pero sus compañeros se referían a él como Collins y Ruby me susurró que pensaba que era de Pensilvania; y los rubios —hermanos— se llamaban Kyle y Kevin, y en mi mente se formuló una burla sobre las iniciales iguales de sus nombres, pero me contuve al recordar que estaba haciendo como una especie de guardia, protegiendo a mi grupo de estos idiotas Azules.
Los observé a cada uno mientras relataban cómo habían huido de su campamento en Nueva York mientras, extrañamente, los estaban trasladando a otro campamento. Y debo resaltar el hecho de que pasaron sus vidas encerrados alrededor de chicos, porque era solo para varones, cosa que, nuevamente, era muy extraño. Ahora, gracias a esto podía notar cierta conducta que los cuatro muchachos empezaban a mostrar con Ruby y conmigo presentes.
O me estaba imaginando cosas y ya. Tenía la defensa bastante alta, esperando cualquier movimiento para, de ser necesario, atacarlos y escapar.
Me metí una patata frita a la boca mientras los demás seguían hablando.
—Nos querían llevar a unas instalaciones de experimentación en Maryland —informó Greg, el líder, y por la forma en que lo dijo probablemente quería que pensáramos que estaba escapando de una especie de misión imposible.
Baboso.
—Es sorprendente cuanta información les dieron —respondió Ruby, pero por la expresión ceñuda de su rostro me di cuenta de que no se tragaba ni una sola palabra—.¿Crees que era allí donde los querían llevar?
Collins, el pelirrojo, rodó los ojos.
—No, era obvio que estaban siguiendo órdenes para librarse de nosotros.
—¿Entonces una tormenta inundó la carretera, su autobús se volcó y lograron escapar? —repetí las mismas palabras que ellos contaron cuando relataron su historia con escepticismo—. ¿Así nada más?
Claro, porque la Madre Naturaleza era tan buena que les trajo una tormenta tipo El Arca de Noé y los rescata para empezar una vida estilo La Santa Biblia. Simplemente no tenía sentido. Quiero decir, ¿cómo rayos puede ser tan fácil cuando a nosotros nos llevan persiguiendo por días? ¿O es que acaso les gusta tanto deslizar alguna mentira dentro de su historia para hacerla más, digamos, entretenida?
En serio que me sorprende lo que la gente hace con tal de querer un poquito de "fama".
Los cuatro simplemente se encogieron de hombros, asintiendo.
—Vivimos escondidos desde ese entonces. Me llevó unos seis meses hacerle saber a mis padres que estaba bien y libre, y otros tres más en recibir sus respuestas...
