La pateó intentando abrirla pero no logró moverla ni un poco.

—Parece la puerta de alguna bóveda– Hoseok respiró profundo —habrá que usar soplete para tumbarla– apuntó a la perilla.

—Llama a alguien que venga a abrirla– pidió Namjoon y Hoseok obedeció —algo me dice que encontraremos una gran sorpresa–.

—Llama a alguien que venga a abrirla– pidió Namjoon y Hoseok obedeció —algo me dice que encontraremos una gran sorpresa–

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—¡Kookie!– Taehyung brincó sobre el pelinegro aún dormido en la cama —¡despierta! Necesito que me des de comer–.

Jungkook abrió un ojo adormilado y observó al chico sentado a horcajadas sobre él.

—Te follé toda la noche, estoy cansado– se quejó.

—Esas deberían ser mis palabras– Taehyung esbozó un puchero y volvió a brincar sobre Jungkook, asegurándose de rozar su trasero contra la íngle del menor.

—¿Cómo puedes andar como si nada?– se sorprendió, incorporándose ligeramente —no fuí precisamente amable ayer–.

—Tú nunca eres amable– Taehyung se inclinó para besar a Jungkook en los labios —apestas–.

—Fuiste tú quien me besó– apartó al pelirrojo para ponerse en pie finalmente.

Taehyung aguardó pacientemente mientras Jungkook cepillaba sus dientes y se colocaba una playera floja para después volver y tomar al mayor de la mano. Ambos bajaron las escaleras hasta el comedor y Jungkook se sorprendió de no ver a algún muerto en su mesa.

Le preparó algo rápido a Taehyung, ignorando las lenguas mutiladas, los ojos y el pedazo de piel que su pelirrojo favorito conservaba en la nevera cuando se acercó a sacar el jugo. Desayunaron mientras Taehyung le relataba su sueño de asesinar a alguien en la cabina de un taxi e intentaba convencerlo de tratar de unir las cabezas de dos personas aún vivas para que fueran algo así como siameses. Jungkook sonreía mientras decía si podían intentarlo o no.

Entonces alguien llamó a la puerta.

Taehyung alzó el cuello intentando divisar algo desde su posición sentado en la mesa del comedor. Entrecerró los ojos y luego frunció el ceño.

—Es ese puto policía de nuevo– gruñó como gatito molesto.

Jungkook tuvo un mal presentimiento.

—Yo me encargo– dijo y se puso en pie para atender, sintió que Taehyung lo seguía.

Al abrir la puerta, Min Yoongi se encontraba observando la puerta que daba a la cochera de la casa como si hubiera visto algo sumamente interesante.

—¿Algún problema, oficial?– Jungkook habló sin mucha amabilidad esta vez, Yoongi empezaba a colmarle la paciencia.

—De hecho si– sonrió el detective —¿puedo pasar?– y antes de que pudieran responderle agregó —gracias– y pasó al interior.

Sweet Killer::KVWhere stories live. Discover now