27

38.6K 6.4K 5.2K
                                    

Jungkook volvió a leer la nota sintiendo que algo parecido a la ira, el temor y el pánico escalaba por todo su cuerpo. En ese instante deseó poder golpear algo pero no era momento para perder la razón. Debía moverse rápido.

Taehyung había ido a entregarse el muy idiota ¿por qué quería tanto a alguien tan idiota como él? No lo entendía.

Sentía su corazón martillando en su pecho, sus más grandes miedos, aquellos que ni siquiera sabía que tenía, lo ahogaban lentamente. Sabía que debía calmarse, debía actuar con sangre fría o no lograría nada. Ir tras Taehyung en ese momento sería inútil, sólo lograría que los atraparan a ambos. De nuevo le subió la rabia al pensar que Taehyung había sido tan irresponsable para ir a entregarse y dejarle simplemente una nota diciendo adiós.

Su garganta se secó. No volvería a verlo jamás.

No, no, no. Se suponía que debía ser él quien fuera a prisión y no Taehyung. Si algo le pasaba en ese lugar tan horrible no se lo perdonaría. Todo mundo sabía lo que ocurría en las prisiones. Violaciones, asesinatos, peleas y un sinfín de horrores más que seguro ni se imaginaba. Taehyung era un demente incluso mucho peor que algunos de los que probablemente se encontraban en prisión pero aún así Jungkook sentía que moría de terror al imaginar que lo lastimarían.

Se negaba a dejar que lo tocaran. Sabía que estaba siendo terriblemente estúpido pero debía hacerlo, tenía que hacerlo. Debía ir por Taehyung. ¿A dónde? La comisaría obviamente. Seguro lo interrogarían antes que nada, tenía menos de dos horas para ingeniar y preparar un plan sin duda descabellado.

Ir a un lugar lleno de policías y detectives para sacar a un prisionero era algo tan irreal, digno de películas hollywoodenses. Él no era un jodido hombre de acero, no podía esquivar balas o vencer a treinta hombres sólo con sus puños. Estaba loco si creía que iría allá, mataría a todos, sacaría a Taehyung, escaparían y tendrían su "y vivieron felices para siempre".

Iba a morir. Ambos lo harían.

Pero no podía quedarse sin hacer nada, simplemente no podía dejarlo así. Habría sido tan diferente si hubiera sido él quien se hubiera entregado. Habría estado mucho más tranquilo sabiendo que Taehyung estaba libre y no de éste modo.

Entre más pensaba menos se concentraba. No tenía nada en mente salvo entrar al lugar y disparar a todos. Obviamente moriría ahí mismo y sus esfuerzos serían patéticos y en vano pero no podía pensar en nada más, su cabeza estaba en blanco.

—¿Qué debo hacer?– se preguntó, notando que había perdido valiosos minutos sumido en sus pensamientos.

Irían por él, sin duda la distracción de Taehyung no los detendría por tanto tiempo, menos aún cuando descubrieran lo que había dejado atrás en su antigua casa. Seguro aún no estaba habitada, las personas que se la compraron ni siquiera eran de Seúl y con una orden sería muy fácil que desmantelaran todo.

—Muy bien– tomó aliento, tratando de moverse —iré por tí, tomatito–.

—Muy bien– tomó aliento, tratando de moverse —iré por tí, tomatito–

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sweet Killer::KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora