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Taehyung observaba trabajar a Jungkook sentado en los peldaños que daban a la puerta principal de la casa mientras tomaba chocolate caliente. Jungkook terminaba de apilar las cajas de cartón cerca del contenedor de basura y cada vez que suspiraba una nube de viento gélido se dibujaba frente a su rostro. La temperatura continuaba descendiendo y aún así Taehyung llevaba las piernas desnudas vistiendo únicamente una camisa de algodón que había tomado prestada de Jungkook.

—Te ves tan sexy– felicitó Taehyung.

Jungkook le lanzó una mirada austera.

—Si estuvieras aquí ayudándome también te verías jodidamente sexy– dijo.

Taehyung fingió que no lo escuchaba y siguió bebiendo de su bebida. Le había tomado cerca de dos días terminar de desempacar, ahora empezaba a considerar el acondicionar el sótano para todas esas personas que a Taehyung se le antojara asesinar. Jungkook había imaginado que no volvería a asesinar a nadie en mucho tiempo pero al parecer sus planes debían cambiar.

Nuevamente, cruzó por su cabeza el asesinar a Taehyung y deshacerse finalmente de él pero...

El sonido de neúmaticos chillando por el camino de gravilla que daba a la casa rodeada por maleza boscosa llamó su atención. Jungkook giró sólo para ver llegar un Cadillac negro con las caracterizticas luces azul y roja que representaban a las autoridades policíacas encendidas, sin embargo la sirena no había sido sonada.

Jungkook se tensó al ver el auto estacionándose justo frente a ellos. Lanzó una rápida mirada hacía Taehyung quien veía todo desde su lugar muy tranquilamente relamiendo sus labios llenos de chocolate.

Comportate, advirtió con una mirada tensa pero el rubio no parecía siquiera preocupado.

Del auto descendieron tres hombres de aspecto autoritario enfundados en ropa oscura y formal. Jungkook se enderezó esperando los pasos largos de aquellos tres desconocidos.

—Buen día– saludó uno de ellos, un moreno alto —teniente Kim Namjoon– se presentó mostrando su placa —ellos son mis compañeros, el teniente Jung y el cápitan Min– continuó señalando a los otros dos. —Somos del departamento de crímenes especiales ¿podríamos hablar un momento con ustedes?– los ojos del agente se desviaron ligeramente hacía Taehyung.

—Por supuesto, ¿en que podemos ayudarle, oficial?– habló Jungkook con voz amable y ensayada.

El agente Kim mostró una fotografía de un rostro bastante familiar y Jungkook sintió su sangre bombear más de prisa.

—¿Conoce a éste hombre?–.

—Si, señor– asintió Jungkook de inmediato —es nuestro vecino, se presentó con nosotros hace dos días–.

Jungkook sintió la mirada calculadora de uno de los hombres barrer sobre él con intensidad. El cápitan Min se movía como un felino recorriendo cada pequeño detalle de manera minuciosa con aquellos ojos profundos. Sus pasos se detuvieron cerca de Taehyung y sus piernas desnudas.

—¿A qué hora fue eso?– Namjoon continuaba la interrogación mientras su compañero el agente Jung anotaba.

—Cerca de las nueve de la mañana– respondió Jungkook, cruzándose de brazos —¿pasó algo, oficial?–.

—Me temo que sí, el joven Soohyun desapareció ese mismo día y según testimonio de su hermano, quien vive con él, Soohyun vino con ustedes pero jamás volvió ¿sabe o escuchó algo al respecto?–.

Jungkook negó asegurándose de dibujar su mejor gesto de consternación, sintiendo la adrenalina subir por su cuerpo.

—No escuché nada de eso, Soohyun vino pero no permaneció aquí salvo unos pocos minutos, él sólo...–

Sweet Killer::KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora