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—Era una gran chico...– la mujer habló con lágrimas en los ojos —mi Jiminie era tan amable y sonriente, era el tipo de persona que iluminaba el lugar donde se encontrara–.

Yoongi observó a la señora Park, notando la manera dolorosa en la que apretaba los puños cada vez que pronunciaba la palabra "era" como si aún no se resignara.

—Jamás creímos que algo así pudiera ocurrir– intervinó el señor Park, él hablaba más con rencor y no tanto con dolor. —Nos arrebataron un enorme pedazo de corazón–.

Yoongi analizó la forma en la que ellos se dieron apoyo mutuamente sujetando sus manos mientras lágrimas amargas rodaban por sus mejillas. Era fácil deducir que se trataba de una familia unida y amorosa.

—Los informes decían que su mascota fue encontrada decapitada, un perro ¿cierto?– habló el oficial.

Ellos asintieron.

—Dijeron que era probable que quien lo hizo pudo haber entrado por la puerta trasera y por ello asesinó al perro pero la lluvia se llevó todo rastro de huellas útiles– explicó el señor Park con impotencia.

—¿Les entregaron el cuerpo de su mascota?– ambos asintieron al mismo tiempo —sé que esto sonara extraño pero necesito su permiso para exhumar el cuerpo del animal–.

—¿Por qué?– la señora Park habló con ojos muy abiertos —ya lo habían examinado antes–.

—Lo sé, es sólo que no confío en otras personas que no pertenezcan a mi unidad– sonrió levemente —además, ¿podría ver la habitación de su hijo?–.

Una mirada preocupada revoloteó entre los señores Park, desconfiados y dolidos. Yoongi se aclaró la garganta antes de hablar nuevamente.

—Les aseguro que encontraré a quien hizo todo ésto, pero necesito su ayuda–.

La mujer se impulsó un poco al frente hasta que sus ojos lagrimosos lo observaron fijamente.

—Sólo asegurese de traerme el cuerpo de mi niño– pidió ella, conteniendo un sollozo.

Yoongi asintió al tiempo que ella se ponía en pie para indicarle el camino hacía la habitación de su hijo.

—La deje justo como estaba...– explicó cuando empujó la puerta e invitó a pasar al detective.

Yoongi se detuvo apenas avanzar unos pasos notando la incómodidad y la tristeza en los ojos de la mujer quien observaba el espacio con un gesto innegable de dolor.

—No tiene que estar aquí– dijo él —yo iré a buscarlos en cuanto termine–.

La señora Park ni siquiera dudó antes de salir de la habitación déjandolo solo. Yoongi se paseó alrededor. Había una cama individual pegada a la esquina derecha junto a la ventana, repisas llenas de libros de fantasía y romance juvenil, pósters de bandas clásicas y bailarines de ballet famosos. La puerta del armario estaba abierta y desde ahí se alcanzaba a divisar la ropa colgando y los zapatos extrañamente bien acomodados.

Sin duda lo que más llamaba la atención era la cantidad de trofeos académicos y deportivos. Medallas de campeonato de ajedrez, trofeos de natación, baile contemporáneo y atletismo, reconocimientos, diplomas en ciencia física y química.

—Tenías una gran vida por delante, Park Jimin– murmuró Yoongi mientras seguía paseando por la habitación.

Ni siquiera estaba seguro de lo que buscaba, simplemente quería explorar un poco el tipo de vida que aquel chico había tenido, quizás porque en el fondo era el tipo de vida que él siempre había ahnelado, familiar y amorosa.

Sweet Killer::KVOn viuen les histories. Descobreix ara