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Sentí un profundo dolor en mi pecho y eso me obligó a abrir mis ojos de golpe. Pronto sentí como unas lágrimas caían por mi rostro y un nudo se formaba en mi garganta.

¿Por qué estaba llorando sin ningún motivo?
Me sentía tonta y también me sentía sensible.

Ese sueño había sido muy real.

Era difícil contener las lágrimas por lo que me largué a llorar en silencio evitando soltar sollozos muy sonoros.

Mi corazón se sentía destrozado, y es que yo era experta en creer los sueños como si fueran realidad, dar todo por hecho y sufrir por ello.

Estaba en pleno llanto cuando siento como algo a mi lado en la cama se mueve bruscamente. Quedé en silencio incluso sin respirar, mi corazón latía a mil por hora y es que no recordaba que Goon y yo hubiéramos acordado hacer una pijamada.

—¿Acaso estas llorando? —su voz me erizo la piel y estuve a punto de lanzarme de la cama al suelo por el susto, pero su brazo rodeo mi cintura apegándome con fuera a él—¿Por qué estas llorando?.

No recuerdo el momento en el cual el se quedó a dormir aquí, de hecho ayer estuvimos viendo películas por la tarde y luego él se fue a su casa, bueno, tuve que sacarlo de casa porque no se quería ir.

Seque torpemente mis lágrimas e intenté deshacerme de su agarre pero él simplemente aumentó su fuerza.

—Na Jaemin ¿que haces aquí? —pregunté removiendome en mi sitio girandome a él. Fue difícil hacer aquello ya que su brazo me sujetaba bien y me quitaba gran movilidad.

—No me has respondido. —respondió con los ojos aún entrecerrados. Sus mejillas estabas sonrojadas y su cabello totalmente despeinado. Jaemin con ese aspecto no me dejaba concentrarme bien—¿Por qué estabas llorando?.

Entonces lo recordé y volví a sentir esa fuerte punzada en mi pecho.
Jaemin me dejaba, él simplemente desaparecía de mi vida y rompía su promesa de volver. Yo me quedaba con la amargura de un corazón roto y la ignorancia de su actual paradero. Desaparecía de mi vida como si nunca hubiera sido parte de ella.

Ese sentimiento de soledad y tristeza que me atormentaron en aquel sueño provocaron que nuevamente mis ojos se humedecieran.

El chico que me mantenía sujeta a él frotó su rostro contra la almohada y abrió mejor sus ojos. Su ceño se frunció en una expresión de tristeza al ver como mis lágrimas volvían a caer.

—Linda, ¿por qué estás llorando? —preguntó con un tono triste.

Y me aferre a él con tanta fuerza que posiblemente le haya hecho doler algo. Enterre mi rostro en su pecho y me cerciore de esa forma que él seguía allí, que aún estaba conmigo y que nunca se iría.

Sus brazos me sujetaron y giraron con fuerza haciendo que ahora quedara encima de él. Oculte mejor mi rostro en su cuello y aspire su olor que ahora se mezclaba con el olor de mi colonia que se impregnaba en la almohada en la que él estaba recostado ahora.

—Estoy aquí, nada malo va a pasar. No te voy a dejar. —y eso era lo que necesitaba oír. "No te voy a dejar". Oírlo de su boca y no en un sueño. Sentirlo conmigo, poder oír como respira y los latidos de su corazón, su risa y sus quejos. ¿Acaso había llegado a quererlo tanto que sentía esa extraña clase de necesidad de él? No era solo necesidad física, necesitaba su presencia, saber que estaba allí y que yo era la privilegiada de recibir toda su atención.

No hablé más, yo sabía que él no se burlaria de mis inseguridades, pero ya había oído lo que necesitaba oír, con palabras firmes y con seguridad. El solo hecho de que esté consolando a su extraña novia que despierta llorando y no da ninguna explicación, me demostraba que lo que decía era cierto, él no se iría.

MY FAVORITE BAD BOY | Na Jaemin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora