MY FAVORITE BAD BOY | Na Jaemin |

【 08 】

¡Que lindo sábado!

Es tan bueno cuando mamá me levanta temprano con un agradable grito ensordecedor al pie de la puerta. La amo.

Y son... ¡Las 7 de la mañana!

¡¿Quien mierda se levanta un sábado a las 7 de la mañana?!

Es cierto. Mamá lo hace.

No, no iba a hacerlo, no iba a levantarme solo por que mamá lo dice.

—¡¿Si no mueves tu trasero de la cama puedes irte olvidando de tu teléfono?!— abrió de nuevo la puerta y lanzó otro grito.

Bien ¡Este es un lindo día para despertar temprano!

Por nada del mundo quería perder mi teléfono, así que, prefiero hacer el grandisimo sacrificio de acortar mis doce horas de sueño respectivo de los sábados, a quedarme sin mi movil.

Tendi mi cama y abrí las ventanas de la habitación para que entre algo de luz, probablemente mamá lo haría después, pero no quiero que me heche en cara que ni siquiera puedo colaborar abriendo unas jodidas cortinas.

Aún en pijama bajé por las escaleras.

— ¿Cuál es el escándalo? — pregunté en cuanto vi a mamá en la sala.

Dirigió su mirada a mi.

— Goon a vomitado — habló señalando a la nombrada, quien estaba tirada sobre el piso.

— Jaehyun debe llevarla al veterinario — encogi mis hombros.

— Jaehyun está estudiando ¿Puedes llevarla tú?.

Aquello no era una pregunta, obviamente era una orden; solo lo decía para no romper con la costumbre de la democracia.

— Yo también debo estudiar — alcé mis cejas en modo obvio.

— Las dos aquí sabemos que no es cierto — mamá levantó las cejas en el mismo ánimo que yo.

Tratar de negarle algo a mamá es más que imposible.

— Está bien, yo llevo a Goon al veterinario — suspire rendida.

Aquel Silky Terrier mordía y tragaba cualquier mierda que encontraba a su paso, no me sorprende que ahora quiera expulsar toda esa porquería.

Subí de nuevo a mi habitación, debía ducharme para despertar un poco, no quería que aquel veterinario apuesto que trataba a Goon me viese con la cara de muerta que en este mismo momento debía tener.

Sábado temprano, ¿Que ropa debía usar?

¡Da lo mismo!

El único atuendo que debería levar el resto del día es mi cómoda pijama.

Luego de vestirme e intentar peinarme bajé de la segunda planta.

— ¿Y mi desayuno? — pregunté extrañada al no ver nada sobre la mesa del comedor.

— Te compras algo por ahí y también haces pasear a Goon — mamá me entregó una cantidad de dinero considerable, estas cosas no pasan todos los días.

— Goon regresara sana y feliz — cogi el dinero de sus manos antes que se le ocurra cambiar de opinión.

Busqué la correa y el arnés de la mascota en el desván, se los coloqué y salí con ella.

—¡Con cuidado!— gritó mamá antes de que me perdiera del otro lado de la puerta.

Goon no se veía tan mal, mi brazo estaba empezando a doler de tanto que ella tiraba de la correa.