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— ¿Tú? ¿Entregando la tarea a tiempo?.

Yo con todos mis buenos ánimos entregando mis trabajos, a pesar de haberme quedado toda la jodida noche escribiendo, y el profesor bromea con mi responsabilidad de esa manera.

¡Blasfemia!

Cambié mi expresión a una algo seria.

— Bien, puedes volver a tu sitio —me hizo un ademán con la mano indicando que vuelva a mi sitio.

Suspiré y volví a mi asiento.

Gracias al cielo que el Karma existe, lo he comprobado con mi propia vida.

Los lunes siempre me cansaba de más, parecía como si las horas de clases pasaban más lentamente y cada vez tenía más hambre y me dolía más el trasero por la puta dura silla de madera.

En fin.
Ya me estoy acostumbrando a pasar los descansos sola. He caído en cuenta lo crítico que es tener una sola amiga para pasar todo el tiempo, y luego, cuando la pierdes, te quedas completamente sola.

Al menos al salir de la escuela vería a Jaemin y no me aburriría tanto.

Sonreí inconscientemente al recordar a Jaemin en su modo niño, hablándole al peluche como si de alguien con vida propia se tratase, las bromas que hacía y las reacciones impredecibles que tenía.

Realmente era muy divertido pasar tiempo con él. Siento que se me hizo muy fácil la cercanía con Jaemin, ha de ser porque tengo un hermano hombre y de cierta forma no me siento tan incómoda con él, lo siento como mi hermano.

La última campana me hizo saltar de mi sitio, no por el susto, sino, por la emoción de salir al fin de aquella cárcel.

Libertad, libertad, que linda libertad.

Guardé a toda prisa mis cosas y empecé a caminar a gran velocidad por los pasillos.

— ¡Libertad! —grité en cuanto estuve fuera de los territorios de la escuela.

Tomé mi bicicleta y me dispuse a buscar con mi vista por algún lado, alguna señal del zángano ese que ahora lleva nombre de "amigo".

Me sentí algo desanimada al llevar más de cinco minutos parada y no percibir la molesta presencia de Jaemin.

Saqué mi móvil y decidí llamarlo.

En cuanto prendí la pantalla, me di cuenta que tenía algunos notificaciones; mensajes de Jaemin.

Me castigaron y me tengo que quedar un ahora en el aula de detención, no podré ir. Lo siento :(.


Leí su mensaje y me sentí algo desalentada.
Lo pensé, por un buen rato, y decidí que era buena idea irlo a buscar a su escuela, él venía siempre a la mía y, al menos por una vez, debía hacer yo lo mismo.

Mi mente funciono y logré recordar que Jaemin anotó la dirección de su casa en mi teléfono y la de su escuela también, según él para cuando quiera visitar a Goon.

Algún día lo visitaría, hoy iría a su escuela.

Tomé mi bicicleta y me dirigí al lugar, afortunadamente no era tan desubicada en cuanto a direcciones se trataba.

Para mi grandiosa suerte no encontré muchos carros en el camino, a decir verdad, la escuela de Jaemin no se encontraba demasiado lejos de la mía.

Me detuve un momento en el camino para comprar algunas bebidas, tenía hambre y por suerte, también dinero.

Llegué a la zona donde se supone debía estar la escuela de Jaemin, esta se veía algo exclusiva, las casas eran grandes y lujosas, y todo era callado con aire de gente de oficina.

MY FAVORITE BAD BOY | Na Jaemin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora