MY FAVORITE BAD BOY | Na Jaemin |

【 15 】

—¡Que demonios!— salté de mi cama al oir el estruendoso ruido que producía aquella campana constante.

¿Alguien me recuerda porqué puse alarma?

Quedé por un momento en blanco, aún mi mente volaba en el sueño y no lograba recordar nada de lo que había hecho en la semana, con suerte recordaba donde estaba.

¡Jaemin!

Mi mente se iluminó y recordé el motivo de la alarma.

Son las... 8:45 y he quedado con Jaemin a encontrarme a las 10:30. ¿Tal vez debería darme prisa? Considerando el hecho que el tiempo me odia y cuando ve que voy temprano mágicamente se adelanta, sí, debería darme prisa.

Me levanté y estire mi cuerpo levantando mis manos y parandome en la punta de los pies.

—¡Tú Niña...

Giré asustada en dirección a la puerta, el lugar de donde provino aquel grito.

—Oh, ¿Ya estás despierta?— mamá me miró con extrañeza.

—Sí...— respondí aún algo adormitada.

—¿Hay algún motivo en especial?— levantó una ceja.

—Ahm ¡Sí!— corrí hacía ella luego de recordar que no le había pedido permiso —Mamá ¿Puedo salir hoy?

Mamá me miró algo incrédula, estoy corriendo el riesgo de que me diga que no.

—Bien, con tal de que no andes pululando por ahí como alma en pena y estes intentando robarme la comida como si yo no me diera cuenta, puedes largarte— respondió con tal ligereza, encogió sus hombros y se marchó.

—¡Gracias mami!— le grité antes de cerrar mi puerta totalmente ofendida.

¡Que maravillosa mamá! Vaya, yo juraba que era totalmente sigilosa.

Sacudi mi cabeza y traté de despertarme mejor.

¿Que me pondría?

Obviamente era Jaemin y no había motivo alguno para esforzarse en el atuendo. Entré a ducharme con algo de pereza y terminé luego de unos 15 minutos, vaya que tenía pereza. Logré encontrar algo simple para ponerme.

Recogí mi cabello en una coleta y en cuanto estuve totalmente lista bajé a la primera planta.

Un mensaje hizo vibrar mi teléfono.

—¡Buen día! Te espero en el lugar de antes.

Que especifico que eres Nana. ¿Acaso se referirá al lugar en donde nos encontrábamos para ver a Lin?

De seguro debe ser ahí.

—Mamá, dame dinero— forme una gran sonrisa cuadrada mostrando todos mis dientes.

—¿Vendrás a almorzar?— preguntó sin dirijirme la mirada.

—Estoy yendo sin desayunar y no, no creo que vuelva a almorzar— respondí encogiendo mis hombros.

—Bien, sobre la mesa hay algo de dinero, llevalo y utilizalo bien— su mirada seguía plantada en lo que sea que este haciendo.

Sin pensarlo corrí hacia la mesa y me aseguré de que no me estuviera estafando, en cuanto tuve el dinero en mis manos volvi donde mamá y le di un fuerte abrazo y un beso.

—¡Gracias!— grité para luego salir de casa.

En cuanto estuve fuera de casa respiré profundamente y me estire un poco. Bien, no tenia grandes expectativas sobre hoy, pero, cualquier cosa era mejor que andar de aburrida por ahí.