【 04 】

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—¿Y por qué debería aceptar tal estupidez? Es mi diario y no tienes el derecho a chantajearme con el.

Aquel idiota tenía una insoportable sonrisa arrogante que estoy empezando a odiar mucho, realmente mucho.

—Claro que puedo chantajearte, o, ¿prefieres que accidentalmente aquel cuaderno vaya a parar a manos de Mark?— ladeo su cabeza con una mirada cínica.

—Chantajista de mie...

—¡No!— no me dejó terminar, volvió a tapar mi boca con su mano —Ya te dije que las señoritas no hablan así.

Cogi su mano y con todas mis fuerzas logre quitarla de mi boca con un fuerte tirón. El respondió con una sonrisa burlona.

—¿Y bien?— levantó sus cejas esperando una respuesta.

Quería mi diario, pero aquello era una niñeria.

Pero llevo solo cinco minutos hablando con este tipo y siento que es un lunático, así que sí, sería muy capaz de averiguar quien es Mark y entregarle mi diario.

Por que, si sabía el nombre de Mark, es por que ya había leído mi diario.

Que despreciable eres...

—Na Jaemin— justo en aquel momento en el que me preguntaba que nombre podría tener este parásito, él respondió como si leyera mi mente —Un gusto Jung ___.

Claro, yo había anotado mi nombre con llamativos colores en un espacio de casi una página completa al inicio de mi diario.

—¡¿Como te atreves a leer mi diario?!— pellizque su brazo, sentía la necesidad de lastimarlo sí o sí.

—¡Auch!— se quejó sobando el lugar en donde lo pellizque.

En respuesta dio un jalón a un mechón de mi cabello.

—¡Auch!— lo mire enfurecida.

Agarre rápidamente un mechón de cabello suyo y lo tiré con mucha más fuerza.

Me miró ofendido.

—Bien, veremos si Mark te vuelve a hablar mañana— se dio la media vuelta y empezó a marcharse.

—¡Espera, espera!— corrí y me puse delante de él antes de que se marchará.

Esta era la oportunidad de salvar mi dignidad.

—Esta bien, acepto— no tenia otra opción más que aceptar su estúpido chantaje.

—Sabia decisión.

Fue lo último que dijo antes de rodearme y marcharse.

Hice caras y lo maldije mientras lo veía como se marchaba, hice eso hasta que logré perderlo de vista.

—Llegas tarde.
Lo primero que vi al entrar fue a una madre con los brazos cruzados y una mirada no tan amigable.

—Lo siento, pero, en mi defensa, necesito ya mi bicicleta— respondí colocandome en la misma posición que mamá.

—Jung ___...— mamá se llevó las manos a las cienes y empezó a masajearlas con sus dedos —Esa bicicleta esta hecha mierda.

Sí, si yo hablaba de esa forma es por que tenía una ejemplar maestra, mi madre.

—Pues lo lamento mucho de verdad pero, van a tener que comprarme otra.

—Yo no cago dinero, eso dicelo a tu padre— dejo de masajear sus cienes para cruzar de nuevo los brazos.

—¿Él si caga dinero?— respondí.

Unos segundos de silencio en el que ambas nos miramos sin decir nada.

MY FAVORITE BAD BOY | Na Jaemin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora