Capítulo 46

18 2 0
                                    

Madeline

Acerco mi nariz al jarrón de flores que la encargada de la floristería ha traído a la iglesia. Juntas hemos decorado los ventanales con guirnaldas hechas con rosas rojas, y hemos colocado varias flores de pascua. Parece un sueño. ¡Es una boda navideña! Por último, una sencilla cortina de luces ilumina la entrada por la cual Ginger entrará con su vestido de novia. La encargada entra con el último jarrón de rosas blancas que habíamos pedido.

-¡Maravilloso! - señalo un rincón. -¿Puedes ponerlo ahí?

La chica lo deposita en el suelo, y se levanta.

-Gracias. - susurro.

Ella me devuelve una sonrisa, y se marcha. Estas flores también huelen muy bien. Espero que a Ginger y a Oliver les guste esta decoración. Obviamente, he consultado cada paso con ellos y siempre han estado de acuerdo. Sin embargo, ¿y si al verlo cambian de idea?

-He traído el velo.

Esa voz tan familiar hace que dé media vuelta. Veo a Isabelle ahí parada, justo detrás de mí, con el velo de Ginger extendido en sus brazos. Parece triste, y la conozco demasiado bien como para saber que las ojeras acumuladas bajo su mirada son porque se ha pasado la noche en vela o ha estado llorando. Una parte de mí se alegra de tenerla a mi lado, pero la otra me recuerda lo que hizo. Me acerco a ella, tratando de ser amable.

-Gracias. - digo.

Ella me entrega el velo, y comienza a mirar a todos lados.

-¡Wow! - exclama, fascinada. -Maddie, has hecho magia en este lugar. Esta va a ser la boda navideña más bonita que he visto.

Sonrío tímidamente, agradeciéndole sus cumplidos.

-No me apetece hablar en estos momentos. 

-Vale, entonces hablaré yo. - se apresura a decir. -Solo he venido para decirte en persona cuánto lo siento. - la miro. -Mi intención era salvar el negocio, y la he fastidiado.

-Me has mentido. - recalco.

-Lo sé, y no te imaginas lo mucho que lo lamento.

Agacho la cabeza. Sería fácil perdonarla si sus actos solo me hubieran involucrado a mí. Sin embargo, no es así. Johnny también ha salido perjudicado.

-Ya he hablado con Johnny sobre esto, si te sirve de algo. - añade.

-¿Sabe que fuiste tú?

Ella asiente, a punto de llorar.

-Lo llamé anoche. - suspiro. -Odio pensar que no estáis juntos por mi culpa.

-De todas formas no iba a funcionar. - trato de ser realista. -Solo has acelerado lo inevitable.

Nos quedamos en silencio. Creo que, en el fondo, sí que me había hecho ilusiones con Johnny. Había pensado que, solo tal vez, lo nuestro podría funcionar. Nunca había conocido a un hombre como él. No obstante, lo mejor para ambos, después de comprobar que no somos capaces de confiar el uno en en otro de verdad, es que nos alejemos.

-No necesitamos a Johnny para obtener publicidad. - dice Isabelle, de repente. -He estado publicando tus ideas para organizar una boda en nuestra página web y hemos obtenido muchos comentarios positivos solo con eso. - mira alrededor. -Pero cuando la gente vea lo que has hecho aquí, el éxito será aún mayor.

-¿De verdad piensas eso?

-Estoy segura de ello. - me anima. -Todo esto es tuyo.

Una lágrima se desliza por mi mejilla.

-Bueno, nada de esto hubiera sido posible si no me hubieras convencido para aceptar el encargo. - digo. -Muchas gracias

Ambas sonreímos y nos miramos los pies, sabiendo cual es el próximo paso.

-¿Qué hacemos ahora? - pregunta. -¿Podemos seguir siendo socias? O lo que es más importante, ¿podemos seguir siendo amigas?

Las dos estamos llorando. Isabelle ha sido mi amiga desde que tengo uso de razón. Ambas nos embarcamos en el proyecto de abrir un negocio juntas. Forma parte de mi vida, y ha sabido perdonarme cuando he cometido algún error. ¿No es eso lo que haces por los que amas? 

-Supongo que una ruptura ya es suficiente. - me río, abriendo los brazos. -Ven aquí.

En menos de un segundo, Isabelle se abalanza sobre mí, y me envuelve con sus brazos. No sabía cuanto necesitaba un abrazo de mi amiga hasta este momento.

CÁSATE CONMIGO EN NAVIDADWhere stories live. Discover now