Capítulo 22

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Madeline

-Como te iba diciendo, no podemos hacer las invitaciones totalmente a mano. La boda está a la vuelta de la esquina, así que creo que la tecnología nos ayudará. - digo.

Con el desayuno a medio comer en una de las cafeterías de Fool's Gold, tecleo incansablemente en mi portátil, buscando junto a Ginger fondos para invitaciones de boda. He pensado que la invitación podrá estar escrita a mano, tal y como ella y Oliver quieren. Sin embargo, no tenemos tiempo para decorarla artesanalmente, por lo que elegiremos un fondo sencillo, rústico, pero ya hecho.

-¿Y no quedarán demasiado artificiales?

-No si las escribís personalmente sobre el fondo que escojáis. 

-¡Entonces adelante! - exclama Ginger.

Oliver asiente al lado de su prometida. A pesar de estar leyendo un libro sobre cardiología, presta atención a lo que decimos cada vez que Ginger le aprieta la mano derecha. Oliver levanta la vista por encima de nosotras, y soy consciente del sonido de unos pasos.

-Hey, Johnny. - lo saluda Oliver.

-Hey. - le da una palmada en el hombro. -¿Qué estás leyendo?

-"Hurst's the Heart", de John Willis Hurst.

Johnny asiente como si entendiera de qué va el libro. Seguidamente, su ojos azules se posan en mí. Después de lo que sentí anoche siento que debería evitar a Johnny, pero las circunstancias no permiten hacerlo en estos momentos. 

-Buenos días. - digo, tímidamente.

-Buenos días. - sonríe. -¿Qué es eso? 

Johnny señala los papeles que Ginger tiene entre manos.

-Invitaciones. - responde ella.

-Oh, no, no. - se quita el abrigo, y se sienta en la silla que quedaba libre. -Esto es una invitación.

Saca del bolsillo del abrigo una caja mediana de madera de color claro con un lacito verde encima.

-Desatas el lazo. La abres. 

La caja abierta es preciosa, y desprende un melancólico olor a...

-Pinos. - dice él. -Muy navideño. 

Saca una bola navideña de dentro de la cajita, y pulsa un botón, haciendo que la bola se abra, dando paso a un papel.

-La invitación se guarda dentro de la bola, como si fuera una matrioska rusa. Genial, ¿verdad?

Me encanta la idea de Johnny. Creo que es muy original, y perfecta para una boda navideña como esta. Sin embargo, el rostro de Ginger no refleja lo mismo que el mío.

-Es increíble. - logra articular. -Aunque estábamos pensando en algo más... así.

Ginger le muestra la invitación modelo que ya había escrito, y a partir de la cual haríamos todas las demás. Johnny coge la targeta, captando la intención de su hermana menos.

-Oh, es sencilla, barata... - la mira a ella. -¿No querías lo mejor?

-Johnny, no tienes idea de lo que feliz que me hace que puedas estar con nosotros en el día de mi boda, pero...

Ginger teme decir lo que viene a continuación. Se nota que Johnny solamente quiero lo mejor para la pareja, aunque a veces lo mejor no siempre es lo que más dinero cuesta.

-Tú eres la novia. - termino la frase.

Ginger me sonríe, agradecida, y vuelve a mirar a su hermano.

-Me gustaría elegir mis propias invitaciones.

-Lo siento, no pretendía presionarte. - se disculpa él. -Solo quiero que tu boda sea perfecta.

-Y será perfecta. - lo reconforta Ginger.

-Está bien. - se relaja apoyándose en el respaldo de la silla. -Lo entiendo.


CÁSATE CONMIGO EN NAVIDADWhere stories live. Discover now