Capítulo 21

20 2 0
                                    

Madeline

-¡Hey, Maddie! - exclama mi padre.

-¿Qué ocurre?

Entro algo apresurada al salón, y veo a mi padre sosteniendo la mochila.

-¿Esto es de Johnny?

Sí, es la mochila en la que Johnny siempre guarda un cuaderno con bastante secretismo. 

-Si te das prisa, aún puedes alcanzarlo. - dice mi madre.

-Ya habrá llegado a casa. 

La verdad es que no me apetecía salir en absoluto. En realidad, no me apetecía ver a Johnny. Desde que nuestras miradas se habían cruzado unos minutos antes de marcharse, siento una extraña sensación. No entiendo cómo no podía dejar de mirarlo.

-Cariño, probablemente necesite esto esta misma noche. - insiste mi madre.

Al final termino sonriendo. Sé que mis padres no descansarán hasta que encuentre a Johnny y le devuelva su mochila.

-Está bien. 

Rescato mi abrigo del perchero, y cojo la mochila. Abro la puerta de casa, y encuentro a Johnny ahí plantado. Parece estar ensimismado con los diminutos copos de nieve que inundan el cielo de esta noche.

-¡Johnny! - lo llamo.

Él se da media vuelta, tal vez algo sobresaltado.

-Mmm... Lo siento. - consigo articular. -Has... olvidado tu mochila.

Johnny se toca los hombros, dándose cuenta de su despite.

-Oh, gracias. - sonríe ampliamente.

Bajo las escaleras los más rápido posible, y camino por el paseo libre de nieve hasta llegar a él. Me resbalo a causa del suelo empapado y, antes de caer, la mano de Johnny me ayuda a mantener el equilibrio. Esbozo una tímida sonrisa de agradecimiento, y él me la devuelve. Tengo la sensación de que he interrumpido algo cuando he salido de casa. 

-¿Ocurre algo? - pregunto. -¿Estás bien?

Él continúa con la mirada casi perdida en el cielo, como si estuviera buscando algo.

-Sí, es solo que no había vuelto a ver nevar desde que era pequeño. - comenta, sin apenas apartar la mirada del cielo. -Los cristalitos que se quedan enganchados en las ramas de los árboles son sencillamente preciosos.

Me uno a él admirando cómo los pequeños copos caen delicadamente sobre Fool's Gold

-Es como si las pequeñas piezas de un puzzle se unieran para formar una obra de arte.

Cuando termino de hablar, noto como su mirada azul se posa en mí durante unos segundos.

-Sí, eso es. - dice.

La sensación que he sentido anteriormente vuelve a invadirme. Es como una ola de calor en pleno invierno. Mis ojos vuelven a clavarse en los suyos, ignorando las señales de huída de mi mente. No sé cómo logro sobreponer mi parte racional a lo que quiera que sea esa sensación.

-Bueno, buenas noches. - murmuro, apresurada.

Me alejo algunos pasos, deseando entrar en casa.

-Maddie.

-¿Sí? - me doy me vuelta.

-Mi mochila. - sonríe.

Me miro las manos, todavía sosteniendo la correa del tirante de su mochila.

-Oh, sí. 

Me acerco a él, y le entrego su mochila. No entiendo mi nerviosismo en estos momentos. Me tiemblan las piernas una barbaridad, y sé que no es a causa del frío. Hago lo que siempre hago cada vez que no quiero que los demás vean mis sentimientos: meter las manos en mis abrigo, y caminar recta y rápidamente hacia un lugar seguro, mi casa, en este caso.

-Buenas noches. - lo escucho decir.


CÁSATE CONMIGO EN NAVIDADWhere stories live. Discover now