Capítulo 2

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Madeline

Cierro la puerta de casa de mis padres tras de mí. El árbol ya está puesto, las luces están encendidas, y huele a hogar. Mi padre está ultimando la colocación de las pocas guirnaldas rojas que quedan por poner mientras que mi madre revisa una y otra vez el árbol de Navidad.

-¡Ya estoy en casa! - exclamo quitándome los guantes.

-¡Hey, pequeña! - saluda mi padre.

-¡Hey, Maddie! - le sigue mi madre. -¿Habéis terminado de decorar la tienda? 

Entro en la sala de estar, todavía con el abrigo puesto a pesar del calor hogareño que despide la chimenea.

-Casi, nos faltan algunas luces. ¿Os han sobrado?

-Sí, por supuesto.

Mi madre comienza a buscar las luces en una de las cajas que tiene esparcidas por todo el salón. Me sabe mal pedirles decoración navideña a ellos, sobre todo cuando sé que, si vendiéramos más vestidos al año, podríamos permitirnos nuestra propia decoración para la tienda.

-¿Sabéis que podríais hacer? - sugiere mi padre. -Coordinar las luces con el sonido de la música. Ya sabes, "Jingle bells, jingle bells, jingle all the way" - canta a la vez que mueve las guirnaldas en el aire marcando el ritmo del villancico.

-No creo que el presupuesto nos alcance. - me río. -Tal vez el año que viene.

-Estoy segura de que todo irá mejor este año en la tienda. - me anima mi madre entregándome las luces.

-Estamos haciendo todo lo posible para lograrlo.

Mi madre se acerca a mi padre, le enrolla una guirnalda al cuello, y le da un cariñoso beso en los labios.

-¿Podéis dejar de ser tan ñoños? - pregunto.

-Oh, ya encontrarás a alguien con quien ser "ñoño". Debes salir por ahí. - dice ella. -Han pasado tres años desde que Ted te dejó.

-Loretta... - interviene mi padre.

-Por favor, no vayas por ahí, mamá. - digo molesta por el comentario.

-Solo digo que...

-Sé lo que quieres decir, pero ¿sabes lo que me gustaría más por Navidad?

-Que tu madre dejara el tema de una vez. - suelta mi padre.

-¡Punto para el caballero!

Me acerco a mi padre con la mano en alto, y chocamos los cinco. Él sí que me entiende.

-¡Sí! - exclama él.

CÁSATE CONMIGO EN NAVIDADWhere stories live. Discover now