Capítulo 43

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Madeline 

-¡Oh, la cena estaba deliciosa, pequeña! - exclama mi padre, levantándose de la silla.

Sonrío, contenta. Hace bastante tiempo que no cocino para ellos, por lo que he aprovechado que hoy he salido un poco antes de la tienda para prepararles una cena especial. 

-Maddie, no has dejado de sonreír desde que has llegado a casa. - observa mi madre.

-No puedo evitarlo.

Me levanto de mi silla para recoger los platos antes de que lo haga ella. 

-Me gusta verte feliz, y... ¡No! - exclama.

Miro hacia mi padre y lo entiendo todo. Acaba de sentarse en el sofá, frente al televisor.

-Solo quiero ver cómo va el partido. - se excusa él.

-Nada de fútbol esta noche. - le regaña.

-Solo serán unos minutos.

-¡Ya está bien! - exclamo, riéndome, tras dejar los platos en el fregador.

Mi padre cambia de canal, buscando los deportes, y un conocido personaje sale en pantalla.

-¡Hey, es Johnny! - exclamo.

Automáticamente, y como si fuese producto de un hechizo, nos quedamos en silencio mirando el televisor y escuchando las palabras de la periodista.

"Y estas son imágenes de Johnny Blake y la nueva protagonista de 'El Abismo del Fuego 3', Natalie Fernández, compartiendo una cena muy íntima la pasada noche. ¿Podría estar Johnny fuera del mercado?"

Efectivamente, ahí está él. Cenando con una atractiva chica de cabello oscuro y ojos azules. Ella le susurra algo al oído, y él dibuja una pequeña sonrisa, para después regalarse una mirada cómplice.

-Cuando dijo que tenía una reunión no me imaginé esto. - murmuro.

-Maddie...

-Apágalo. - pido a mi padre.

-Cariño...

Me tambaleo unos pasos hasta llegar al sillón, justo al lado de mi padre. 

-Sabía que esto iba a ocurrir. - me reprocho. -No debí confiar en él. ¡Dios, soy una idiota! - escondo mi cabeza entre mi cabello. -¿Por qué nunca aprendo la lección?

-Oh, quizá estás exagerando. 

Miro a mi padre. Es tan bueno, siempre intenta calmar las cosas, quitarle hierro a los problemas. Sin embargo, lo que veo es lo que hay. 

-¿No has visto cómo la miraba? - suspiro, tratando de impedir que las lágrimas broten de mis ojos. -Todo era más fácil cuando yo solo era la organizadora de la boda de su hermana y él el que ponía el dinero. Dos profesionales.

CÁSATE CONMIGO EN NAVIDADWhere stories live. Discover now