C A P Í T U L O 66

1.4K 140 138
                                    

Amores paralelos.
Parte 1.

Sonic.

El asfalto de las calles reflejaba las brillantes luces de la ciudad en pequeños charcos de agua creados previamente a consecuencia de la llovizna.

—Te voy a humillar. —Alardeó mientras caminábamos en dirección al karaoke.

—Ya, ya, claro. —Reí. Me tomó del brazo y se recargó en mi hombro.

Mi actual pareja había venido a la ciudad por un asunto de contratos y eventos, aprovechó la ocasión para pasar a visitarme e invitarme a salir. Según tengo entendido, una vez lleguemos, nos reuniremos con un colega suyo.

—¿Con quién dices que nos veremos?

—Se llama Juventino Amiano, es un viejo amigo mío. —Solté una carcajada.

¿Ese es su nombre? Podría ser protagonista de una serie de narcotraficantes sin problema.

—No me imagino todo el bullying que recibió esa pobre alma. —Bromeé.

—No te apiades, es un hijo de puta. —Bufoneó junto a mí.— Aunque su nombre artístico es Lowell.

—¿Qué? ¿qué? ¿qué? —Pasé a desternillarme.— ¡Cambiar tu nombre por uno más cool para que el público te quiera es hacer trampa!

—La mayoría en el medio lo hace.

—Y yo desperdiciando mi carrera con "Sonic The Hedgehog". Podría haber sido, no sé, Maddox Hiper McFly o algo aún más exagerado. Ya hubiese sido nominado a los premios MTv. —Burlé.

Ambos ingresamos al establecimiento, un bar karaoke bastante concurrido. Ella me tomó de la mano, y se empeñó en la tarea de guiarme hacia su amigo.

Éste se encontraba sentado en una mesa, había una chica —que por la forma en la que la abrazaba, supongo es su novia.— a su lado. Mina lo saludó con un apretón de manos tanto a él como a la chica.

—Sonic, ¿no? Mina me ha hablado de ti.—Soltó a modo de saludo.

—Sí, sí, es un gusto. —Estreché su mano.

—Es gusto es mío, amigo. Puedes llamarme Lowell. —Juventino jaja.

Sonreí aguantando la carcajada, mi mente hacía cientos de chistes rebuscados sobre su nombre y, aún más preocupante, su apellido.

[...]

Amy.

Amy:
Esta es la última vez que te obedezco, la cita está siendo un asco.

Rouge:
¡Ánimo! No creo que sea tan malo :)

Guardé mi celular en mi bolso, salí del baño de mujeres y volví a la mesa. Rouge me había hecho una cuenta en uno de esos sitios webs para citas, y ahora mismo me encontraba en una increíblemente incómoda.

Me senté en la silla, él me sonrió. No veía que tuviese malas intenciones, pero simplemente no es mi tipo... Para nada.

—Así que Amy Rose, me sería de agrado conocer su opinión sobre nuestro conciábulo. —Pidió acomodando sus lentes.

Lo observé con atención, arrugué la frente de manera sutil. ¿En qué momento accedí a tener una cita con una obra de Shakespeare viviente?

Casados Por AccidenteWhere stories live. Discover now