C A P Í T U L O 29

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Prueba.

Amy.

Los siguientes días fueron normales dentro de lo que cabe. El vago pensamiento de que Sonic tenía las hormonas alborotadas comenzaba a esfumarse y no sabía precisamente si alegrarme por ello.

Me reuní con mis amigas como era costumbre. Ese también habría sido un día normal... De no ser porque Rouge abrió la bocota para preguntarme qué había pasado con Sonic.

—Nada importante. —Corté.

—¿En verdad? ¿Nada de sus "jueguitos"? —Cuestionó con picardía.

—No, Rouge.

—No creí que se rindiera tan rápido. —Soltó una leve carcajada.

—¿Eh?

—Tú no le correspondes, él decide que es mejor no insistir. Fin, ¿Capisci?

—Pff, nah, nada de eso. —Me quedé en silencio.— No crees que se vaya con otra, ¿verdad?

—Rouge, deja de preocuparla. —Interfirió Blaze.

—¡Sonic me va a dejar! —Ésta suspiró.

—Sonic no te va a dejar. Rouge sólo elabora teorías conspirativas que ni ella se traga.

—¿Entonces no hay nada fuera de lo común con Sonic?

—Exceptuando su "muy normal" velocidad, no, no lo hay. —Bromeó la felina mientras texteaba en su móvil.

—Ponlo a prueba. Provócalo un poco, si corresponde con intensidad, yo tenía razón, él ya no se conforma con besos y apapachos. Si lo transforma en algo empalagoso; Amy, te queda mucho más tiempo siendo virgen. —Rió.

Lamentablemente, tuve que escuchar y seguir ese consejo tan imbécil. Lo peor, es que aunque sabía que aquello era una estupidez, de igual forma quería intentarlo.

Lo cité en mi casa, bajo la excusa de que necesitaba cerca a mi profesor de guitarra. Para algo me la había regalado.

Sonic:
—Toc toc.

Leí su mensaje con diversión. Bajé las escaleras y abrí la puerta. Él tenía su celular en la mano mientras cargaba su estuche para la guitarra.

—Creo que sería más factible si tocaras la puerta y no lo insinuaras en un mensaje. —Bromeé.

Entró. Corrí hacia mi habitación al llegar a la entrada de ésta me percaté de que él ni siquiera me estaba siguiendo. Regresé y desde las escaleras miré como platicaba muy animadamente con mi padre.

"Bla bla bla El Concierto Bla bla bla". Mamá sólo me miraba riendo a causa de mis muecas de aburrimiento al escucharlos hablar.

—Sonic. —Lo llamé. Volteó a verme.

—Bueno, tengo que ir. Hablamos luego. —Se despidió de mi padre subiendo a la segunda planta.

Abrí la puerta, entré corriendo y me aventé a mi colchón quedando boca abajo, ¿debería de preocuparme si siento su mirada en mi trasero?

—Cierra la puerta. —Pedí sentándome en la orilla de la cama.

Obedeció. Palpeé repetidas veces el colchón al lado mío para indicarle que se sentara, él lo hizo sin reclamos.

—Bien, creo que usted, mi joven aprendiz, está lista para su primera canción de rock en guitarra eléctrica. —Enunció con diversión.— ¿Te gustan los Rolling Stones? Satisfaction es muy fácil, sólo utilizas una cuerda y dos dedos.

—¿Y qué esperas? ¡Enséñame! —Exclamé siguiendo su juego animado.

No era la primera vez que venía a mi casa a darme una lección de música, había pasado el suficiente tiempo para que al menos supiera lo primordial.

Me sonrió y sacó su guitarra de su estuche, conectó su amplificador en un volumen bajo a modo de que sólo fuese una melodía para nosotros dos.

—Bien; empezamos con dedo uno en traste dos de la cuerda cinco. —Colocó su dedo en dicha posición. Yo lo imité.— Púa abajo en cuerda cinco, dos veces, dejamos un espacio y volvemos a tocar. —Llevé a cabo sus pasos.— ¡Eso mismo! —Felicitó.— Ahora, lleva tu dedo hasta el traste cuatro, sin despegarlo, púa hacia abajo. —Toqué.— Agrega el dedo dos al traste cinco. Todo junto debería de sonar así. —Realizó sus propias instrucciones.

Repetí aquello, fallando conscientemente. Me pidió que lo volviera a intentar, lo hice, aunque tuvo el mismo resultado. Rehicimos el proceso una y otra vez, me encargué de que no hubiera mejora.

—No entiendo por qué no puedes, se supone que esto debería de serte fácil. —Opinó incrédulo.

—Entonces ayúdame. —Me moví aún más al borde de la cama, él colocó su guitarra a un lado suyo.

Desde hace un tiempo desarrollamos el hábito de que cada vez que tocábamos y yo fallaba, Sonic se posicionaba tras de mí para guiar mis dedos en las pulsaciones a las cuerdas. Hecho que no fue la excepción en esta ocasión.

Él se encontraba detrás de mí, yo quedaba entre sus piernas sin llegar a tocar nada; sus manos fueron a las mías para apoyarme. Era aquí donde lo mío comenzaba.

Me moví un poco hacia atrás con bastante naturalidad, lo suficiente para que no se viera como algo obvio, mi trasero había hecho contacto con una protuberancia en sus pantalones.

Sonic intentó proseguir con su labor, aunque notaba cómo hacía pausas entre cada palabra que salía de su boca.

Lo observé con atención, cuando notó que yo ya no le daba importancia a las cuerdas chocó miradas conmigo. Sentía el calor de su respiración mezclarse con la mía, su aliento olía a menta, quería comprobar si sus besos sabrían igual. Él correspondió cada caricia que mis labios le brindaban.

Me arrebató la guitarra de mis manos para seguir con el beso de forma cómoda. Se dejó caer sobre el colchón, quedé sobre de él, sus manos recorrieron mis púas, frenándose en la mitad de mi espalda.

Su boca húmeda volvió a comportarse como aquel día, dirigiéndose a mi cuello y clavícula. Arrancándome suspiros, la idea era provocarlo a él, no que fuese al revés.

La vez pasada, fue gracias a una llamada de Rouge que no pasó a más, dudo mucho que se repita... ¿Ahora cómo salgo de esto?

Me separé con algo de brusquedad al sentir una de sus manos intentando aventurarse en el interior de mi blusa.

—¿Continuamos con las clases? —Cuestioné alzando una ceja con coquetería, no quería que pensara que era una niña sin preparación.

Me levanté, Sonic no contestó en forma de aceptación, sin embargo, tampoco se negó. No se trataba de un enojo, ¿quizá frustración? No lo sé, lo único que tenía en claro es que Rouge tenía razón.

[...]

Sonic.

Llegué a casa con un calentón. ¿Qué había sido todo aquello? Creía que lo de pegar su culo con mi entrepierna sólo fue un accidente, pero tal parece que buscaba más.

¿Desde cuándo se volvió tan pervertida? ¿Desde cuándo me hizo ser su muñeco de pruebas? Mis sensaciones estaban completamente confundidas, como yo.

Era realmente raro, por un lado quería tener algo íntimo con ella, pero no sabía el por qué pensaba que aún no era nuestra hora. Sin embargo, siempre estaría dispuesto, lamentablemente era así de fácil de convencer, sobre todo si se trataba de sexo... ¡Pero por Chaos! ¡Quería acostarse conmigo en la casa de sus padres!... ¡Con sus padres en la casa!

No sabía a ciencia cierta qué era lo qué me estaba ocurriendo, aunque era conocedor de que Knuckles tuvo razón en una ocasión durante toda mi vida... Amy quería tener algo de "intimidad" conmigo.

Escrito: 01/03/2018.
Publicado: 21/10/2018.

Casados Por AccidenteWhere stories live. Discover now