C A P Í T U L O 33

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"Diminuta" pelea.

Sonic.

—Entrar sin pagar, realmente eres estúpido.

Volvió a regañarme. Había ido a traernos en el auto de su padre, ella manejaba mientras que yo sólo soportaba sus reclamos en el asiento del copiloto.

—Sí, sí, ya, lo siento. —Me crucé de brazos.

—Dudo mucho que un "lo siento" haga cambiar de parecer a los oficiales. ¿O sí? ¿Lo hizo? —Preguntó con ironía.

—¡No! Venga, ya, entiendo que lo estropeé.

—¿Acaso no se les ocurrió que si ya los encontraron, mínimo, tenían que ser más discretos y no pasearse por todos los juegos?

—Se los dije. —Recordó Tails, entrometiéndose en la plática.

—Tú cállate, Tails. —Vociferamos ambos con descontento.

—Y para colmo, no me lo dices directamente, te pones a jugar en plena llamada diciéndome que te arrestaron. —No contesté.— Tuve que ir a pedirle dinero a tu madre, tus hermanos, Cream y más, para sacarlos a todos.

—Ya sé, estuvo mal pero-. —Me interrumpió.

—¿Estuvo mal? ¡Estuvo pésimo! ¿Cómo piensas que les devolveré a todos el dinero? Además, ¡se les ocurrió venir al parque de diversiones más lejano de la ciudad que encontraron!

—Estaciónate aquí. —Pedí calmado.

Ella me hizo caso, paró en la orilla de la carretera con brusquedad y me miró con atención.

—Me iré corriendo. —Bajé del auto.

—¿Qué dices? Aún estamos a varios kilómetros.

—No es problema para mí, para ti sí. Prefiero que manejes calmada a ir estresada gritando sin poner atención a la carretera. —Le sonreí levemente y me marché.

Amy.

—Em... Pero sí nos vas a llevar ¿no? —Interrogó tímidamente el equidna.

No le contesté, simplemente arranqué  siguiendo la ruta de Sonic.

Dejé a cada uno de sus amigos en sus casas, no les hablé a ninguno, exceptuando la despedida. Venía envuelta en cólera y prefería no tener más problemas.

Al llegar a mi casa, estacioné el auto en la cochera esperando que mis padres ya estuviesen dormidos. Para mi mala fortuna, me estaban esperando en la sala.

—¿Qué pasó?

—Le salvé el culo. —Respondí vulgarmente, para luego, encerrarme en mi cuarto.

Me eché a la cama. Esperaba un "gracias" al menos, no una discusión. Había tenido un día agitado y cuando llego aquí, él me llama para decirme que necesitaba que lo sacara de allí. Es un estúpido.

Sin embargo, no me siguió la pelea, tampoco me contestó de mala manera, trató de controlarse y decidió irse por su cuenta para evitarme un accidente automovilístico; debo admitir que aquello me ayudó mucho más al concentrarme en el camino. Quizá yo también me metí mucho con él... Somos unos estúpidos... Pero él más.

[...]

Me desperté desde temprano. La parejita de prometidos quería una nueva sesión de fotos en un nuevo paisaje, el lado bueno de sus caprichos era el pago.

Casados Por AccidenteWhere stories live. Discover now