Capítulo 25

5.3K 476 99
                                    

❝Cada persona que parece fuerte como yo, tiene sus razones y cada cicatriz tiene su historia❞.

✧↠ ☯ ↞✧

Entre por la puerta sosteniendo la herida, tal vez había sido mas que un simple rasguño y la adrenalina de aquel momento había apaciguado el dolor que ahora se extendía por todo mi brazo.

Me metí en el baño mas cercano y deshice mi transformación sin esperar ni un segundo mas.

-¿Ella tiene el miraculous de Tikki? -Fue lo primero que pregunto mi Kwami -¿Tiene algo que ver con la resurrección de Marinette?

Apreté los dientes mientras me estiraba para alcanzar el botiquín que se hallaba sobre el armario.

-No... No lo se, Plagg -Solté un leve quejido al ver lo lejos que estaba -Sospecho que debe ser cierto lo primero, es decir, nadie mas podría saber que Marinette poseía el miraculous dentro del ataúd... En cuanto a lo segundo... -El botiquín cayó al piso emitiendo un fuerte sonido -Demonios -Susurre y me agache para recogerlo -En cuanto a lo segundo, no. Dudo mucho que, por la manera en la que habló de ella, la quiera viva de nuevo... Y ademas no sabe que lo está.

Tome las pinzas y rebusque la bala en la piel mientras me apretaba fuertemente el lavamanos con mi mano libre.

-¿Adrien? -La suave voz de Marinette me sorprendió -¿Que... Que te sucedió? -Pregunto acercándose preocupada al ver la sangre brotando de mi hombro.

Me mordí la lengua unos segundos antes de responder.

-Nada, ve a la cama -Exigí tan suave como pude.

Ella me miro con incredulidad, era obvio que ella no se alejarla ni medio metro, aunque su expresión cambio radicalmente al ver como extraía la bala cubierta de sangre. Estaba tan pálida que creí que se desmayaría, en cambio se acercó y volcó el agua oxigenada sobre la herida, seguido de eso rebuscó en la caja el hilo y la aguja.

-Marinette... -Por muy pálida o temblorosa que estuviera, enhebro el hilo y la aguja -No vas a poder... Eres demasiado sensible de estomago para hacerlo.

Me miro con enfado a la vez que se lavaba las manos, como si acabase de insultarla de cierto modo. Dispuesta a remendar mi herida se acercó y pinchó mi piel con cuidado, con cada puntada su piel se tornaba mas blanca.

-Déjalo, yo lo termino -Esta vez retrocedió y comenzó a lavarse las manos nuevamente, deshaciéndose de toda la sangre.

El dolor que sentía era inmenso, pero no era desconocido para mi... Solo era una otra nueva cicatriz de entre tantas.

Una vez que acabe y volví a higienizar la herida, puse una venda con cuidado.

-¿Es... Estas bien? -Logró formular, sus mejillas estaban un poco mas rosadas nuevamente.

-Nada de que preocuparse -Aseguré mientras pasaba a su lado y acariciaba su mejilla en el camino.

Me tambaleé hasta caer en el sofá con cansancio, completamente adolorido.

-¿Qué sucedió? -Insistió ella sentándose en la pequeña mesa ratona frente a mi -¿Cómo te hiciste eso? -Señalo con la cabeza la herida.

Suspire pesadamente y la mire con cansancio.

-Una pelea... Una muy fea -Respondí -Y mi gran torpeza, no logre notar que me tendieron una trampa.

Asintió lentamente mientras frotaba sus manos con cuidado.

-¿Qué haces tu despierta? -Pregunte y mire el reloj en la pared -Son casi las cuatro de la mañana, Marinette -Se encogió sobre si misma y evito mi mirada -Mañana tienes clases...

El Despertar - AdrinetteWhere stories live. Discover now