El Despertar - Adrinette

Capítulo 22

❝ He luchado en vano. Ya no puedo más. Soy incapaz de contener mis sentimientos. Permítame que le diga que la admiro y la amo apasionadamente❞.

—Jane Austen .

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—Mari... —Habló con arrepentimiento por encima de mi llanto —No llores por favor.

—¿Y a ti de que te importa de todas formas? —Balbucee pasando la manga de mi abrigo por debajo de mi gélida nariz.

Sentí que su mano se posó sobre mi hombro pero me aparte con enfado.

—Ya deja de llorar —Repitió con un suspiro.

—¿Para que me puedas seguir gritando? —Oculté mi rostro entre mis manos —No, gracias. Solo quiero irme, Adrien.

—Y pronto te irás —Hablaba con calma y paciencia cosa que me enfurecía mas, demostraba lo bien que podía fingir su actitud de patan detrás de una mascara humilde —Lamento lo que dije antes, no era enserio...

No le creí ni media sílaba y mucho menos iba a seguirle el juego. Cuando vio que no decía nada escuche como golpeaba su dedo sobre el volante pensando que decir o hacer.

—Enserio —Repitió y luego suspiro —Yo... Yo no escuche nada esa noche —No podía ser, él lo tenia que saber de alguna forma.

—¿Ah si? —Pregunte de manera sarcástica separando las manos de mi cara —¿Y quien te lo dijo?¿Un pajarito?

—Algo asi... —Se rasco la nuca y desvió la mirada —Plagg me dijo algo... Y yo te lo solté esta mañana para ver si era cierto.

Me quede en blanco, mirándolo como si fuera un idiota.

—Eres un imbecil —Murmuré y la ira me llenó —¡Un imbecil sin nada mejor que hacer que lastimarme con cosas que siquiera sabe con exactitud! —Le di un manotazo en el brazo.

—Es que entre en pánico —Reveló pasando una mano por su cabello —Intenté ser distante y no funciono, intente parecer un violador y tampoco te alejó, termine por ser el patan de la historia... —Tocio con notoria incomodidad —Lo que dije no me molesta en absoluto... De hecho sentí rabia por no haberte escuchado yo esa noche —Sus mejillas se tornaron rojas —Dios, hasta me excité cuando tuve que quitarte los putos vidrios —Oculto su rostro aún mas —No me hagas seguir hablando... Simplemente no te vayas.

Me quede atónita, no sabia si creerle o no. Parecía estar diciendo la verdad pero también era un mentiroso excelente.

—Te juro que no te estoy mintiendo, Marinette —Respondió leyendo mi rostro —Hasta me sorprendí que te creyeras lo que te dije... Creí que te reirías de mi o algo —Hizo una mueca con su boca —Pero cuando vi que te afecto lo creí mejor asi... Podrías estar lejos de mi.

—¿Entonces por qué no puedo irme? —Pregunte cruzando mis brazos —¿No sería mas fácil para los dos?

—No —Respondió firme —Siento que si te vas entonces... —Se aclaro la garganta  y volvió a mirar algún punto lejano —Siento que te volveré a perder... Que acabaré viendo como te entierran de nuevo y eso realmente me aterra —Apretó sus manos juntas —Aún tengo pesadillas de esa noche. Recuerdos reales. La peor es en la que veo esa estupida pulsera que te hice sobresaliendo de todos los escombros —Su voz temblaba notoriamente —Y... Y lo supe en ese instante —Me miro y por primera vez, realmente por primera vez, sus ojos brillaban con miedo. Un miedo tan real que probablemente eran los mismos que habían estado reflejados en el rostro del chico de 17 años hace cinco años atrás en un incendio —Me di cuenta que eras ella... Tu ya no respirabas para el momento en que te saque de los escombros —Se miro sus temblorosas manos, como si en ellas pudiera ver un fantasma del pasado —Entonces... —Su voz le falló vorazmente —Entonces me di cuenta que las había perdido a ambas... A las únicas dos chicas que alguna vez me había enamorado ya no estaban... Ya no estarían mas en mi vida —Cerro los puños y sus ojos —Y fue ahí cuando todo dejo de tener significado, color o vida para mi...