El Despertar - Adrinette

Prólogo

  ❝Feliz viaje hasta que nos volvamos a ver. ❞ 

−Dale Evans.

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POV Narradora

El joven rubio enmascarado sujetó a su compañera del brazo con fuerza mientras ambos gritaban, no por enojo, tal vez un poco por miedo pero sobre todo por el ruido que se desataba a su alrededor.

Los gritos inundaban las calles, principalmente de los padres de los niños que se encontraban en peligro dentro de aquella escuela que ardía en llamas gracias a un akumatizado.

—¡Aún quedan los pequeños! —Gritó la joven por encima del ruido.

—¡Es imposible, My Lady!—Se acercó mas para que lo escuchara mejor —¡El ultimo salón esta demasiado lejos!¡Aunque llegues hasta allí y los rescates, el tiempo no será suficiente para sacarlos!

Lo miro pensativa unos cuantos segundos hasta que una sonrisa inteligente cruzo sus labios mientras chasqueaba los dedos.

—¡Ve a la parte trasera, hay un ventanal por el que podrán escapar pero es alto! —Se soltó suavemente e hizo sonar todos los huesos de sus manos —¡Alguien deberá atraparlos!

—Pero tu...

—¡Si, gatito! —Sonrió divertida para tranquilizarlo —¡Dejaré que me atrapes y finjas ser el héroe por un rato!

Aunque Chat Noir intentó responder su compañera ya corría en dirección del edificio en llamas. Sin perder un solo minuto más él se dirigió a la parte trasera y vio el ventanal a casi cuatro metros de altura.

Por otra parte la joven corría por los calurosos pasillos esquivando vigas caídas y objetos en llamas. No podía ver casi nada y tampoco respirar gracias al humo negro que la rodeaba de manera asfixiante pero si podía oír con claridad los llantos de los niños casi al final de ese ultimo pasillo por el cual corría.

Entró dando un portazo y vio como un grupo de unos once o doce pequeños se sobresaltaban, estaban todos acurrucados al fondo del salón con los rostros pálidos por el miedo.

—¿Donde esta su maestra? —Preguntó, recordaba haber oído a los directivos decir que ella se encontraba protegiendo a los niños para calmar a los padres.

—Salió —Murmuró tímidamente una pequeña de cabello cobrizo —Fue por el extintor pero no regresó.

Ladybug camino hacia la ventana mientras pensaba que hacer, no había demasiado tiempo pero tampoco podía dejar atrás a la mujer.

—¡Bien...vamos a jugar un juego! —Fingió una sonrisa divertida mientras se aseguraba de que su compañero estuviera abajo.

—Apresúrate, My Lady! O el juego será "Identifiquen al héroe achicharrado" —Gritó del otro lado el gato.

—¿Quién quiere ser el primero? —Cuando ninguno se acercó no le quedo de otra que alzar al niño que tenía mas cerca —Voy a necesitar que confíen al cien por ciento en mi y en Chat Noir, ¿de acuerdo?

El pequeño asintió tímidamente pero en cuanto sus piernas quedaron extendidas en el aire a unos metros de altura los gritos comenzaron nuevamente y él se aferró fuertemente a las manos de la peliazul.

—¡Ya! Veras que es muy divertido —Le dijo entrando en pánico —Chat y yo jugamos muy a menudo este juego, ¿verdad que si Gatito?!

—¡Cla...Claro!¡Hasta a veces lo jugamos desde la torre Eiffel y hasta ahora nunca nadie se lastimó! —Respondió con un poco de miedo pero con ambos brazos extendidos.