Capítulo 131: Quiero ir.

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Clyde estaba jugando al baloncesto con Token. Había llegado hace un par de horas a su casa, la noche anterior habían hablado bastante. Pidieron cervezas y se contaron anécdotas, lo único que interrumpía sus charlas eran los clientes de Clyde. Luego Token lo había dejado en su casa con la promesa de jugar un partido al día siguiente. Y ahí estaban, Token iba ganando, pero Clyde defendía su cesto todo lo que podía.

- Debo admitir que eres buen defensa. -Dijo Token, mientras tiraba el balón y encestaba.

- Bueno, yo debo admitir que me sorprendiste. -Dijo Clyde.

- ¿Por como juego?

- No, por tener una puto campo de baloncesto en tu patio. -Rió Clyde.

- ¡Hey! No es para tanto. -Dijo Token.

- ¡Vamos, no te hagas! -Rió Clyde.

Clyde fue a buscar la pelota. 

- Creo que es buen momento para un recreo, ¿no? -Dijo Clyde.

- Sí, lo es. -Dijo Token, limpiándose las gotas de sudor de su frente.

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Clyde estaba en la habitación de Token, junto con él, comiendo cereales con leche.

- Sigues siendo un cobarde por no atreverte a jugar rugby conmigo. -Dijo Clyde.

- Me quebrarías todos los huesos. -Rió Token.

- ¿Me estás diciendo gordo? -Dijo Clyde, serio.

- ¿¿Qué?? -Dijo Token-. No, no, no...

Clyde rió.

- Ay, te hubieras visto la cara idiota. -Rió Clyde.

- Agh, idiota... -Rió Token.

- Además, se que mis piernas y mi trasero son gordos. 

- No son gordos, son... ¿Fuertes?

- ¡No, suenas como Cartman! -Rió Clyde.

- ¡Asco! -Rió Token.

- ¡Exacto! -Dijo Clyde y puso sus piernas sobre las de Token-. Hablando en serio, creo que he engordado... Los tacos tienen sus consecuencias.

Token acarició las piernas de Clyde.

- A mi me siguen gustando. -Sonrió Token.

- A mi también. -Sonrió Clyde-. Hey, deberíamos empezar a preparar el cumpleaños de Pip.

- Oh, cierto. -Dijo Token-, ¿quieres quedarte a dormir y lo organizamos juntos?

- ¡Sí! -Dijo Clyde- ¡Haré pastel y brownies!

- Genial, si quieres me encargo de la decoración.

- ¿Y Kenny de la música?

- Buena idea. -Sonrió Clyde-. También le diré que consiga condones.

- ¡¡Clyde!! -Gritó Token.

- ¡¡Todo terminará en orgía!! -Rió Clyde.

- Te encantaría... -Rió Token.

Clyde se acercó al rostro de Token.

- Por supuesto, bebé. -Dijo Clyde, guiñándole el ojo.

- ¿Sabes algo? -Sonrió Token.

- ¿Qué cosa?

- Apestas a sudor. -Rió Token.

- Tu apestas peor... -Rió Clyde.

Despedida de soltero. Where stories live. Discover now