Despedida de soltero.

Capítulo 17: ¿Quieres jugar?

Kenny entró a la oficina de Cartman, que como casi siempre, estaba contando sus billetes.

- ¡Eric! -Dijo Kenny sonriendo y llamando su atención.

- ¡Kenny! -Sonrió Cartman y guardo sus billetes- ¡Has vuelto! ¡Que insaciable eres!

- Si... -Dijo Kenny-. Espero que... Majorine se encuentre hoy.

- Está en la misma habitación que ayer -sonrió Cartman, mientras guiñaba un ojo-. Puede que te esté esperando.

- Genial -sonrió Kenny-. Entonces dame las llaves.

- Bien.

Cartman buscó las llaves en su escritorio, pero antes de dárselas se sintió extrañado por la mochila que llevaba Kenny.

- ¿Y esa mochila?

- Oh, bueno, me gusta experimentar cosas. Tu lo entiendes -guiñó el ojo.

- Tienes suerte de que seas tu Kenny -dijo Cartman-. Te la dejaré llevar a la habitación, solo por hoy. 

- Oh ¿no puedo entrar con una mochila? -dijo Kenny.

- No -Cartman buscó un catálogo-, toma. Para la próxima me pides lo que quieras.

Kenny agarró el catálogo y lo miró, iba desde condones de sabores a dildos de dos puntas.

- Guau... No sabía que tenías esto -rió Kenny, algo incómodo.

- Y tengo 5 catálogos más, claro que si compras o alquilas algo de esto es un precio extra -dijo Cartman sonriendo. 

- Bien, lo tendré en cuenta para la próxima -dijo Kenny.

- ¿Puedo ver que trajiste? -dijo Cartman ya con las llaves de la habitación en la mano.

- Oh, Eric -rió Kenny-, no llevo nada que no esté en este catálogo.

Se quedaron unos segundos en silencio. Eric miraba a los ojos de Kenny, este trataba de estar lo más tranquilo posible.

- Pero seguro que no es de tan buena calidad como lo que yo tengo -finalizó Cartman-. Bien, toma las llaves. Pero recuerda, la próxima sin mochila.

- Relájate Eric, ya entendí -Kenny agarró las llaves-. Muchas gracias.

- Gracias a ti Kenny -dijo Cartman.

Kenny se dirigió hacia la habitación. 

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Butters estaba sentado en la cama, mirando la puerta. Tenía miedo de que alguien, que no fuera Kenny, entrara. Tocaron la puerta.

- Pasa -dijo Butters nervioso.

Kenny se asomó por la puerta.

- ¡Kenny! -Dijo Butters sonriendo y levantándose de la cama.

- Shhh... -Le dijo Kenny.

Butters se calló. Kenny pasó y cerró la puerta. Miró a Butters.

- Ahora sí -sonrió y abrazó a Butters.

- Tenía miedo de que no fueras tu -le dijo Butters.

- Te dije que volvería -le contestó Kenny- ¡Y traje juegos!

- ¿De verdad? -Dijo Butters entusiasmado- ¡Genial!

Kenny se sentó en la cama, Butters igual. Abrió su mochila.

- ¿Cómo te dejó pasar con una mochila? -Dijo Butters.

- Mucho carisma -dijo Kenny guiñando un ojo y empezando a sacar los juegos-. Bien, tengo naipes, batalla naval y un ajedrez ¿Qué quieres jugar?