Despedida de soltero.

Capítulo 27: ¿Qué haré? 2.

Tweek y Craig estaban tomando café. Reían, se miraban y de vez en cuando tenían un silencio, pero ambos se sentían cómodos, como si hablaran sin decirse palabras. Cuando terminaron el café Tweek pagó y se fueron del local.

- ¿A dónde quieres ir ahora? -Dijo Craig.

- ¡GHA! No sé -dijo Tweek.

- ¿Quieres caminar o estar sentado?

- Podríamos caminar hasta un lugar donde podamos sentarnos -rió Tweek.

- Bien, me gusta la idea -dijo Craig- ¿Hay un parque por aquí?

- Oh, sí a unas cuadras ¿quieres ir?

- Solo si vas tu -sonrió Craig.

Tweek se sonrojó. Caminaron esas cuadras. Ya era de noche. Casi no pasaban autos y nadie caminaba por la ciudad. En el camino Craig se prendió un cigarrillo, y seguido de eso, aprovechó para agarrar la mano de Tweek. Cuando lo hizo el rubio le sonrió, no le dijo nada, pero su cara lo decía todo. Finalmente llegaron al parque.

- Bien -dijo Tweek-. Este es el parque, es pequeño...

- Pero tiene columpios -dijo Craig dirigiéndose allí mientras tiraba en el césped la colilla del cigarrillo.

Tweek lo siguió. Craig se sentó en uno de los columpios y empezó a moverse. Tweek lo miraba sonriendo.

- ¿No te columpiaras? -Dijo Craig.

- ¡GHA! Me dan un poco de miedo -contestó Tweek.

- Puedo columpiarte -dijo Craig-. Te prometo que no te pasará nada.

- ¡GHA! Bueno -dijo Tweek-. Pero despacio, por favor.

Craig asintió. Tweek se sentó en uno y Craig lo empezó a columpiar lentamente.

- ¡GHA! ¡Se mueve demasiado! -Dijo Tweek.

- Tranquilo Tweek -dijo Craig-. Relájate, y cierra los ojos.

Tweek dio una bocanada profunda. Cerró los ojos. Sentía el movimiento pero ahora era más relajante. El viento le golpeaba en su cara, esto lo hacía sonreír. Sin que se de cuenta, Craig lo estaba empujando con más fuerza. Hasta que lo dejó de hacer. Tweek se estaba columpiando solo y ni siquiera lo había notado.

- ¡Abre los ojos Tweek! -Le gritó Craig.

Tweek lo hizo, volvió a sentir temor. Sobretodo cuando vio a Craig a un lado del columpio.

- ¡GHA! ¿Qué haces? -Dijo Tweek asustado.

- Tranquilo Tweek -dijo Craig-. Hace bastante lo estás haciendo solo.

Tweek se sorprendió, dejó de temblar. De a poco fue bajando la velocidad. Craig le sonrió. Finalmente Tweek se detuvo.

- ¿Ves? -Dijo Craig-. Yo confío en ti, confía más en mi.

- Oh Craig -dijo Tweek llevando sus manos a su cara-. Hacía tanto que no me columpiaba, tanto...

Craig notó como la sonrisa de Tweek se desvanecía. El rubio empezó a llorar, Craig lo abrazó.

- ¡Tweek! -Dijo Craig- ¿Qué pasa?

- Mi mamá me columpiaba en este mismo parque... -dijo Tweek entre sollozos.

Tweek abrazó fuerte a Craig. Este trataba de calmarlo.

- La extraño -dijo Tweek-. Pero ya no quiere verme, soy una vergüenza ¡GHA!

- No lo eres Tweek.

- ¡Lo soy para ella! -Dijo Tweek.

Craig no sabía que decir. Sentía que si decía algo lógico no ayudaría a Tweek, así que simplemente se quedó callado, escuchando al rubio.