Despedida de soltero.

Capítulo 9: Todo se descontroló.

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Token y Clyde seguían besándose. 

- Que bien besas... -Le decía Clyde.

- Tu también. -Contestaba Token.

- Puedo notar que estás... Emocionado.

- Tu también, hace rato.

- Sí. Pero puedo aguantar, salvo que quieras hacer otra cosa.

Token miró a Clyde a los ojos. Lo agarró de sus mejillas.

- Yo no aguanto más.

- ¿Quieres ir a un lugar más privado?

- ¿Dónde podemos ir?

- Hay habitaciones detrás del bar...

- ¿Tienen que alquilarse?

- Sí.

- Ya casi no me queda dinero ¡Sabía que tenía que traer más!

Clyde pensó unos segundos. Se separó de Token y le dio la mano.

- Acompáñame... -Dijo Clyde guiñando un ojo.

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Damien le mostraba, a Pip, las fotos que había sacado.

- Esa es muy comprometedora -decía Pip.

- Lo sé, es genial.

Damien volvió a mirar la pista de baile. Notó que Token y Clyde ya no estaban.

- ¿A dónde mierda se fueron? -Dijo Damien.

- Tal vez alquilaron una habitación. 

- ¿¿QUÉ?? -Rió Damien-. Ay, esto se pone cada vez mejor.

- Pobre de la novia de tu amigo -dijo Pip-. Me da pena.

- ¡Que se joda! -Dijo Damien-. Antes de venir aquí Token nos confesó que hace dos meses no tiene sexo.

- Guau -dijo Pip-. Eso es mucho.

- ¿Te parece? -Rió Damien-. No lo puedo creer, Token es un marica.

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Clyde llevó a Token hasta el baño del cabaret. Afortunadamente estaba vació. 

- Entra. -Dijo Clyde abriendo una de las puertas del sanitario.

Ambos pasaron y cerraron la puerta con cerradura, que ahora indicaría que estaba "Ocupado". Había poco espacio, pero no importaba porque sus cuerpos estaban pegados. Se besaban descontroladamente. Clyde agarró el pelo de Token con fuerza, y este volvió a apretar su trasero. 

- Que buen culo tienes -decía Token.

- Lo sé -rió Clyde.

Clyde empezó a acariciar el torso de Token. Empezando a bajar hasta llegar a su ombligo. 

- ¿Puedo tocar?

- ¡Por favor! -Dijo Token.

Clyde metió una mano debajo del pantalón de Token. Mientras que con la otra le bajaba la bragueta. Una vez hecho esto, bajó sus boxer y agarró su pene.

- ¡Ay sí! -Dijo Token.

Clyde empezó a mover su mano lentamente. Mientras Token gemía entre los besos que depositaba en el cuello de Clyde. 

- Más rápido -dijo Token.

Clyde obedeció y lo empezó a masturbar más rápido y fuerte. 

- Se nota que eres negro -le susurró Clyde.