Capítulo 34: ...un gran infeliz.

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- Así que Eric te sacó de la calle... -Dijo Stan.

- Sí. -Le contestó Kyle-. Luego de hacerlo en la ducha le pregunté por qué lo había hecho.

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Estábamos en la habitación, el había pedido comida china.

- Gracias... -Le dije a Eric.

- ¿Por qué? -Me dijo él.

- No me conoces y me trajiste aquí, me diste comida...

Eric me acarició y me miró a los ojos.

- Nunca había visto un vagabundo tan bello.

- ¡Hey! -Recuerdo que me reí y le dí un pequeño golpe en el brazo-. Idiota... Gracias de verdad, me alegra saber que aún hay buenas personas...

- Sí, creo que estoy siendo demasiado amable -me dijo Eric-, pero mi amabilidad tiene un precio.

- ¿Cómo? -Le dije.

- Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, si sólo estás conmigo... -Me dijo agarrándome la mano.

Sonreí. Toda una vida nueva se presentaba ante mí, mi familia, la secundaría, nada me importó en esos momentos...

- Claro. -Le dije y lo besé.

Pasaron días, meses, incluso un par de años. Yo me encargaba de limpiarle el departamento a Cartman, de hacer las compras, etc... El me decía que era su pequeña mucama pelirroja. Hacíamos el amor, todas las noches. Me sentía feliz, aunque con el tiempo volví a pensar en mi futuro, extrañaba estudiar, aprender... Un día se lo plantee, pero él me dijo:

- Vamos Kyle, no necesitas estudios, me tienes a mí.

- Pero siento que no hago nada. -Le dije-. Quiero trabajar para podamos tener una casa propia.

- Estoy ahorrando para eso Kyle -me dijo-, no te necesito, además sabes que nadie te contratará.

Fue duro, pero tenía razón. Era homosexual, varias personas en South Park lo sabían, no podría trabajar así. Ay, la ciudad... Cuando salía a hacer las compras muchos me miraban con desprecio. Cuchicheaban a mis espaldas, pero en esos momentos ya no me importaba. Al que sí le importó fue a Eric. Él siempre me pedía que sea discreto, que si sabían que éramos parejas lo arruinarían. Pero los vecinos husmean demasiado. Ya era más que obvio que vivíamos juntos, y por un tiempo eso no importó, hasta que llegó a los oídos del jefe de Eric. Ese fue el principio del fin. 

Eric llegó un día al departamento, yo había hecho la comida, me había esforzado mucho. Lo esperaba con un delantal y una sonrisa. Pero entró a la cocina y prácticamente no me miró. Dejó su maletín a un lado. Se sentó. Me estaba preocupando.

- Eric... ¿Estás bien? -Le dije.

- ¡Judío estúpido! -Comenzó a gritarme- ¡Te dije que seas discreto! ¡Mierda!

Me quedé sin palabras, el corazón se me aceleró.

- ¿Qué? -Le dije casi sin voz.

- ¡Se enteraron! -Le comenzó a pegar a la pared- ¡Se enteraron que estamos juntos y me despidieron! ¡¿Cómo hiciste?! ¿¿A quién le dijiste??

- ¡A nadie amor, lo juro! -Le dije a punto de llorar.

- ¡Estamos en la ruina Kyle! Mejor dicho ¡Estoy en la puta ruina! ¿¿Qué haré?? ¡Tendré que ir a la calle como tú!

- Eric, por favor, lo podremos solucionar... -Traté de abrazarlo, pero me empujó.

- ¿¿Qué harás tu?? ¡¡Si no sabes hacer un mierda!! ¡¡Yo soy el que trabajo, tu eres un inútil mantenido!!

Despedida de soltero. Место, где живут истории. Откройте их для себя