Capítulo 126: Intenciones.

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Clyde estaba en la bañera de Token. Había colocado un baño de burbujas. Tomaba algo de espuma y jugaba con ella.

- Esto es tan relajante... -Decía Clyde mientras soplaba la espuma que tenía en su mano.

Token tocó la puerta del baño. 

- ¡Clyde! ¿Cuánto te falta? -Preguntó Token.

- ¡Ya voy! -Gritó Clyde y luego sonrió- ¡Pasa si quieres!

- ¿Seguro?

- Sí.

Token entró. La espuma colapsaba la bañera. Solo se veía el cuerpo de Clyde de los hombros hacia arriba.

- Oh, usaste el baño de burbujas... -Rió Token.

- Usé tres. -Dijo Clyde.

- Eso explica toda la espuma.

Clyde colocó sus brazos en el borde de la bañera. Miró a Token a los ojos.

- ¿Te gusto? -Dijo Clyde apoyando su cabeza en uno de sus hombros. 

- ¿Por qué preguntas eso? -Dijo Token, bastante nervioso.

- Quiero oír la respuesta...

- Claro que sí -dijo Token-, no pensé que seria necesario aclararlo.

- ¿Y no crees que es una pena haberme mentido como lo hiciste?

Token bajó la mirada.

- Pensé que ya habíamos hablado de eso... -Suspiró Token.

- No -rió Clyde-, cuando me lo dijiste estaba sensible y me hiciste compañía, lo cual te lo agradezco mucho, pero luego casi no hablamos... Hicimos como si nada hubiera pasado.

- De verdad lo siento, no pensé que querrías hablar conmigo para serte sincero.

- Bueno, tienes toda esta noche para hacerlo. -Clyde suspiró- ¿Le dirás a tu novia todo lo que pasó?

- Quiero hacerlo, pero cuando vuelva de Hawaii.

- ¿Y sabes que hacer luego de eso?

- No lo sé, no tengo idea de como reaccionará, aunque supongo que no muy bien...

- ¿Tu crees? -Dijo Clyde- ¿Así que sabrás que hacer solo cuando ella te lo diga? ¿Aún no tienes nada en mente?

Token negó con la cabeza. Clyde rió. 

- Sabes que pienso que yo la he cagado mucho peor en toda mi vida, pero eso no quita que tu lo hayas hecho...

- Lo sé... -Dijo Token.

- Por eso, ahora que me siento mucho mejor gracias a este lindo baño de burbujas, creo que podré comenzar a reclamarte ciertas cosas...

- Hazlo, lo merezco.

- Te advierto que puedo ser muy cruel cuando quiero, querido.

- No lo dudo, una de las cosas que más me llaman la atención en ti es tu carácter.

- Oh, pensé que eran mis piernas.

- Eso me gusta, pero no eres un par de piernas.

- No, también soy un culo ¡Oh, y una boca! ¡Casi lo olvido!

- No te trates así... -Dijo Token, casi en susurro.

- Discúlpame, tal vez así tu me hiciste sentir, ¿no lo crees?

- Perdón... -Token suspiró-. Volveré al comedor, te espero allí.

Token se acercó a la puerta del baño.

Despedida de soltero. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora