Capítulo 42: Todo por mi hermana.

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Stan apagó las luces de la sala.

- Buenas noches, chicos. -Le dijo Stan a Kenny y a Butters.

- Buenas noches. -Contestaron a coro.

Stan se fue hacia la cocina, en la cual ya había dejado su colchón. Kenny y Butters estaban acurrucados en el sillón de Stan.

- Kenny ¿Estás cómodo? -Preguntó Butters.

- Sí. -Dijo Kenny sonriendo-. Aunque, me gustaría abrazarte.

- Hazlo. -Dijo Butters sonriendo.

Kenny se pegó más a Butters, lo abrazó. 

- No pensé que aceptarías el reto de Pip. -Dijo Kenny.

- Yo tampoco pensé que me atrevería. -Contestó Butters.

-  Sinceramente, me agradó que lo aceptaras.

- ¿Puedo besarte ahora, también? -Preguntó Butters.

- No tienes que preguntar...

Butters sonrió y comenzó a besarlo. Kenny acariciaba el cabello de Butters con una mano, mientras que con la otra lo rodeaba de la cintura. Butters tenía sus manos en el rostro de Kenny. 

- Kenny... -Dijo Butters-. Jamás pensé que esto me sucedería...

- ¿Qué cosa? -Preguntó Kenny, mirándolo a los ojos.

- Sentirme tan feliz con alguien.

- Me alegra hacerte feliz... -Dijo Kenny-. Aunque yo tampoco entiendo, como puedo hacerte feliz.

- ¿Cómo?

- Siempre he tratado de ser feliz por mi y para mi, soy un egoísta.

- No lo eres, ya te lo dije la semana pasada, otros clientes aún sabiendo mi situación lo hubiesen hecho igual conmigo. Tu pensaste en mi, como nadie lo había hecho.

- No creo que con esto sea suficiente. -Kenny suspiró-. Soy impulsivo, y tengo miedo de lastimarte por eso.

- Yo estoy seguro de que no lo harás. Además prefiero que seas así, me agrada que la gente se quiera a si misma. -Butters sonrió-. Que quieras vivir para ser feliz tu y no a los demás, me parece muy admirable.

- No, a veces debería pensar más en... Las personas que realmente me importan.

- ¿No lo haces?

- Solo hay una persona por la cual daría mi vida, y sin embargo creo que no hago suficiente por ella...

- Oh... ¿Quién es?

- Karen, mi hermana. -Dijo Kenny, luego de un largo suspiro.

- ¿Y por qué piensas eso? 

- Estoy todas las mañanas con ellas, y las tardes... Pero a la noche casi nunca estoy y ella me necesita. Soy lo único que tiene...

- ¿Lo único? -Dijo Butters extrañado.

- Ella ahora tiene 17 años, desde pequeña la cuidé, porque con respecto a nuestros padres, bueno... Ya no vivimos con ellos. Le hicieron muy mal a Karen, entre ellos se maltrataban y eso influenció en la personalidad tímida e introvertida de ella, que casi nunca tuvo amigos. Un juez declaró, aproximadamente a mis 14 años, que mis padres no poseían las condiciones requeridas para proporcionar una buena vida a sus hijos. Así que estuvimos por un tiempo viviendo en otras casas. Pero eso tampoco funcionó y nuestros padres nos recuperaron. Sin embargo luego de eso Kevin, mi hermano mayor, cayó en una gigantesca depresión y se fue de casa. Solo. Si no me equivoco ahora está bajo un tratamiento de rehabilitación, pero hace más de tres años no lo veo... Él se fue debido a que ya era mayor, así que al cumplir la mayoría de edad yo también deseaba irme. Pero no me quería ir sin Karen, no la iba a exponer a ese ambiente sin mi protección. Yo tenía 18 y ella 13 años, y luego de discusiones y demás problemas legales logré irme de esa casa junto con Karen. Y eso no fue solo un capricho mío, Karen siempre me pedía con los ojos llenos de lágrimas que no la deje, que no me vaya sin ella. Estuve un año trabajando lo más que pude para poder sostener un pequeño departamento con Karen, para que no le faltara nada. Muchas veces no comía, pero no me importaba, ella era feliz. Luego de ese año, mis padres, los cuales habían quedado muy molestos por mi decisión, lo aceptaron. Probablemente porque al tener cuartos vacíos ahora podían ofrecer su alquiler y eso los estabilizó un poco económicamente. Volvieron a hablarme, y dijeron que, después de todo, tuve razón en tomar esa decisión y que nos extrañaban. Karen no quería volver y yo, por más que extrañaba la comida de mi madre, sabía que no era lo mejor para Karen. Entonces comenzaron a pasarnos dinero, cosa que debían haber hecho antes ya que Karen seguía y sigue siendo menor, y nosotros los visitamos una vez al mes aproximadamente. -Kenny rió-. Sé que acabo de contarte la historia de mi vida, pero quería que entendieras por qué Karen es tan importante para mi. Y yo soy un inútil que, si bien ahora estamos relativamente bien económicamente, el dinero que gano en mi trabajo me lo gasto en putas. Ese dinero podría ser para Karen. Y yo lo sigo haciendo...

Despedida de soltero. Where stories live. Discover now