Despedida de soltero.

Capítulo 112: No pienses...

Wendy estaba en una fiesta a la que Bebe las había llevado. Todas sus amigas bailaban y se sacaban fotos, excepto ella que estaba sentada bebiendo un trago, del cual no sabía el nombre. Bebe la miró, se rió y se acercó a ella.

- ¿Sigues sin divertirte Wendy? -Rió Bebe.

- Simplemente no quiero bailar... -Suspiró Wendy.

- Vamos Wen, ¿quieres que te traiga un poco más de alcohol?

- Creo que ya bebí demasiado. -Suspiró Wendy-. No quiero ser como Stan...

- Stan, Stan, Stan... ¡Deja de pensar en él y diviértete! -Dijo Bebe, guiñándole el ojo-. Ahora tienes todas las libertades para hacerlo.

Bebe le estiró el brazo a Wendy.

- ¿Qué dices? -Sonrió Bebe-. Vamos, es solo una noche, música, algo de alcohol, amigas...

Wendy cerró los ojos.

- Está bien Bebe, por esta noche te seguiré la corriente. -Dijo Wendy.

- ¡Así se habla! -Rió Bebe-. Yo siempre supe que sería tu mala influencia...

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Kenny le agarró el trasero a Butters, esta vez, sin que él se lo pidiera. 

- ¿Sabes que tienes un lindo trasero? -Sonrió Kenny.

- ¿De verdad lo crees? -Dijo Butters.

- Sí, demasiado... -Dijo Kenny, besándole el cuello. 

Butters y Kenny estaban de rodillas en el colchón, abrazados y besándose. Butters comenzó a acariciar el cabello de Kenny.

- Eres tan hermoso... -Suspiró Butters.

- ¿Te acabas de ver en un espejo? -Bromeó Kenny.

Butters sonrió y besó a Kenny en los labios, mientras se apretaba contra su cuerpo lo más que podía. Sabía que se encontraba excitado, pero esta vez no se avergonzó por ello. Kenny lo notó al instante. Tomó las manos de Butters y las guió hasta su camiseta.

- ¿Me ayudas a sacármela? -Dijo Kenny.

Butters, intentando no arrepentirse, le sonrió.

- Sí. -Dijo Butters.

Butters tomó la camiseta de Kenny y se la sacó. La arrojó a un lado del colchón. Kenny tomó la espalda de Butters y lo recostó contra el colchón, poniéndose encima de él y besándole todo el cuello.

- ¡¡AY, KENNY!! -Gimió Butters.

- Me gustaría besarte otras partes... -Sonrió Kenny.

Butters se sonrojó ni bien escuchó eso.

- Si tu me lo permites, claro. -Aclaró Kenny.

- Eh... Ay... -Dijo Butters, temblando un poco-. S-si quieres puedes... Sacar m-mi camiseta... 

- ¿Estás seguro? 

Butters cerró los ojos.

- Hazlo. -Dijo Butters.

Kenny tomó la camiseta de Butters y se la sacó, lentamente. Ya con el torso desnudo, Butters seguía sin abrir los ojos.

- Butters, eres tan hermoso... -Dijo Kenny, tocando su torso.

- Mentira... -Susurró Butters.

- Créeme bonito -dijo Kenny-, me encanta tu cuerpo. No entiendo por qué te avergüenzas de él...