Despedida de soltero.

Capítulo 183: Un pequeño sacrificio.

Cartman abrió las puertas del cabaret una hora antes. Encendió las luces y fue directo a su oficina. Allí organizó sus papeles y el dinero, luego tomó la escoba y barrió todo el cabaret, cuando llegó al bar limpió toda la barra. No recordaba cuando había sido la última vez que había sudado tanto.

- Agh.... Esto es horrible... -Refunfuñó Cartman-. Necesito a Kyle...

Cartman no tuvo más opción que cambiarse de saco por todo el sudor que tenía encima, afortunadamente tenía una reserva en el cabaret. Lo había aprendido de su madre, quien le había dicho que siempre llevara dos conjuntos de ropa por cualquier situación inesperada. También se puso perfume, prácticamente vació el frasco por todo el que se echó. Quería quedar bien con los chulos que irían esa noche en el cabaret. Seguía pensando en la propuesta de Keyshawn, le interesaba ser su socio, pero a su vez había prometido que trataría de ser mejor con sus empleados y, para sorpresa de todos, realmente pensaba cumplirlo. Al haber estado toda la noche con Kyle, viéndolo conectado a todos esos tubos, comenzó a pensar maneras de que sea feliz. Pero a su vez le costaba, tenía una obsesión asquerosa con verlo rogar por él. Lo hacía sentir importante. Tal vez se debía a todas las veces que su madre le había rogado a diferentes hombres que la amaran, pero todos la habían rechazado, nadie quería estar con una "puta", y Cartman no quería ser una puta, quería ser por el que rogaran. Odiaba la debilidad de su madre, pero se había aprovechado de ella. Desde pequeño siempre había sido un niño consentido, su madre no tenía siquiera la autoridad suficiente para regañarlo. Eso compensaba todas las burlas que había recibido desde pequeño, sabía que, cuando llegara a su casa, habría alguien para él. Y ahora quería lo mismo, pero que esa persona fuera Kyle. Sin embargo, al igual que con Kyle, no le habría gustado ver a su madre morir por su culpa. La veía como una esclava, pero que disfrutaba de ser esclavizada. Le generaba una emoción en su cuerpo que no podía controlar. Mientras limpiaba todo el cabaret pensó mucho en ella y se preguntó que sería de su vida. Incluso pensó en, ¿por qué me fui de casa? La situación económica de su madre jamás había sido buena, y si bien le gustaba vivir de su dinero, no le era suficiente. "Si necesitas dinero, consíguelo tu mismo...", fue la frase que lo motivo a huir de su casa. Lástima que ese "consíguelo" no venía junto a "de forma honesta.". ¿A quién le importaba le honestidad si podía salirse con la suya? Ya había tenido que pasar por demasiadas cosas como para preocuparse por la honestidad... Esos hombres... Odiaba a los hombres que su madre amaba. Más de uno fue un pervertido que lo tocó de pequeño, y era la única situación en la que su madre no le creía. Incluso, cuando notó la cercanía de Stan con Kyle, pensó en esas personas. Imaginó que Stan le haría algo a él y que Kyle no lo creería. Pero en fin, esas eran cosas del pasado, no importaban... ¿Verdad?

Cartman escuchó a las personas afuera del cabaret, pidiendo a gritos que abra el lugar. Lo sintió como una alabanza hacia él. Abrió las puertas.

- ¡¡Bienvenidos a otra noche!! -Gritó Cartman.

La multitud se abalanzó, Cartman los miraba como si se trataran de billetes que iban entrando a su billetera. El único problema es que, entre todos ellos, no había rastro de sus empleados.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Kyle abrió los ojos lentamente.

Al principio todo se le hizo borroso, le cabeza le dolía mucho y no podía recordar nada. Cuando su vista se acomodó notó que estaba en un hospital. Comenzó a temblar, estaba muy asustado, los "beeps" de su pulso se hicieron más rápidos. La enfermera, al escuchar el cambio de ritmo, se acercó a él. Kyle la miró muy asustado, sin embargo esta le sonrió.

- Que bueno que al fin despiertas... -Dijo la enfermera.

- ¿Qué?... -Dijo Kyle mirando hacia todos lados- ¿¿Dónde estoy??