Capítulo 107: ¡Estás castigado!

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Butters se encontraba sentado en uno de los inodoros del cabaret. Lloraba. Damien le sostenía la puerta. 

- ¿Quieres papel, Butters? -Dijo Damien.

- No, gracias... -Decía Butters, en susurro.

- Bien...

Kenny entró al baño, miró a Damien. Se llevó el dedo a la boca.

- Shhh... -Susurró Kenny.

Damien asintió y se fue del baño. Butters escuchó los pasos.

- ¿¿Quién está ahí?? -Dijo Butters.

- Hola... -Dijo Kenny, rascándose la cabeza.

- Vete. -Dijo Butters.

- Bien... -Suspiró Kenny.

Kenny caminó hacia la puerta. La abrió y la cerró, pero él se quedó en el baño.

- Sigues ahí, ¿verdad? -Dijo Butters.

- Me descubriste. -Rió Kenny.

Butters abrió la puerta del sanitario y miró a Kenny, el cual se acercó a él. Butters se cruzó de brazos. Miró al piso.

- ¿Por qué lo hiciste? -Dijo Butters.

- Bueno, varias cosas... -Sonrió Kenny-. Pero tu fuiste la principal.

Kenny acarició la mejilla de Butters.

- Lo siento si te hice sentir mal... -Suspiró Kenny.

Butters levantó la cabeza, tenía los ojos rojos de tanto llorar.

- Oh, Butters... -Dijo Kenny, abrazándolo.

- No lo hagas nunca más, por favor. -Dijo Butters-. Yo debería hacerme cargo de todo esto...

- No, no deberías. -Dijo Kenny-. Y quiero ayudarte hasta que todo esto se termine...

- ¿¿Cuándo se terminará, Kenny?? -Dijo Butters-. No quiero que me remplaces, quiero... Quiero...

Butters se recostó en el pecho de Kenny.

- Quiero que mis padres me acepten... -Dijo Butters.

Kenny le quitó la peluca a Butters y comenzó a acariciar su cabello. 

- Ellos se están perdiendo la oportunidad de estar contigo. -Dijo Kenny.

- ¿¿Qué oportunidad?? -Dijo Butters-. Yo solo les traía problemas, y ahora los sigo trayendo...

Butters se apartó de Kenny y se recostó contra una pared. Kenny le sonrió y se acercó hacia él.

- ¿Quieres decirme cuales fueron esos "problemas" que trajiste? -Sonrió Kenny.

- Existir es el principal. -Dijo Butters.

- Ay, Butters, no digas eso... -Dijo Kenny acariciándolo.

- ¡Es que ellos siempre me decían que todo lo que yo hacía estaba mal!

- Bueno ellos estaban, y están, muy equivocados.

- No lo sé... -Suspiró Butters-. Nunca cumplí con sus expectativas. Querían que me case, que tuviera "una vida normal" y lo más cristiana posible. 

- ¿Son muy religiosos?

- No, no tanto. Pero la religión da "buena imagen", según ellos. Me llevaban a la iglesia todos los fines de semana y casi siempre me aburría allí. Excepto cada dos meses, un cura de Denver venía a la ciudad y daba una misa especial. Creo que él es la única persona por la cual sigo creyendo en Dios.

Despedida de soltero. Where stories live. Discover now