Despedida de soltero.

Capítulo 129: Olvidémonos de todo por un momento.

- No sé si podré controlarme la próxima vez que lo vea.

- Inténtalo -dijo Pip-, demuéstrale que tu eres mejor persona.

- ¿¿Para que sirve demostrarle eso a esa mierda??

- Para nada... -Suspiró Pip-. Solo para darme un respiro a mi, tengo miedo, y quiero dejar de sentir tanta violencia al menos unos minutos, por favor... Lo resolveremos, te prometo que lo haremos, pero siento que visitar al señor Mackey me hará bien y si le haces algo a... Esa basura inmunda, no creo poder volver a la consejería. Y tu serás culpado, porque siempre, siempre, siempre son culpados los que reaccionan, no los que atacan.

Damien se quedó en silencio. Acarició la mejilla de Pip.

- Bien... -Refunfuñó Damien-. No le haré nada, por ahora, pero te seguiré acompañando a ver al señor Mackey, ¿si? No quiero que esa mierda se te acerque.

- ¿Y no dirás nada? -Dijo Pip.

- No... -Damien frunció el ceño-. Pero esto no se quedará así.

- Espero que nada se quede así -Pip sonrió-, excepto tu y yo.

- Por supuesto. -Sonrió Damien.

Pip le dio otro beso a Damien, el cual lo tomó de la mano. Pip abrió la puerta de la casa. La sala estaba con la luz apagada. Pip la prendió. En el sillón estaban Butters y Kenny sin camiseta, besándose.

- ¡¡CARAJO, KENNY!! -Gritó Damien cerrando los ojos.

Pip se tapó los ojos con la mano. Butters se sonrojó y tomó su camisa que estaba a un costado para colocársela. Kenny empezó a reír bastante nervioso.

- ¡Hola, chicos! -Dijo Kenny, apartándose de Butters.

- ¿¿POR QUÉ MIERDA EN LA PUTA SALA?? -Gritó Damien.

- Lo siento chicos, lo siento... -Dijo Butters colocándose la camisa-. Creí que no volverían...

- Oh, disculpa por no contestar tus mensajes Butters, no tenía señal. -Dijo Pip, aun tapándose los ojos-. Estaremos en la habitación con Damien, nos vemos.

Pip dejó de taparse los ojos y miró al piso para ir junto con Damien a su habitación. Una vez que se fueron Kenny miró a Butters.

- Lo siento... -Dijo Kenny.

- No fue tu culpa -dijo Butters avergonzado-, yo comencé a besarte, debí saber que era mala idea...

- Bueno, al menos aún no estábamos haciendo nada... -Rió Kenny.

Kenny se colocó su camiseta. Miró nuevamente a Butters que seguía con las mejillas rojas, lo acarició.

- ¿Sabes que eres hermoso? -Dijo Kenny.

- Ay, Kenny... -Dijo Butters con una ligera sonrisa.

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Craig estaba en el colectivo camino a Denver, continuaba leyendo Rebecca. Le había pasado a la mamá de Tweek su número de teléfono. Luego de estar unos minutos consolándola le explicó que no debía ver a Tweek en esos momentos ya que prefería hablarlo con él primero. Craig estaba teniendo un gran debate interno. Se sentía molesto con la madre de Tweek por no haberlo buscado en esos años, pero verla llorar por su hijo lo había conmovido. Nunca le gustó la idea de ser mediador en las discusiones, no soportaba que lo metieran en problemas ajenos, pero estaba recapacitando. De todas maneras le desagradaba verse en la posición de "héroe", o al menos considerarse así. "Quiero que Tweek se quiera y pueda resolver sus problemas, necesita mi ayuda, pero a su vez él debe hacerle frente a su pasado, ¿qué haré?" pensaba Craig, "Stan, Token, Kenny e incluso Damien siempre tienen problemas y yo jamás los ayudé más allá de darles soluciones lógicas, pero Tweek necesita un abrazo... De seguro ellos también pero no me importan, bah sí me importan, pero no para meterme en sus asuntos... El primer día que conocí a Tweek le ofrecí mi casa, ¿por qué hice eso? ¿Por qué estoy haciendo todo esto? La primera regla de Craig es: pensar en Craig. ¿Estoy cambiando? Sí, definitivamente... Ya le hablé a Token sobre los cambios, pero esos discursos pseudo-motivadores sirven para personas como él. Nunca creí en la motivación, en la aprobación, y esas mierdas, me parecen tóxicas y dañinas, y ahora estoy con el teléfono de una mujer que quiere ver a su hijo después de haberlo dejado en la calle, ¿por qué no estoy molesto con ella? Que mierda... El amor trae demasiadas cosas, igual jódete Craig, tu quisiste experimentarlo, ¿y sabes qué? Es lo mejor que pudiste haber hecho en tu vida.".