En los segundos que demoré en abrir la puerta me generé miles de teorías sobre la identidad de la visita, pero dentro de todas esas posibilidades jamás estuvo Jaemin.

—¿Jaemin? —frunci mi ceño y lo mire con extrañeza.

—No, el cartero, ¡Claro que soy yo! —habló sarcástico y luego se burló.

Rode los ojos y a mi mente volvieron a atacar las preguntas.

—¿Qué haces aquí? —pregunté, asombrosamente hoy me sentía muy capaz de hablarle sin tartamudear, como lo hago últimamente.

—¿Qué? ¿No puedo venir a visitar a mi amiga? —respondió con una sonrisa. Odié mucho esa palabra al salir de él, "amiga".

Me hice a un lado indicándole que entrara.

No sabía como me sentía al respecto, como toda chica enamorada, me gustaba tenerlo cerca, pero también era consciente de que eso no ayudaba en nada a mi determinación en volverlo a ver como un amigo.

—¿Y tus papás? —preguntó mientras hojeaba unas revistas sobre la mesa de centro de la sala.

—Estan... ¿Trabajando? —me encogi de hombros e hice una mueca restandole importancia.

Rió y dejó la revista de lado.

—¿Quieres salir a almorzar? —preguntó caminado hacia mí.

"Contigo voy a asaltar un banco si quieres"

Desvíe mi mirada hasta el reloj a un costado de televisor.
11:38 a.m.

Jaehyun no haría el almuerzo, los días que mamá y papá no están nos limitamos a pedir delivery.

Volví mi mirada al frente y di un presuroso paso hacia atrás, Jaemin estaba demasiado cerca y eso no le hacía bien a mi corazón.

—Cl-claro —tartamudee y rasque mi nuca intentando ocultar mi rostro—No demoro.

Pasé corriendo por su lado y subí a gran velocidad las escaleras, ya dentro de mi habitación pude respirar tranquila.

Ya había aceptado y no podía hacer más que salír con él.

Respiré hondo unas cuanta veces más y luego me dispuse a buscar ropa decente. Antes era fácil escoger mi atuendo, hoodies y jeans, pero ahora es inevitable intentar escoger ropa para impresionar, aúnque nunca fuera ese el resultado final.

—Te demoras mucho —la puerta de la habitación se abrió de pronto, Jaemin. Di un salto hacia atrás y me abracé con fuerza a la ropa que tenía en mano.

—¡Hey! —fue lo único que pude decir en signo de reclamo.

Cerró la puerta a sus espaldas y sin prestarme algún tipo de atención caminó hasta mi cama y se tiró con fuerza a esta.

—Que cómoda es —susurro pareciendo dirigir esa frase más para si mismo.

Por voluntad propia pude dejar de mirarlo ya que si seguía haciéndolo él se daría cuenta.

—Quedate ahí y no toques nada —solté mis palabras intentando no sonar amable y me adentre al pequeño baño de la habitación.

Era un exagerado, no habían pasado ni cinco minutos.

Empecé a desvestirme y luego a volverme a coloca ropa, ropa que me fue muy difícil elegir, al menos no tenía lo mismo de siempre: polera y Jean.

Salí del baño y no encontré a Jaemin como le ordené que se quedara. Estaba en la pequeña alfombra al pie de mi tocador rebuscando en el pequeño cofre donde guardo aretes, collares y otra clase de alhajas que por cierto nunca uso.
No tenía algo ahí que quisiera esconder de él así que no dije nada al respecto.

—Tienes muchos, ¿por qué nunca los usas? —exclamó con asombro girandose a verme, me encogi de hombros y con eso le respondí todo.

Se levantó del suelo y se aproximó a mi con algo en sus manos.

Abrí mis ojos en modo alerta, Jaemin estaba demasiado cerca.

—Estos están bonitos —su mano hizo mi cabello hacia atrás y despejando la zona empezó a colocarme unos aretes.

Llevé mis manos a mis orejas intentado, por tacto, deducir cuales de los tantos aretes me había colocado.

—Siempre creí que eran incomodamente llamativos —expresé en cuanto descubrí que forma tenían.

Frunció su ceño con extrañeza y negó repetidas veces.

—Te ves demasiado bonita.

¡Hello!¿Cómo van?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Hello!
¿Cómo van?

Preparense que en el siguiente capítulo la cosa se pone buena.
🍒🍒

Lo dejo a su imaginación...

Nunca olviden cuanto las amo.

❤️❤️❤️❤️
Tengan una linda semana.

MY FAVORITE BAD BOY | Na Jaemin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora