Na Jaemin.
Empecé odiandote, realmente te odiaba mucho.
Luego acepté la remota posibilidad de poder entablar una amistad contigo.
Seguido de eso, fuimos amigos.
Depues te volví a odiar, mucho más que antes, por supuesto.
Y finalmente, me enamor...
Jusgo cuando iba a abrir el empaque de galletas, unos toques en la puerta me lo impidieron.
—Toma, y por favor, no comas eso, no quiero tener que ir a misa por tu culpa. —Jaehyun se encontraba del otro lado de la puerta con una pequeña bandeja en manos, y sobre esta un plato con panqueques, un delicioso y fresco jugo de naranja, yogurt y tostadas.
Abrí mis ojos totalmente impresionada por el desayuno decente que se encontraba frente a mí.
Tomé la bandeja con cuidado y la adentre rápidamente al interior de mi habitación. Luego volví corriendo a la puerta en donde aún se encontraba Jaehyun parado.
—Te quiero ¿lo sabes verdad? —chillé emocionada luego de colgarme en su cuello.
A pesar de que Jaehyun no se cansaba de molestarme por todo y nunca desaprovechaba la oportunidad de pelear, era un buen hermano mayor, siempre cuidaba de mí.
—Yo te quiero más. —respondió el abrazo.
Unos segundos más y nos apartamos uno del otro sacudiendo nuestras ropas y volviendo a nuestro estado común.
—Come bien eso porque va a ser lo único que tu mortal boca pruebe hoy, saldré a visitar a Johnny y volveré algo tarde. —agregó—No incendies la casa sin mi.
Finalizó con un golpe a mi frente y se retiró con paso rápido antes de que pudiera decir, o hacer, algo más, siempre odié que golpearan mi frente. La puerta principal de casa se cerró y entendí que esa había sido su forma de despedirse.
Casa sola. Solo para mí.
[...]
—¡This the shit that you mothe fuckers hates but at the same time is the shit that everybody loves! —grité a todo pulmón sin importarme mucho la correcta pronunciación, estaba emociónada por haber logrado freír un huevo sin la necesidad de ser quemada por el aceite.
Casa sola incluía música a todo volúmen.
Desyune casi a medio día, así que siendo ya casi las cuatro de la tarde, tenía bien merecido un "almuerzo", o al menos algo que se le asemeje.
Dejé el plato de comida en la pequeña mesa de madera de centro de la sala y luego de acomodarme en el sillón, di inicio a lo que sería mi tarde de series.
Ya llevaba un buen rato allí sentada, no había comido gran cosa pero me sentía satisfecha.
Según mis cálculos serían aproximadamente las cinco, camino a seis, de la tarde. El timbre empezó a sonar como loco de pronto. Miré totalmente extrañada y a la vez espantada a la puerta principal que se encontraba a unos diez metros de mi.
Yo no esperaba a nadie, nadie nunca me visitaba. Jaehyun tenía sus llaves, al igual que papá y mamá.
El timbre parecía que iba a reventar por la incesante forma en la que lo tocaban.
Me moví a prisa de mi asiento y corrí hasta la puerta para abrirla. Palideci en cuanto vi quien se encontraba del otro lado.
—¡Jaemin!.
En ese momento casi lloro de la impresión.
—___, ¿me podrías ayudar? —sonrió pareciendo no estar del todo consciente del estado en el que se encontraba.
Su camiseta tenía manchas de sangre por todo sitio, esta misma estaba rota y sucia, su pantalón se hallaba en la misma situación que su camiseta, sus brazos tenías heridas y de su frente brotaba algo de sangre.
—¡¿Qué demonios te ha ocurrido?! —probablemente yo estaba más en shock que él mismo.
Hizo un ademán con la mano simulando despreocupación.
Sus piernas tambalearon y su cuerpo perdió el equilibrio, y fue allí donde reaccioné, salí de mi impresión y logré sostenerlo antes de que cayera. Yo no era la de la gran fuerza, pero a duras penas y con mucho esfuerzo logré adentralo a la casa.
Mi mente trabajó rápido y me di cuenta que dejarlo en la sala no era la mejor opción, mamá, papá o Jaehyun llegarían y ver a Jaemin en ese estado no era una escena agradable para ellos.
Subirlo a mi habitación sería algo difícil para él pero era la mejor alternativa.
—Por favor, haz un esfuerzo más, te llevaré a mi habitación. —sostuve su cuerpo con más fuerza y recibí una respuesta afirmativa de su parte.
Su rostro, su varonil rostro se encontraba herido, lastimado. Mi corazón se apretó en mi pecho. ¿Cómo llegó Jaemin a esto?
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