Despedida de soltero.

Capítulo 67: Ensayo de la boda 4.

- Ay, que dulce... -Sonrió Heidi.

- ¿Qué cosa? -Preguntó Red.

- Bueno... 

Heidi señaló disimuladamente a Craig y Tweek. Red giró y los miró.

- Realmente se llevan muy bien. -Dijo Heidi.

Red sonrió.

- Sí. -Dijo Red, luego hizo una pequeña pausa-. Bueno... si mi primo es feliz, yo también.

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Stan estaba tomado del brazo de Bebe, quien era la madrina de la boda. 

- ¿Kenny aún no llegó? -Dijo Bebe.

- No. -Dijo Stan.

- ¡Carajo, él debe entrar con Wendy!

- Sí lo sé -Stan suspiró-, lo mataré.

- Espero que en la boda sea diferente. -Dijo Bebe.

La música comenzó a sonar. El padre Maxi ya estaba en el altar, esperando el comienzo de la boda.

- Debemos salir ahora. -Dijo Bebe.

- ¡Carajo! -Dijo Stan.

Todos los invitados se pusieron de pie. Stan y Bebe comenzaron a caminar hacia el altar. Bebe le sonreía a todos. Stan no podía disimular su cara de incomodidad. Mientras caminaba notó que su padre le levantaba los pulgares mientras se le caían un par de lágrimas. El resto de los invitados aplaudía. Stan y Bebe llegaron al altar y se colocaron del lado derecho.

Luego le siguieron las damas de honor, las cuales eran Heidi, Red y Nichole. Que se encargaban de tirar pétalos, antes de la entrada de Wendy. Los invitados seguían aplaudiendo. Se quedaron a unos metros del altar y luego se sentaron.

Después de unos segundos en silencio comenzó a sonar la marcha nupcial. A Stan le temblaban las manos. Los invitados se giraron para ver la entrada de Wendy. Sin embargo pasaban los segundos y esta no salía. El padre Maxi se comenzó a poner nervioso.

- Stan -le dijo el padre Maxi- ¿Qué pasó con Wendy?

- Eh... -Stan se rascó la cabeza.

En eso Wendy abrió la puerta del patio. Estaba sola.

- ¡Disculpen! -Dijo Wendy, bastante nerviosa- ¡El padrino aún no llega!

Varias quejas se comenzaron a escuchar por parte de los invitados. Bebe llevó una mano a su frente, mientras que Stan se tomaba el puente de la nariz, con sus dedos.

- Carajo, Kenny... -Decía Stan.

- Agh... Bien, lo esperaremos. -Dijo el padre Maxi.

El padre de Wendy estaba muy molesto.

- Esto no habría pasado si yo fuese el padrino de la boda. -Le susurró a la madre.

- Tranquilo amor... -Le dijo, acariciando su mano.

Token y Damien se habían sentado uno al lado del otro.

- Kenny la cagó. -Dijo Token.

- Pero no más que tu. -Respondió Damien.

- ¡Muérete, idiota! -Le dijo Token.

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Kenny estaba corriendo hacia la iglesia. El tráfico había sido más de lo que hubiera imaginado.

- Mierda, mierda, mierda... -Decía Kenny mientras corría.

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El padre Maxi miraba el reloj que tenía debajo de su túnica. Habían pasado 10 minutos. Stan seguía en el altar con Bebe. Los invitados ya se habían sentado. Wendy esperaba de brazos cruzados cerca de la puerta. En ese momento la puerta se abrió, dando un fuerte golpe. Todos los invitados giraron a verlo. Kenny estaba sudando, pero con una sonrisa en la boca.