Capítulo 36

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POV KANE

Conduzco en silencio mientras Nash me mira entusiasmado desde el asiento trasero. Hoy regresa Autumn y Nash no puede estar más contento por ello. No es un secreto el hecho de que yo también estoy algo nervioso, creo que cada vez tenemos más cosas de las que hablar y me gustaría solucionarlas cuanto antes.

–Papá, ¿podrías encender la música?

Presiono el botón de la radio y ésta empieza a sonar. La canción que suena es española así que apenas entiendo unas cuantas palabras. Sin embargo, Nash se pone a cantarla con fluidez dejándome anonadado.

–¿Desde cuando sabes español?– le pregunto.

–Solo me sé esta canción– ríe.

Me río yo también mientras aparco en el aparcamiento del aeropuerto de Los Ángeles, el avión en el que va Autumn debe de estar a punto de llegar, así que le paso la mano por la nuca a Nash y le dirijo entre los transitados pasillos del aeropuerto. Nunca había venido al aeropuerto, así que me cuesta un poco ubicarme entre tanta muchedumbre pero, tras preguntarle a un guardia de seguridad, llegamos a la puerta por la que tiene que aparecer Autumn en cualquier momento. Según las pantallas, el avión ya ha aterrizado así que me imagino que estará cogiendo su maleta.

Veinte minutos después, Autumn aparece por la puerta y Nash tarda menos de diez segundos en tirarse encima de ella. Como jugador de fútbol americano que soy, me impresiona su agilidad. En cambio, me centro en Autumn. No han pasado muchos días desde que se fue a Denver, pero se siente como si hubiese estado un milenio fuera.

Una vez que Nash se separa de ella, me acerco con cuidado de no hacerla daño en el brazo. La acerco a mí y le doy un suave beso en los labios, no quiero intensificarlo delante de Nash, así que me separo de ella antes de tiempo.

–¿Qué tal el viaje?– pregunto con curiosidad puesto que apenas me ha contado nada de su estancia en Denver.

Se encoge de hombros sin mirarme a los ojos y me saltan todas las alarmas. ¿Que le pasa? Que yo recuerde no he hecho nada para molestarla, pero siento un déjà vu de aquellos tiempos en los que no me miraba nunca a los ojos. Otra vez, hemos dado diez pasos atrás, en vez de avanzar en la relación y no entiendo el por qué. No quiero ponerme a discutir con ella delante de Nash, así que cojo las maletas y les guío hacia el coche en silencio mientras Nash no para de hablar con Autumn sobre Ezra y Zoelene y sus partidas al Mario Kart.

Meto las maletas en el maletero y nos subimos al coche. Una vez en el coche, Autumn, que está sentada en el asiento del copiloto, se pone a mirar por la ventana en silencio mientras Nash me pide que encienda la música de nuevo. Enciendo la radio y la letra de la canción Stay de Rihanna inundan las paredes del coche:

...Funny you're the broken one

But I'm the only one who needed saving

Because when you never see the light

It's hard to know which one of us is caving...

(...Es gracioso que seas tú el roto

Cuando soy yo la única que necesitaba ser salvada

Porque cuando tú nunca ves la luz

Resulta difícil saber cual de los dos va a ceder...)

JUNTOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora