Capítulo 9

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POV KANE

Ya han pasado cuatro rondas y Autumn aún no ha tocado la botella, ¿será verdad que no ha hecho ninguna de las cosas que han dicho? Entiendo que nunca haya follado en la playa, que nunca haya vomitado en una maceta, que nunca se haya desnudado en público, que nunca se haya bañado en el mar desnuda...

Aunque bueno, yo tampoco es que haya hecho tanto de esa lista, excepto la vez que me desnudé en público en una fiesta como esta... En fin, larga historia. Pero todo se resume al liante de Dave. 

Bebo un trago pequeño del agua que hay en mi vaso, ya que no puedo beber y salgo de mis cavilaciones cuando alguien dice:

–Yo nunca he follado.

Es la típica pregunta que siempre se hace para pillar, pero me sorprendo enormemente cuando Autumn coge la botella por primera vez y le da un sorbo mientras mira a un punto concreto, como si estuviese metida en sus pensamientos.

Todos los presentes bebemos, incluído yo, y no paro de mirar a Autumn. ¿Ella? ¿Follando? Sinceramente no me lo puedo creer. En una chica como ella me sorprende bastante, ya que siempre va con sudaderas anchas para que no se le vean las curvas, no mira a los ojos a los hombres, etc.

Por lo demás la fiesta transcurre normal. Todo el mundo anda borracho o a punto de estarlo excepto yo, puesto que no suelo beber por la diabetes y por cumplir las normas que el entrenador nos impone.

A pesar de que solo he venido a esta fiesta porque Dave no paraba de insistir, no le encuentro por ningún lado. Seguro que está con Megan (mi acosadora particular) dándose el lote, cosa para la cual no tengo ninguna objeción. Así la mantiene alejada de mí.

Cuando empiezo a aburrirme decido ir a hablar con Autumn, que está sentada en el jardín sola. No veo a su amiga por ningún lado y no entiendo por qué le ha dejado sola aquí fuera, así que me acerco a hacerle compañía.

–Hola– le saludo, sentándome a su lado. Al principio se muestra sorprendida ante mi presencia pero, una vez ve que soy yo, destensa el cuerpo.

–Hola– musita, con una fugaz media sonrisa en la cara. 

–¿Qué haces aquí sola?

Me mira por un instante y veo en su mirada un destello de sorpresa y agradecimiento que me deja atónito. 

–Supongo que salir del mogollón. ¿Y tú?

La verdad es que no le voy a decir que he salido solamente para estar con ella, ya que probablemente le vaya a asustar, por lo que me decanto por decir:

–Igual. ¿Cómo es que has venido a esta fiesta?

–Por la insistencia de Kylie. ¿Tú?

Supongo que la tal "Kylie" es la amiga con la que está siempre.

–Por la insistencia de Dave.

Se le escapa una risilla y me sorprendo correspondiéndole. Me resulta raro estar al lado suya sin que esté tan nerviosa como suele estar normalmente.

–¿Y Nash?

La pregunta me toma por sorpresa, ya que su preocupación por Nash hace que me de cuenta de que Autumn es totalmente impredecible, nunca sé cómo va a actuar al segundo siguiente. Su preocupación hace que sienta algo en mi pecho, nunca antes había visto esa preocupación por mi hermano en otra persona que no sea yo.  

–Se ha quedado con una vecina mía. Lo sé, debería buscarme una niñera– digo antes de que ella me diga lo que siempre me sugiere Dave.

–¿No tienes niñera?

–No. La verdad es que apenas tengo tiempo de buscar una.

Mis palabras parecen que despiertan a Autumn, porque me mantiene la mirada por varios segundos, haciendo que desde donde me encuentro pueda ver el brillo en sus ojos.

–Siempre que necesites a alguien puedes decírmelo. Suelo tener bastante tiempo libre.

Se encoge de hombros quitándole importancia y me quedo anonadado porque, sin haber buscado niñera siquiera, ya tengo a una que quiere cuidar de él y que encima se preocupa realmente de Nash.

–¿De verdad?

Asiente un par de veces y aleja la mirada de nuevo. –Bueno, si no quieres no pasa nada. Solo lo decía porque...

Le interrumpo antes de que continúe porque es la mejor noticia que he tenido en mucho tiempo y ella se piensa que la voy a rechazar: –Claro que quiero, no sabes la falta que me hacías.

Le guiño el ojo y esta vez no se pone nerviosa, sino que cruza los brazos delante de su pecho y parece que se está protegiendo.

–Si quieres el próximo día lo hablamos en la universidad, a lo mejor mañana te arrepientes.

–No creo que lo haga, pero me parece bien. Si no me encuentras te puedo dar mi teléfono, si quieres...

–Claro– interrumpo de nuevo antes de que se crea que la voy a rechazar.

Le dejo mi teléfono y la observo crear un nuevo contacto añadiendo su número de teléfono. Cuando acaba, me vuelve a pasar el móvil y noto como alguien se nos une.

–Si quieres ya podemos irnos, ya has cumplido viniendo a la fiesta– Kylie le sugiere a Autumn y veo cómo esta se levanta y se despide de mí con un simple "adiós".

Kylie me lanza una última mirada, probablemente sorprendida de vernos juntos, y ambas se van.

Entro a la fiesta otra vez y me siento en uno de los sofás, ya que no sé que más hacer. Los de mi equipo me entretienen un rato hasta que aparece la plasta de Megan recolocándose el vestido. Es tan obvio lo que acaba de hacer que ni si quiera intenta disimularlo.

–Hola, cariño– me acaricia el pecho, tambaleándose.

Si la "Megan Normal" es un grano en el culo ya de por sí, la "Megan Borracha" ni os cuento.

–Hola– murmuro separándola de mí. Su aliento apesta a cerveza barata.

–¿No has tenido suficiente, bombón?– pregunta Dave salvándome de sus garras. 

Bendito Dave.

–Nunca me negaría a un buen polvo con Kane, ya sabes.

Decido dejarla con Dave e irme a otro lado en un precipitado intento de huir de ella.

(...)

Unos días después empiezo a preocuparme, puesto que he estado buscando a Autumn en la universidad y no la encuentro por ningún lado. No voy a negar que me preocupa el que le haya pasado algo, a pesar de que no es mi problema.

Además, Nash no para de preguntarme si puede volver a ver a Autumn otro día y yo no hago más que darle largas, ¿qué debería decirle? No quiero que se lleve más decepciones de las que se ha llevado a lo largo de su corta vida, aunque Autumn parece de fiar.

De todos modos me parece demasiado pronto para decirle a Nash que ella será quien le cuide durante un tiempo, ya que aún no está confirmado al cien por cien y no quiero ilusionarle.

Tras darle varias vueltas a la cabeza, decido enviarle un mensaje a la chica que me está robando los pensamientos y así salir de la preocupación en la que estoy sumido.

JUNTOS ©Where stories live. Discover now