Capítulo 4

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POV AUTUMN

Este es mi primer día de universidad en la UCLA y la verdad es que, por ahora, me está gustando bastante. Nunca pensé que cambiar de aires me iba a sentar tan bien: siento que soy una nueva y mejorada Autumn. Aquí nadie me conoce, por lo que puedo empezar totalmente de cero.

Voy hacia mi clase de Expresión Artística y tomo asiento en una de las filas intermedias hasta que va llegando la gente.

La profesora, con pinta de hippie, nos manda nuestro primer trabajo del curso, que consiste en pintar un cuadro que refleje lo que significa para nosotros la palabra "libertad". Los cinco mejores cuadros los expondrán este fin de semana en el County Museum of Art  y los ganadores obtendrán una buena parte de su nota mediante este proyecto.

En cuanto menciona el trabajo pienso en lo que significa la libertad para mí y me quedo perpleja al descubrir que, hace dos días pinté un boceto en el avión del que fue el mejor día de mi vida porque fui libre. Aún tengo mucho por hacer si quiero presentar el cuadro en el Museo de Arte de Los Ángeles, por lo que planeo ponerme manos a la obra en cuanto llegue a mi habitación.

Salgo feliz de esa clase y, aunque solo tengo tres días para pintarlo, a lo mejor puedo tener una oportunidad.

(...)

A la hora del almuerzo evito ir a la cafetería, ya que prefiero pasar desapercibida lo máximo posible. Demasiada gente para mí.

Salgo del edificio, buscando un sitio tranquilo en donde poder empezar el cuadro y noto que alguien me mira. Me acerco más el archivador al pecho e ignoro al mastodonte que me mira desde uno de los bancos. Me sorprende que alguien como él esté aquí fuera, y no como el resto que están en la cafetería. El chico, por lo poco que me fijo es rubio y tiene todo el brazo derecho lleno de tatuajes.

Esquivo su mirada y me siento lo más alejada posible, cerca de un precioso sauce llorón. Empiezo con el dibujo y, al cabo de un rato, cuando levanto la mirada me doy cuenta de que el Mastodonte se ha ido. Me relajo para mis adentros y sigo concentrada en el dibujo hasta mi siguiente clase.

(...)

El viernes me dirijo nerviosa a la clase de Expresión Artística, mi favorita por el momento, para saber los resultados del trabajo que entregué ayer.

–Tomen asiento, por favor– comienza la clase la profesora Lauren –Ya tengo los resultados. He escogido a los 5 mejores dibujos gracias a la originalidad de estos, los trazados, el colorido, etc. Voy a nombrarles y les explicaré lo que harán mañana: Marie Lewis, Aron Hill, Miles Turner, Kylie Foster...

A estas alturas ya me he desanimado. No sé por qué me esperaba que iba a ser fácil que me escogiesen para exponer mi dibujo. Qué ingenua.

–Y Autumn Johnson– termina diciendo.

Levanto la cabeza de sopetón, sorprendida al escuchar mi nombre. No me lo puedo creer, ¡mañana voy a exponer mi dibujo!

–La exposición es a las 10 de la mañana, pero procurad estar antes. En cuanto a los demás, no voy a obligarles a ir pero, yo si fuera ustedes, iría. Les aseguro que les vendrá bien a lo largo del curso escolar explorar los museos de arte de la zona.

Se acaba la clase y me quedo hablando con la profesora Lauren sobre mañana.

(...)

–Hola, mamá– cojo el teléfono que había estado vibrando hasta ahora.

–Hola, cariño, ¿Qué tal en Los Ángeles?

–Bien, la verdad– respondo, aún contenta porque hayan escogido mi cuadro.

–¿Las clases bien?

–Sí, mañana voy a exponer uno de mis dibujos en el County Museum of Art.

–¿Tan pronto? Ojalá lo pudiese ver– responde, triste.

–Te enviaré fotos. ¿Qué tal vosotros?– cambio de conversación.

–Bien, aunque tu padre está trabajando más de lo normal, le cuesta no verte por aquí... y a mí también– admite.

La conversación se está poniendo incómoda y ya sé a dónde quiere llegar a parar; tanto mi madre como mi padre quieren saber por qué he decidido irme de Denver.

–Bueno, mamá, tengo que colgar. Hablamos pronto.

–Mañana me cuentas– dice antes de colgar.

Suspiro y me tumbo en la cama justo cuando aparece Blair en la habitación.

–Hey, ¿te apetece ver una peli?– pregunta tumbándose en la cama de al lado.

–Vale.

Cojo el portátil y miramos películas en Netflix hasta que nos decidimos por una película de comedia. Antes de ponerla me giro hacia Blair.

–¿Te apetece venir mañana al County Museum of Art?

–Los museos no son lo mío– es todo lo que responde y me quedo cortada. ¿Desde cuándo le voy pidiendo a la gente que venga a ver mi cuadro? Parezco una niña pequeña.

Vemos la película hasta que noto que Blair se queda dormida. Yo también me voy a dormir, asegurándome antes de configurar la alarma del móvil.

JUNTOS ©Where stories live. Discover now