Capítulo 7

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POV KANE

La verdad es que cuesta bastante sacarle las palabras a esta chica, pero creo que merece la pena intentarlo. El que no haga más que rechazarme con la mirada hace que me sienta dudoso: una de mis teorías es que quizá se piense que la voy a descifrar con la mirada y la otra es que, a lo mejor no me mira a los ojos porque simplemente le doy miedo. Sea cual sea el motivo, estoy dispuesto a averiguarlo. 

Mientras caminamos por la calles de Los Ángeles, me fijo en lo pequeña que parece Autumn a mi lado. Le saco varias cabezas, por lo que cada vez que hablo con ella es como si estuviese mirando al suelo. ¿Cómo serán las vistas desde ahí? 

El silencio en el que estamos sumidos es cómodo, es de esos silencios que son necesarios. En los que sabes que es mejor callarse antes de decir alguna tontería. Por ello, y porque Autumn parece estar sumida en sus pensamientos, es por lo que permanezco callado un rato.

–¿De dónde eres?– acabo preguntando al cabo de unos minutos. No tenía pensado abrir la boca, pero algo dentro de mí quiere saber más de ella. 

–De Denver. ¿Y tú?– murmura.

–De aquí. ¿Qué hace una chica como tú en Los Ángeles?

Se queda un rato pensando la respuesta y, al final, decide no decir nada. No me había dado cuenta de que una pregunta tan trivial albergara algo detrás, pero ahora ya lo sé.

Seguimos caminando hasta que nos paramos en la puerta del colegio donde estudia mi hermano. Autumn y yo nos apoyamos en el muro y, varios segundos después, suena la sirena que indica que las clases se han acabado. 

Una oleada de niños sale corriendo del edificio con una gran sonrisa en los labios, haciéndose notar que es viernes. Distingo a mi hermano entre la multitud, ya que su cabellera rubia es muy fácil de identificar. 

–¡Nash!– le llamo. 

Levanta la cabeza, puesto que hasta el momento iba con la cabeza agachada y, antes de que me de tiempo a rodearle entre mis brazos a modo de saludo, pasa a mi lado para abrazar a Autumn dejándome con los brazos extendidos. 

Sorprendente.

Ella le corresponde el abrazo y luego Nash corre a abrazarme a mí. Es la primera vez que veo a Nash cogiéndole confianza a alguien y no puedo hacer nada que no sea sentirme orgulloso de él. Poco a poco se está abriendo con la gente y me doy cuenta del asombroso parecido que tiene con Autumn, ya que a ella también le da miedo abrirse. 

–Ya he hecho tu dibujo, Autumn. Lo tengo en casa– dice con una gran sonrisa.

–¿De verdad? ¡No puedo esperar a verlo!– exclama animadamente y casi abro la boca de la sorpresa. Estos dos juntos son de lo que no hay. Quién iba a decir que se iban a soltar de esa manera conociéndose solo de un día.

Nash camina entre medias de los dos, hablando sin parar sobre algo a lo que no presto atención. Tras unos minutos llegamos a casa, si se le puede llamar así. Entramos y Autumn se queda un poco cortada en la puerta.

–Siéntete en tu casa– aseguro mientras dejo el monopatín y la mochila del entrenamiento en su sitio.

Nash corre hacia su cuarto, en busca del dibujo y Autumn acaba sentada en el sofá. Está con las piernas cruzadas y parece que el sillón se la va a tragar de lo pequeña que parece. No debe de medir más de 1,60.

JUNTOS ©Where stories live. Discover now