Despedida de soltero.

Capítulo 59: ¿Hace cuánto no lloras?

- ¿Hablaron con Cartman? -Le preguntó Pip a Damien.

- Sí... -Suspiró Damien-. Cada día odio más a ese gordo de mierda.

- Entiendo... -Dijo Pip- ¿Y los dejó venir a nuestras casas?

- Sí, y a ustedes a la nuestra.

- Oh, que bien... -Sonrió Pip.

- Pero sinceramente, no sé si quiero volver a este lugar. -Dijo Damien, terminando su cerveza y agarrando la que había dejado Token.

- ¿¿Qué?? -Dijo Pip- ¿¿Por qué no??

- No me gusta quedarme aquí esperando, mientras otro coge contigo. -Dijo Damien.

- Oh... Claro. -Dijo Pip.

- Además, el gordo de mierda de tu jefe me habló demasiado de tu trabajo. Se me vinieron imágenes a la mente que no quería.

- ¿Qué te dijo? -Dijo Pip.

- Que al parecer eres el preferido para tríos y otras cosas. -Damien rió- ¿Acaso el disfraz de ángel es por eso? ¿Por la ironía?

- En realidad es porque cuando ingresé a este trabajo era virgen. -Dijo Pip.

- Espera... -Damien miró a Pip, muy sorprendido- ¿QUÉ?

- Sí, entonces Cartman me dijo que usaría un vestido de ángel para destacar lo virgen que era. -Dijo Pip.

- Eso significa que la primera vez que lo hiciste, ¿fue prostituyéndote? 

- Exacto. -Dijo Pip.

- ¿Qué mierda? -Dijo Damien- ¿A ti te gustó eso?

- No. -Dijo Pip.

- ¿¿Y por qué no le pateaste el culo a Cartman?? -Dijo Damien.

- Porque me despediría y es el único trabajo que puedo hacer. No solo soy gay, también soy extranjero. Es doble problema. -Dijo Pip.

- Puedes buscar un trabajo sin decir que eres gay. -Dijo Damien.

- Ahora ya es muy tarde, y cuando busqué trabajo me lo preguntaban... Y yo respondía que sí. -Dijo Pip.

- ¿¿Por qué?? -Dijo Damien.

- Porque era verdad.

- ¿Preferías estar en la calle antes que mentir? -Dijo Damien.

- Prefería estar en la calle antes que saber que iba a trabajar con gente a la que le incomodaba. -Dijo Pip-. Notaba que solo por mi aspecto sentían rechazo hacia mi. Además, las personas suelen asumir que soy homosexual por alguna razón...

- Pip, pareces muy, muy, muy marica. -Dijo Damien.

- Tal vez -dijo Pip, sonriendo-, pero tu estás aquí, hablando conmigo, a pesar de eso. 

- Eh, claro... -Dijo Damien, rascándose la cabeza- ¿Y eso qué tiene que ver?

- No sabes lo bien que se siente eso... -Dijo Pip-. Me gustas porque eres de las pocas personas con las que he estado que habló conmigo antes de hacerlo. 

- ¿Nadie habla contigo? -Dijo Damien.

- Muy pocos clientes lo hacen, Kenny...

- Mejor no me hables de tu y Kenny. -Dijo Damien.

- Está bien. -Sonrió Pip-. Lo que te dijo Cartman es verdad, muchas personas quieren estar conmigo. Y yo he estado con demasiadas personas. Pero creo que les gusto porque no me hablan, por ende yo tampoco a ellos... Si lo hicieran tal vez se espantarían.

- ¿¿QUÉ DICES?? -Dijo Damien.

- He llegado a esa conclusión. -Dijo Pip-. Desde pequeño acepte que no le suelo gustar a las personas. Todos los años de primaria mis compañeros me molestaban, me insultaban e incluso me agredían físicamente. Pero mi hermana solía decirme que esas cosas no eran importantes y que tampoco se solucionarían, así que decidí no amargarme por eso. Solo sonreía y decía "Está bien". Y por eso hasta el día de hoy realmente no me he quejado de mi trabajo, sé que es difícil y no lo recomiendo. Pero cuando estoy con personas que no me gustan, como lo es la mayor parte de las veces, simplemente sonrío y accedo a los que ellas me piden. Porque, si no, incomodaré a esas personas. Y no se merecen eso...

- ¿Qué mierda? -Dijo Damien- ¿Nunca piensas en ti?

- Realmente, no. Pero es mejor así. -Dijo Pip, rascándose la cabeza-. Ya te dije, asumo que no le caigo bien a la gente. Entonces no quiero molestarla. Incluso he sentido miedo de incomodarte a ti... Aunque sé que en gran parte lo hago, porque no soy una chica. Y lo siento por eso...

- ¡PIP! -Gritó Damien- ¿¿Te das cuenta de lo deprimente que suenas??

- Oh... ¿Te estoy incomodando?

- ¡NO, INGLÉS MARICA! -Gritó Damien-. No pienses que me incomodas... 

Damien miró a la cara de Pip, estaba frente a él, sonriendo. Había hablado de sus problemas como si se tratara del clima. "Este marica está vacío por dentro", pensó. 

- Creo que tu me debes entender mejor que nadie. -Dijo Pip.

- ¿Qué? -Dijo Damien- ¿Por qué?

- Oh, por como reprimes tus sentimientos. -Sonrió Pip.

- Yo...

Damien se quedó callado, pensó unos segundos.

- No te creas todo lo que te digo. -Dijo Damien-. Yo también tengo problemas, en la escuela también fue el chico raro. Pero yo no acepte como un idiota que ellos me trataran así porque "Ay, son diferentes a mi", ni esas pendejadas que dices. Al día de hoy, odio a todos esos mierdas que me hicieron imposible la vida en la escuela...

- ¿Y qué ganas odiándolos? -Dijo Pip.

- Nada. -Dijo Damien, refunfuñando.

Pip miró a Damien. Estiró su brazo y le dio la mano.

- Gracias por habérmelo contado, Damien. -Sonrió Pip-. Y volviendo a lo anterior, si a ti no te gusta este lugar puedes dejar de venir. Quiero que estés feliz, Damien...

Damien miró a Pip. Su sonrisa seguía ahí.

- Pensándolo mejor, me gusta pasar tiempo contigo. -Dijo Damien-. Al menos un rato.

- A mi contigo... 

Pip abrazó a Damien, este se quedó helado.

- Pip... -Dijo Damien- ¿Hace cuanto no lloras?

- No recuerdo la última vez que lo hice. -Dijo Pip-. Aunque admito que mis ojos se sintieron algo húmedos la primera vez que tuve que irme con un cliente, pero quería estar contigo... Lo resistí porque no quería hacerte sentir mal... ¿Por qué preguntas esto?

- Por nada... -Sonrió Damien.

Damien acarició el pelo de Pip, lo besó. "Te necesito, marica de mierda", pensó.

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Kyle estaba sirviendo bebidas, como de costumbre. Aunque ya no le sonreía tanto a sus clientes. Quería que Stan estuviera ahí. Kenny se había ido con Butters. Pip y Damien estaban besándose en la esquina del bar. Token y Clyde bailando en la pista de baile. Y Craig y Tweek a lo dejos, charlando en un sillón. Los viernes los clientes no paraban de llegar, al menos 50 personas le hablaron para pedirle tragos esa noche. "¿Cómo puedo sentirme tan solo entre tanto gente?", pensó.